Psiconautas, los niños olvidados
Sinopsis de la película
Birdboy y Dinki son dos amigos que luchan por no enfrentarse a la realidad en la que viven. Como exploradores que son, albergan la esperanza de encontrar un lugar mejor en el que vivir, pues la isla donde viven ya no es lo que era debido a un accidente industrial, y el aire que se respira es asfixiante… Adaptación cinematográfica animada de la novela gráfica homónima de Alberto Vázquez.
Detalles de la película
- Titulo Original: Psiconautas, los niños olvidados
- Año: 2015
- Duración: 76
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Opinión de la crítica
Película
6.9
38 valoraciones en total
Birdboy es un pájaro que va a la deriva en la isla donde vive. Allí, la ratoncita Dinki debe hacer frente desde primera hora de la mañana a casi todo el mundo, incluyendo unos padres que no la quieren ni ver. Tampoco le va mejor a Sandra, marginada y calificada como loca, o al lobezno que es diariamente apaleado por sus compañeros de clase, y mucho menos a las ratitas que buscan entre la basura restos de cobre que vender y así poder llevarse a la boca el sustento diario.
Este grupo de animales parlanchines se reúne en Psiconautas, los niños olvidados, película de animación dirigida por Pedro Rivero y Alberto Vázquez basada en el cómic de este último. También es la versión en largometraje de un corto titulado Birdboy que en 2012 se llevó el Goya al mejor cortometraje de animación. Esto ya da una idea aproximada de lo profundo que es este proyecto, muy trabajado desde una óptica meramente visual pero realmente extraordinario en lo que se refiere a aquello que quiere trasladar.
En primer lugar, la perturbadora atmósfera que Rivero y Vázquez dibujan en Psiconautas posee un curioso toque que la hacen distanciarse del dibujo ciertamente convencional que representan. En efecto, es complicado dar pistas concretas sobre cómo los autores logran introducirnos en este ambiente magnético, sino que todo funciona como un conjunto perfectamente orquestado. Cada personaje que aparece en pantalla tiene su clara función y, lo que al principio parecía una narración dispersa, acaba convergiendo en un relato único y sobrio.
Lo interesante de este punto es que la historia está muy en consonancia con las diversas preocupaciones que tiene la sociedad humana actual. El racismo, la extrema pobreza, el amor a las nuevas tecnologías por encima de los propios seres humanos, la descarnada importancia del dinero, la falta de educación… Todo ello son directrices que Rivero y Vázquez saben ofrecer subrepticiamente, de manera contraria a lo que sucede en otras cintas de animación de carácter más infantil que terminan explicitando aquello que quieren contar. Porque no nos engañemos: Psiconautas es una película muy adulta, no sólo porque un niño sería incapaz de comprender los mensajes y las segundas intenciones que de ella se desprenden, sino porque el propio decadentismo que respira la obra está tan calculado que es necesario realizar un ejercicio de contemplación más profundo.
A estas consideraciones va unida una línea argumental bien cohesionada y que va ofreciendo los suficientes alicientes como para que la tarea de enganchar al espectador no desprenda únicamente de la ambientación. Así, los autores saben introducir cada vez más caracteres sin que éstos necesiten tener una participación permanente en el relato, de modo que, una vez cumplida su función, desaparecen de la pantalla definitivamente. No hace falta decir que esta sobreexplotación de aquellos personajes curiosos o graciosos ha sido un problema recurrente en el cine de animación contemporáneo, defecto que, por fortuna, no contemplaremos en esta cinta.
Además, otra de las claves que explica el fuerte magnetismo que logra la película es el ácido humor que de vez en cuando hace acto de presencia. Algunas veces las carcajadas vienen por el propio tono psicodélico de los personajes (es gracioso ver a un animal que habla), pero en otras ocasiones los gags están implementados en el momento justo para que sea inevitable reírse por lo estrafalario del asunto (véase la escena del ingeniero, por ejemplo). Una nota cómica que, lejos de estropear la crepuscular atmósfera de Psiconautas, la convierte en aún más relevante. Por lo tanto, que nadie se sorprenda si queda irremediablemente enganchado al desarrollo de una cinta con la que Rivero y Vázquez consiguen su doctorado en el cine de animación.
Álvaro Casanova – @Alvcasanova
Crítica para http://www.cinemaldito.com (@CineMaldito)
53 Festival Internacional de Cine de Gijón
Debo reconocer que no soy un amante de la animación, ultimamente estoy viendo grandes películas animadas. He decidido acercarme a ver Psiconautas sobre todo después de ver que le dieron el Goya a la mejor película de animación. La historia es una adaptación de la novela gráfica de Alberto Vázquez del mismo nombre, esta dirigida por Pedro Rivero y propio Alberto Vázquez. Podemos decir que es una continuación al cortometraje que en 2012 hicieron con el título de Birdboy .
Tengo que reconocer que he salido encantando, no tenemos nada que envidiar a las superproducciones de cintas animadas extranjeras, hacemos unos trabajos magníficos.
No es una cinta de animación al uso, no es cine comercial y esta dedicado a un público más juvenil y adulto.
Es una película muy bine hecha, con unos aspectos visuales muy espectaculares, es tierna y a la vez dura.
Las imagénes enganchan, es poética y surrealista.
Las voces de los distintos animales que aparecen están muy bien selecionadas y le dan ese tono especial que hace de Psiconautas unas de las mejores cintas de animación españolas de los últimos tiempos.
Lo mejor: El mensaje que lanza
Lo peor: Que solo la vean los amantes del género
El término psiconauta se atribuye al escritor alemán Ernst Jünger, quien lo utilizó en su ensayo Enfoque: drogas y embriaguez (1970) para describir la experiencia con estas sustancias. Se asocia a la exploración de la condición humana a través de la alteración de la conciencia. Nombres como Thomas de Quincey hasta Aldous Huxley, pasando por Baudelaire, han sido considerados cercanos a la psiconáutica. Los navegantes de la mente examinan la realidad desde un prisma totalmente alternativo.
