Pisando fuerte (Kinky Boots)
Sinopsis de la película
Tras la repentina muerte de su padre, Charlie Price (Joel Edgerton) tiene que hacerse cargo del negocio familiar situado en Northampton: una fábrica de zapatos convencionales, la Price and Sons . Charlie advierte enseguida que el negocio no marcha bien y que sin nuevos pedidos irán a la bancarrota. Además, sus empleados son bastante escépticos respecto a su capacidad como jefe. Así las cosas, Charlie decide ir a Londres en busca de soluciones, allí va a parar, por casualidad, a un cabaret regentado por una tal Lola (Chiwetel Ejiofor), en el que los travestis usan unas peculiares botas altas de plataforma. Charlie se da cuenta entonces de que tiene ante sí un auténtico filón por explotar en el mercado del calzado.
Detalles de la película
- Titulo Original: Kinky Boots aka
- Año: 2005
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
6.1
80 valoraciones en total
Divertida, agradable, y amena. Pero lo que más me sorprende de esta película sin duda es Lola, Chiwetel da todo, magnífica interpretación, desborda elegancia como pocos actores lo han conseguido.
Genial fotografia y banda sonora.
Muy recomendable.
Es entretenida, pero todo ya ha sido tocado en el cine y (Kinky Boots) tampoco es que aporte nada nuevo a la narrativa, ni siquiera a la visual.
Se pasa un rato entretenido, ayudados por algún golpecillo de humor, que sirven para aprobarla… eso sí, con un cinco ajustadito.
Joel Edgerton, recorre con fluidez las distintas posiciones que en su papel ha de adoptar durante el metraje, el resultado: una composición adecuada con el material que le es entregado.
Estamos acostumbrados a las películas británicas y a su enfoque dulzón y perverso. Esta película no es la excepción a esa reiterada indagación por la amistad, el trabajo en equipo, las diferencias y las reconciliaciones. Pero ello no es problema: los ingleses saben hacer este tipo de películas tan bien que uno solo queda esperando que otra historia como las suyas vuelva a las salas de cine o al círculo de rotación de los principales canales de filmes.
Aquí vemos despuntar al gran actor británico con raíces nigerianas Chiwetel Ejiofor en un papel inolvidable, el de la Lola del bar. Por supuesto, el se echa al hombro esta película, porque el protagonista es un personaje un tanto pasivo que se ve golpeado por la vida y las ausencias de verdadera amistad. Me complace también ver a Nick Frost, así sea en un pequeño papel, porque gusta la presencia de este particular gordito que solo con verlo alguna sonrisa despierta.
Buena película sobre una fábrica de zapatos y sus necesidades y cómo las vueltas de la vida nos ayudan a replantear lo que debemos hacer.
Asombrosa la interpretación de este hombre, quien ya me había encantado en negocios ocultos. Pero que muy versatil, si señor. La banda sonora es de auténtico lujo, incluyendo las cantadas por el señor Ejiofor a quien tampoco se le da nada mal eso. El resto de actuaciones van del muy bien al pasable, estando en ambos extremos el zapatero protagonista y su prometida. La fotografía es magnífica, utilizando con estilo el contraste entre los estridentes colores que rodean al drag-queen, con los apagados que dan a la fábrica un aspecto decadente. El argumento es muy simple, pero el guión sabe desarrollarlo junto a los personajes (pese a estar visto mil veces y a su final del todo predecible), y crear diálogos memorables.
Muy recomendable para pasar un rato entretenido, divertido y agradable, con una peli con tanta previsibilidad como capacidad de sorprender.
Comedia ligera basada en la historia real del genio que diseñara botas con tacón de aguja para maromos de más de 90 kilos. Interesantes interpretaciones masculinas (me quedo con la del señor de los zapatos) y notable puesta en escena de un guión que a buen seguro y en manos de otros realizadores hubiese tomado infinitud de rumbos alternativos.
Lo previsible de su desarrollo no impide al espectador disfrutar de momentos tan agradables como ligeros y la rapidez con que la trama se desliza sobre los distintos adoquines que la componen ayudan a la obra a pasar del aprobado en un género tan complicado como subjetivo. Aún y todo, peca al abusar del final, uno de los puntos fuertes que se le supone a un film tan predecible. Ay! mi Lola…