Perros de paja
Sinopsis de la película
El guionista de Hollywood David Sumner y su mujer Amy se mudan al pueblo natal de ella en el sureste de Estados Unidos, después de la muerte del padre de Amy. Su plan es reparar y vender la casa de la familia mientras David aprovecha la tranquilidad del lugar para terminar un guión. Pero no todo es tan bucólico como parece en Blackwater (Mississippi), y la llegada de los Sumner despierta antiguos resentimientos. Además, la pareja pasa por una crisis y la tensión va haciendo mella en su matrimonio, al tiempo que surgen viejos conflictos con algunos habitantes, sobre todo con el ex novio de Amy, Charlie, quien junto con sus amigos del pueblo acaba cruzando los límites de la tolerancia de David… Remake del clásico de 1971 dirigido por Sam Peckinpah.
Detalles de la película
- Titulo Original: Straw Dogs
- Año: 2011
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
5.3
36 valoraciones en total
En la escuela, cuando copiabas en un examen y te pillaban, suponía el suspenso automático. Daba igual que tu habilidad para copiar al de al lado fuese algo del otro mundo: te pillaban, así que tocaba asumir las cosas. Pero puede copiarse bien y mal, y si encima lo haces mal, no hay posibilidad de redimirse: lo tienes chungo. Straw Dogs de Rod Lurie es así, una mala copia que se permite ser demasiado fiel a la original de Peckinpah en lugar de hacer lo mismo que los Coen realizaron el año pasado con la fabulosa True Grit (Valor de ley): adaptar de nuevo el material original -una novela- sin seguir a piesjuntillas el film que lo llevó primero a la pantalla. Curiosamente aunque no hace las cosas bien, Lurie tampoco termina por destrozarlo todo, pudiendo considerarse su trabajo innecesario pero no errado al 100%.
La historia básica es la misma, claro: un matrimonio vuelve al pueblo natal de la mujer para tomarse un descanso. Su marido es un escritor (de guiones para Hollywood) y el reencuentro de la primera con su ex-novio hace que salten las chispas. Violencia por dentro y por fuera, prejuicios (burgueses vs paletos) y un estudio del ser humano que en el caso del film de 1971 era notable, y aquí de una simpleza alarmante. Marsden me cae muy bien pero no pega en el papel que interpretase Hoffman en la original, Bosworth tiene que volver a nacer para tener el morbo de Susan George, y en el caso de Skarsgård, abusan de contrapicados para que sus casi dos metros de altura impongan respeto, sin confiar en exceso en las líneas de diálogo y su interpretación. Woods tiene el secundario-sobreactuado-tipo y Purcell da vergüenza ajena como el retarded que hace que todo se salga de madre.
Si Straw Dogs se atreviese a dejar de lado al modelo original e insertase alguna modificación radical y necesaria (no hablo de quitar una escena -aquí no hay paseito enfocando a los pezones de Kate- y poner otra), si se crease tensión real en la parte de la caza o su tercer acto, pues aún. Pero se ve casi como un recordatorio de porqué la original era tan buena y cómo en el Hollywood actual no se podría rodar algo de ese nivel más allá de los formalismos estéticos. Sobra decir que la dirección de Lurie está a años luz de la de Peckinpah, claro. Total, un remake que no molesta pero que tampoco aporta absolutamente nada, limitándose a calcar lo original confundiendo la violencia gráfica con la psicológica, y haciéndolo todo más obvio. No es el peor tipo de remake, pero por copiar en el examen: suspensa.
Si una película es muy buena y no ha perdido credibilidad ni viveza a lo largo de los años…, ¿para qué narices hacer una nueva versión que, de entrada, ya no va a superar al original?. Pues bien, en el mejor de los casos, como le pasa a esta nueva versión de Perros de Paja, es que no aporta nada nuevo. Ha actualizado las escenas de violencia, añadiendo algunas que están acordes con el cine de ultraviolencia actual…y ha perdido el sentido de la película, que reside no sólo en el miedo físico, sino sobretodo en el miedo psicológico, y en la afectación a la propia dignidad humana. En efecto, el film original transmitía esa vulnerabilidad de los derechos humanos, esa indefensión, que en el fondo nos afecta más cuanto más sólos estemos, y más renunciemos al ser humano social, lo que nos lleva al irraciocinio y al más puro instintivismo salvaje. La versión de Rod Lurie se queda en la forma pero no entra en el fondo.
Enésimo remake hecho por Hollywood de una de sus cintas míticas, la obra maestra de Sam Peckinpack Straw Dogs, hecha en 1971, y protagonizada por Dustin Hoffman, y Susan George. La cinta cuenta lo mismo, un matrimonio que se muda a un pequeño pueblo del sur de USA (en la original, era en un pueblecito escocés), de dónde es originaria ella, para que él pueda escribir con tranquilidad un guión para una película. Cuando llegan allí se topan con los habitantes del pueblo, una panda de paletos religiosos y violentos, que no parecen aceptar de buen grado la llegada de sus nuevos vecinos. Un trágico acontecimiento con una chica, conducirá a un clímax final lleno de violencia.