Eso es lo que nos proponen Alberto Vázquez y Pedro Rivero en este proyecto de largo recorrido – primero novela gráfica, luego cortometraje animado y finalmente culminado en este largo –, un viaje psicodélico a los males profundos que hieren de muerte a nuestra sociedad. Psiconautas narra la huida del infierno en vida en que se ha convertido el mundo para dos adolescentes, tras una catástrofe ecológica que encarna la más absoluta decadencia de la humanidad. En la fábula, Birdboy es el antihéroe consumido por las drogas como vía de escape y Dinki la que emprende la odisea hacia lo desconocido junto a sus mejores amigos, anhelando que el chico pájaro se les una. Cine de animación para adultos, serio y difícil de digerir.
El escenario insular post-apocalíptico, la metáfora perfecta del desamparo, es presentado en los primeros minutos con extraordinaria limpieza narrativa, sobre todo en comparación con lo que se avecina. Los efectos psicotrópicos se empiezan a percibir en los siguientes compases, con la presentación de los diversos (muchos) personajes. La estructura argumental se sostiene sobre el curso del viaje de los protagonistas, pese a los bandazos a la que es sometida por los flash-backs explicativos y alguna subtrama paralela. Se abordan muchos (demasiados) temas: desde el acoso escolar, la desestructuración familiar o la enfermedad mental, hasta la adicción a las drogas, la obediencia ciega y la lucha más básica por la supervivencia.
El tono de la película – sus diálogos y situaciones – es lo más apartado de convencionalismos, pretendidamente provocador, rocambolesco a veces. A los veinte minutos de película el espectador psiconauta ya está inmerso en plena psicodelia, con consecuencias impredecibles. Puede convertirse en un mal viaje, como se conoce en el argot, o provocar desconexión y aburrimiento a un público no especialmente receptivo. Pese a conseguir una atmósfera inquietante (ni un pero, más bien loas, al mundo estético desplegado), no se advierten giros brillantes en la historia – caracteres sorprendentes, parlamentos deslumbrantes, algo que deje huella – que justifiquen tanto aparataje metafórico y tanta voluntad de trascendencia. La sensación inicial de sorpresa se diluye en un universo complejo explicado con insuficiente calidad.
Tal vez las sucesivas adaptaciones y ampliaciones de la trama original que alumbró Vázquez en la novela homónima de 2006 no le han sentado del todo bien a Psiconautas. Puede que la medida adecuada fuera el cortometraje Birdboy, con el que ganaron el Goya en 2012. En cualquier caso, la mirada de Rivero y Vázquez es original y poderosa visualmente, siendo reconocida por la Academia con un nuevo Goya. Parece que cierran ciclo y preparan sus próximos proyectos por separado. Se les esperará con curiosidad y con cautela.
https://gerardomartinsilva.wordpress.com/
Ay señor. De las mejores películas del año. ¡Qué obra de arte! ¿Por qué se acumulan cosas tan buenas en poco tiempo? Ganadora del Goya a Mejor Película de Animación y candidata a Mejor Película Europea, Psiconautas llama la atención con tan solo un fotograma. Decir eso hoy en día creo que es imposible.
La animación tan característica que trae crea una atmósfera innigualable, con ciertos toques de El viaje de Chihiro o Los mundos de Coraline , en ésta película vemos una mezcla de lo macabro y retorcido con un sentimiento humano. La película es una desolación en cuanto a argumento se refiere, pero en el buen sentido, de forma que no puedas explicar con palabras lo que acabas de ver. Me da la sensación que es algo muy difícil de describir, una película de animación que no es para niños ni de broma, es más, los niños deberían ver antes La fiesta de las Salchichas que ésta, porque a pesar de no haber tacos, toda la atmósfera de drama, momentos macabros, relaciones retorcidas y escenas con una inmersión del 100% puede provocar pesadillas a los chavales. Te envuelve, durante 1 hora y cuarto estás casi sin poder respirar, te mantiene activo, es una película que engancha. Los personajes es un punto fortísimo, desde Birdboy hasta la maldita Araña. Una cinta muy madura, que no parece española en ningún momento, pero ésta vez el hecho de haberse independizado de la costumbre española es todo un acierto.
La oscuridad, los paisajes apocalípticos, destrozados, el mar como barrera para los sueños de los protagonistas, la historia es cruel, se muestra sin censura alguna, todo representado por animales. Y luego viene el punto más fuerte: la madurez. Drogas por todos lados, personajes destrozados por fuera y por dentro, flashbacks que hacen que se te atragante el alma, peleas a muerte, tortura, bullying, violencia doméstica, muertes, muchas muertes… Psiconautas destaca por su tono adulto y por sus muertes de todo tipo. De las películas más duras que he visto en mucho tiempo, y seguro que de animación la que más. Ojalá este tipo de obras maestras duraran más tiempo en pantalla grande.
Que esté en prácticamente en ningún cine y otras después de 1 mes de su estreno sigan proyectándose más que ella, es un insulto al cine, porque Psiconautas es dolor, es angustia, es una breve felicidad, es muerte y es cine, pero lo que más es ésta película desde comienzo a fin es: REALIDAD.
Una excelente muestra de animación, ilustración y estética. Presenta una historia directa, cruda y casi real, con un mensaje que quedara plasmado en nuestros sentimientos. Una verdadera y original historia, que alberga desolación y locura, y juega con un grupo de protagonistas que engloban diversas e iconicas características en un escenario tétrico y post-apocalíptico.