Patrulla Trueno
Sinopsis de la película
En un mundo en el que los supervillanos son algo común, dos amigas de la infancia distanciadas se reúnen después de que una de ellas idee un tratamiento que les da superpoderes para proteger su ciudad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Thunder Force
- Año: 2021
- Duración: 107
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Opinión de la crítica
Película
3.5
54 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Bobby Cannavale
- Braxton Bjerken
- Chris TC Edge
- David Storrs
- James H Keating
- James Hammond
- Jason Bateman
- John Crow
- Keil Oakley Zepernick
- Kevin Dunn
- Marcella Lowery
- Matthew Atchley
- Melissa Leo
- Melissa McCarthy
- Melissa Ponzio
- Mia Kaplan
- Octavia Spencer
- Patrick R. Walker
- Pom Klementieff
- Rahiem Riley
- Sarah Baker
- Shane Berengue
- Shiquita James
- Skyler Knight
- Tai Leshaun
- Taylor Mosby
- Teish Williams
- Trevor Larcom
- Tyrel Jackson Williams
Debo decir que, lamentablemente, estas dos heroínas (de tan crackeado el film) no protagonizaron Run. Pero bueno, acá las tenemos, entre movimientos toscos y pataleos demenciales y chistes-no-chistosos y boludeces inconexas y agujeros de guión y escenas de relleno y clichés… y clichés, y clichés…
Sinopsis: dos amigas de la infancia (una negra y la otra blanca porque en la variedad está el gusto) que se separan en edad universitaria por cuestiones de prioridades personales. La negra super inteligente y la blanca super pelotuda (no vaya a ofenderse algún unicornio, obvio).
La negra puso un centro tecnológico para crear super-boludos y luchar contra los malechores (todos blancos, claro) que finiquitaron a sus padres cuando niña ella.
La blanca trabaja en la construcción , un rubro elegido por el 99% de las mujeres y tan característico del sexo femenino (claro).
Pero la cereza del postre: los que terminan reivindicando el género con el que se catalogó a esta bosta, son los enemigos de las protagonistas. Eso sí que es tenerla clara, che.
Lo mejor: ver a Sookie St. James volver a su amor por el arte culinario fue, cuando menos, nostálgicamente mágico, oh sí.
Lo peor: 0% empatía, 0% comedia pero eso sí, 100% cringe en cada palabra espetada y la cantidad de vergüenza ajena necesaria para hacerme esquivar los chistes mirando para el costado con la excusa de cebarme otro mate…
El talante recomendable para atreverte con determinados productos -sobre todo los provenientes de la ruleta rusa que es la producción de Netflix- es el de prepararte de antemano para lo peor. Patrulla Trueno, por desgracia, navega precisamente en esas aguas. Porque sí, es tan mala como parece. Y que Sam Raimi respire tranquilo, porque su Spiderman (2002) continúa siendo la mejor película de superhéroes en la que ha salido Octavia Spencer. Sin embargo, en favor de Patrulla Trueno, sí voy a alegar una virtud significativa:
Melissa McCarthy por fin ha rodado un blockbuster scifi que es patético por méritos propios y no por colgársele de antemano el contrapeso fantasmal de una existencia no deseada.
La parte buena es que Bobby Cannavale tiene la oportunidad de pasárselo bien -preferiría pensar que se ha divertido- fumándose la misma mandanga que Rupert Everett en Inspector Gadget, o que Jason Bateman retome los hábitos zoomórficos, 34 años después de De pelo en pecho 2, pasando de licántropo a ser un crustáceo con resultado no mucho más convincente.
Si Patrulla Trueno fuera la infinitésima parte de buena que su tema musical y el resto del soundtrack -por aquí se dejan caer Corey Taylor, Lizzy Hale, Scott Ian, Dave Lombardo, AC/DC o Whitesnake- podría haber aspirado a ser simplemente un poco mejor que Steel o Superhero movie.
El doblaje español pone la guinda al pastel denominando maleantes a la raza de supervillanos que pone patas arriba a los habitantes de Chicago.
Una mierda muy, muy gorda. Y juro que lo de gorda no va con segundas.
Una cinta con una buena premisa sobre el mundo de los superhéroes, una realidad en que existen personas con poderes especiales pero la combinación que los produce hace que todas ellas sean sociopatas. Un material que podría servir para hacer una buena obra al estilo de The Boys o Invencible.
Pero esta película no va de eso, eso es solo la premisa, y se trata de una comedia familiar para todos los públicos donde el humor es el típico del personaje de Melissa McCarthy, es decir bastante vulgar y escatologico y un tanto bizarro por momentos. Lo bizarro y lo paródico es lo que predomina al tratar el tema heroico, siendo la mayoría de chistes sobre burlarse de elementos como que el malo elimine esbirros, verborrea fusionando elementos mundanos y demás.
El tema central es la amistad entre los personajes de Melissa McCarthy y Octavia Spencer, que empezó de niñas y poco a poco fueron distanciándose, ya que el personaje de Octavia emplea todo su tiempo en encontrar la manera de conseguir poderes para gente como ella y acabar así con los villanos que mataron a su familia.
Con un punto nostálgico y buenista se sabe el desarrollo completo de la trama desde el primer minuto, y no es tan graciosa ni entretenida como debiera, aún así, los personajes de Jason Bateman, Bobby Cannavale y Pom Klementieff ofrecen cosas positivas y es más o menos lo que cabía esperar de inicio.
Llegué a esta película por mi interés hacia Octavia Spencer, que me ha parecido siempre una actriz interesante, pero debo reconocer que sus últimos trabajos distan mucho de buena calidad (Dolittle, The Witches, y Ma son películas malas por donde las mires, y súmale esta).
De Melissa McCarthy solo puedo decir que lo siempre digo, una actriz sin gracia.
En fin, para no alargarme mucho, Thunder Force es mala, malísima y ridícula por mucho rato. Fuerte candidata a lo peor del año.
Sorprende al principio, consiguiendo algunas risas (por la película, pero también al reírnos de ella) en un sólo aceptable primer acto, que incluso siendo lo mejor, cuenta con algunos segmentos cringe incómodos de improvisación de chistes malos que se alargan por ninguna razón.
Pero cuando se llega al segundo acto, esos momentos ya se hacen constantes, el sin sentido consume a la mínima historia que habían presentado, y lo peor de todo es que ya nada hace gracia. Las escenas son tan malas en todo sentido, que sólo provocan vergüenza ajena, si eso.
En definitiva, los villanos de Bobby Cannavale, Pom Klementieff y Jason Bateman, criminalmente inutilizados, son mucho más efectivos que las protagonistas y hubieran podido hacer una mucho más graciosa película (algo no tan difícil, es verdad), pero sus mínimos minutos de pantalla se desperdician en este desastre de comedia .