La cinta no es mala, ya que está bien dirigida por Lurie, pero falla en lo que acertaba la segunda, el toque malsano que impregnaba la cinta de Peckinpack no aparece por ninguna parte por aquí. Incluso la escena de la violación parece de parvulario (recuerdo la escena con Susan George, y era terrible). También se la puede acusar de maníquea, ya que el retrato que hace de la gente del sur, es bastante terrible. En cuanto a los actores, poco que decir, el único que transmite algo es Alexander Skarsgard (Eric en True Blood), que da el pego como Charlie, ex-novio y líder de la banda de paletos. James Marsden poco aporta al papel que en su día hizo Hoffman, y Kate Bosworth sigue con la cara de pánfila que ya demostró en Superman Returns (comparar el morbo de Susan George con la extrema anorexia de esta chica es lamentable). Pero el peor papel se lo lleva Dominic Purcell (Linclon en Prison Break), que hace el papel del retrasado del pueblo, y que da verguenza ajena cada vez que sale en pantalla. Por cierto, uno de los de la banda de paletos es el Billy Walsh de la gran Entourage.
En definitiva, un remake que si bien no es malo, es absolutamente innecesario, ya que no aporta nada, y se deja por el camino muchos apuntes interesantes que tenía la anterior cinta, como un mayor tratamiento dramático de los personajes.
Lo mejor: Alexander Skarsgard.
Lo peor: No aporta nada.
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Al tratarse de un remake, indudablemente -Perros de paja 2011- tiene todas la de perder. No por el hecho de ser peor película que la veterana, sino porque el público en general tiende a ser muy intransigente con las nuevas versiones de los clásicos.
Muchísimos usuarios la tachan de innecesaria. Creo recordar que este mismo adjetivo, innecesario , aparece hasta en cinco ocasiones como parte del título de críticas. Alguien desarrolla y dice ¿para qué narices hacer una nueva versión que, de entrada, ya no va a superar al original?. La respuesta se la dio él mismo cuando decidió sentarse y degustarla. Se hace para ser vista. Ser vista incluso por los que ya piensan de antemano que la van a suspender. Y se interesan, pican, la ven y la convierten así en necesaria.
¿Es mala película?. No. Al contrario, es buena. Pero para disfrutarla tienes que centrarte en ella y dejar de dar el coñazo con la figura de Dustin Hoffman. No es tan difícil. Le das al PLAY y la vas siguiendo partiendo de cero. De lo contrario no tienes nada que hacer aquí. El espectador decide si saborear la hora y pico que le va a dedicar, o frustrarse con cada fotograma que lance el film.
Además, incluso diría, que por lo menos en los primeros compases de la peli, los personajes están mucho más desarrollados. Por contra decir que son, a su vez, todos ellos, menos siniestros.
Hay cambios irrelevantes, pero que a algunos parece molestar. ¡Guionista en vez de matemático!, ¡Pueblo americano en vez de británico! . El hecho de que David Sumner tenga una profesión u otra no afea la historia. Seamos honestos.
Sí me molesta sin embargo el desafortunado puritanismo de la cinta. Me quedé con las ganas de verle las tetas a Kate Bosworth en una escena en la que aguantaron el plano hasta el último segundo antes de sacarse la camisa. Está feo deleitarme con unos hermosos pezones pero para la masacre no se escatima en detalles. Pero bueno, tampoco hay que ponerse tiquismiquis por dos tonterías.
Resumiendo. Esta nueva -Perros de paja- no es el desastre cósmico que la gran mayoría intentan hacer creer. Es correctísima y tan recomendable como lo fue la versión del 71.
El cartel reza: «Todo el mundo tiene un límite». Bien, los cinéfilos también… y estamos hasta las narices que se nos toquen hasta los peckinpahs…
El anterior remake que se hizo de Sam Peckinpah fue La huida con Alec Baldwin y Kim Basinger. Desde ese día el director de Grupo Salvaje todavía se revuelve en su tumba e intenta salir para devorar los cerebros de los responsables.
En la película original se arranca con el plano de los pezones empitonados de la protagonista detrás de un jersey blanco.
En el remake, con el torso y paquete de Alexander Skarsgård…
Los matemáticos ahora son guionistas.
Los pueblos británicos se han convertido en el sur profundo de Estados Unidos donde sólo vale el dinero en efectivo.
Las iglesias desaparecieron por campos de fútbol americano.
Llegaron los iPod…
Pero lo peor de todo es que en una película donde se habla de principios… han colocado a la protagonista un sujetador… Pezonolísticamente inaceptable.
Perros de paja (2011) hace bueno el dicho (im)popular que se hace más larga que una paja sin gusto. Menos mal que la tontería y la paja mental que se monta Rod Lurie no salpica.