Persecución en Texas
Sinopsis de la película
Basada en un hecho real, revela el historial de racismo y violencia de los Rangers del estado de Texas. Un reportero de prensa acompaña a los Rangers en la caza del fugitivo Gregorio Cortez y entrevista a testigos que se inventan la existencia de una banda y de un supuesto jefe de la misma que, en realidad, no existen.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Ballad of Gregorio Cortez
- Año: 1982
- Duración: 105
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes obtener una copia de esta película en formato HD y 4K. Seguidamente te mostramos un listado de fuentes de descarga disponibles:
No entendemos nada. Nunca habíamos oído hablar de esta cinta que nos pasa Jesús L.M., paisano, amigo, cinéfilo y nuestro particular proveedor cinematográfico. Pero nuestra sorpresa es mayúscula cuando vemos que también ha pasado desapercibida a los asiduos de FA. Si hay malditismo en el cine, esta película, como su protagonista, es una de las grandes víctimas.
Al comienzo ya nos pone en antecedentes un texto que sale escrito en la pantalla. Estamos en 1901 en González (Texas), hay automóviles y teléfonos (brillante la crítica a su uso en los primeros tiempos). Suena de fondo el Corrido de Gregorio Cortez cuya partitura constituye la base de la magnífica banda sonora.
Que la gente de la frontera mexicana le haya dedicado una pieza de este género tan popular, ya nos pone en antecedentes de la posible verosimilitud del tema. Los suavizadores comentarios en off que siguen sobre las fricciones en la zona entre las culturas inglesa y mexicana, nos invitan a pensar en los abusos de la primera sobre la segunda.
Desde el comienzo asistimos a la frenética persecución de los Rangers de Texas, por tren y a caballo, a una partida de mexicanos que comanda Cortez (Olmos) por asesinar a dos alguaciles. No se andan con contemplaciones, incluso están a punto de ahorcar a un posible colaborador de los fugados. Sin más pruebas.
Pero por delante tan solo vemos la imagen de un pobre hombre, Cortez, solo, famélico, agotado, un animal acorralado. Un hombre que trata a su caballo del que depende su vida con infinita dulzura, que agradece la conversación y la comida de los pocos que le ayudan en la fuga.
A través de las indagaciones que hace un periodista del San Antonio Express (McGill), poco a poco vamos conociendo que los hechos no son exactamente como lo están contando los perseguidores, que las versiones cambian según escuchemos a unos u otros. Un poco el efecto Rashomon (Kurosawa, 1950). Pero lo que termina de convencer al espectador es contemplar la cara demacrada de Cortez, la limpidez de sus ojos, la ternura de su mirada mostrada en unos planos espléndidos.
Mientras tanto cabalgamos al sur de la inmensidad texana, Aquí todo lo que se arrastra muerde, lo que vuela pica y lo que se mueve envenena . Tierras de frontera en tiempos difíciles. Para todos, pues planea la disolución de los Rangers y necesitan conseguir algún éxito.
Durante trece días Cortez mantendrá en jaque a sus perseguidores, la prensa, con las exageraciones de rigor, narra los acontecimientos. El mexicano empieza a hacerse célebre. En represalia meten a su esposa y a sus cuatro hijos en la cárcel, prácticamente los cinco son unos niños. Ofrecen mil dólares de recompensa. Lo capturan (sigue spoiler).
La condena prácticamente a cadena perpetua no satisface ni a los ciudadanos sedientos de venganza que pretenden lincharlo, ni a la numerosa comunidad méxico-texana que organiza festivales y actos para allegar fondos y conseguir la revisión del caso. Ha nacido el mito Gregorio Cortez.
La apoteosis llega en la escena final cuando muestran al preso saliendo de la cárcel, mudado y afeitado, junto a su esposa e hijos. Inicia entonces el paseíllo hasta la estación de ferrocarril, en medio de una fuerte tensión y de grandes medidas de seguridad, camina junto al sheriff entre dos filas de ciudadanos curiosos. Al fondo suena la música del famoso corrido.
De lo mejor que hemos visto últimamente en el cine. Especialmente cuando la cámara se recrea reflejando los rostros de los niños vestidos de domingo, alternando los emperifollados de la ciudad con la ropita pobre pero limpia de los hijos de Cortez. Mientras en off escuchamos el final de la vida del protagonista, el director nos muestra esos rostros infantiles que parecen invitar a la reconciliación entre las culturas inglesa y mexicana al principio aludidas.
Magnífica película en todos los aspectos. Tema, guion, realización, personajes, interpretación, música, ambientación … hasta el cartel promocionador nos gusta. Todo raya a grandísimo nivel. Le ponemos un nueve cuando nuestra media en el western no alcanza el seis.
Somos conscientes del riego que supone crear unas expectativas excesivas ante posibles decepciones. No nos importa correr ese riesgo a cambio de fomentar la visión de la obra. Incomprensiblemente olvidada, estamos convencidos que merece una oportunidad. Ánimo.