Pacto de honor
Sinopsis de la película
En el año 1870, una caravana que intenta llegar hasta Oregón tiene que detenerse en un pequeño puesto fronterizo, pues no es prudente que atraviese territorio sioux. Desde el fuerte Laramie envían a Johnny Hawks, un hombre experimentado en el trato con los indios para que actúe como intermediario.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Indian Fighter aka
- Año: 1955
- Duración: 85
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Opinión de la crítica
Película
6.3
72 valoraciones en total
Western brillante, rodado en parajes naturales de Orgón, que aportan escenarios de gran espectacularidad y notable belleza visual. El director, André de Toth, hábil y experimentado, construye una obra de gran dinamismo, de notable emoción y de una fuerza dramática poco común. Las escenas de las cargas de los indios contra el fuerte, de la marcha de la caravana de colonos, del regreso precipitado de la misma hacia el fuerte, de la aproximación entre indios y colonos con deseos de comprar y vender y otras proporcionan al director la ocasión de construir secuencias vibrantes, de gran realismo, de excelente concepción y de una realización impecable. Rodada en cinemascope, el director aprovecha las oportunidades del mismo para resaltar la grandiosidad de algunas escenas. En este sentido citaremos dos: aquélla en la que la lona de uno de los carros de colonos ocupa por unos instantes toda la superfície de la pantalla cuando huyen hacia el fuerte o aquélla en la que la mitad superior del cuerpo de Johnny Hawks (Kirk Douglas), apoyado sobre una rodilla y en posición casi horizontal, ocupa dos terceras partes de la pantalla. La fotografía se aventura a presentar combinaciones de colores muy vistosas y poco habituales. La música de la banda sonora ensaya composiciones de viento y percusión que corresponden a armonías propias del XX y aportan a la obra un aire fresco de modernidad y contemporaneidad poco habitual.
Un sólido y buen western del artesano André de Toth, con un Kirk Douglas rebosante en su papel de capitán de un tren a través del territorio indio, enamorado de una piel roja Martinelli.
La película está muy bien contada y posee acertados rasgos de humor y hasta de erotismo. Buen reparto de secundarios para una película muy entretenida.
Johnny Hawk es un trampero rudo y descarado que se lleva bien con indios y ejército. La aparición de una mina de oro en territorio Sioux provocará que dos ambiciosos bandidos rompan los tratados de paz con los indios y que éstos se pongan en pie de guerra. Sólo Johnny, gracias a su amistad con los indios, podrá impedir una masacre.
Si André De Toth -notable realizador de películas del Oeste- fue uno de los pocos directores que sacó partido de Cara de piedra Randolph Scott qué no fue capaz de conseguir con un correcto guión, unos excelentes actores y un presupuesto algo mayor que el de los austeros westerns serie B. Pacto de honor es una muy buena película con un Kirk Douglas un tanto henchido de sí mismo (se notaba que era la primera película de su reciente productora) pero aportando al personaje vitalidad, carisma y simpatía a raudales. Ni que decir tiene que Douglas lleva todo el peso de la película pero no todo el reconocimiento, porque, como decía antes, Dé Toth no sólo dirige con maestría sino que nos regala planos hermosos y un asalto al fuerte con bolas de fuego verdaderamente original, convincente y admirable.
Un pequeño gran western es el que encontraremos en esta estupenda Pacto de honor que no defraudará en ningún momento a los aficionados al género.
Dos son los grandes atractivos de esta meritoria película. Por un lado unos escenarios naturales rodados en Oregón y fotografiados magníficamente por Wilfred M. Cline, experto en westerns (La ley del Talión entre otros) que no dejará indiferente a nadie y que le separa claramente de los que se rodaban en estudio que tienen la mayor parte de ellos mucha menos fuerza y presencia, ya que si hay que pedirle algo a una historia del oeste es que la naturaleza y los paisajes sean un protagonista más de la trama. Y aquí lo son y de verdad.
El otro punto fuerte es que podremos asistir a uno de los mejores ataques a un fuerte rodados sin lugar dudas en la historia del cine. Habituados a que los indios ataquen como si fueran mezquinos soldados de tercera fila, aquí por el contrario contemplaremos técnicas de asedio y asalto que harán las delicias de todos nosotros.
Si además tenemos de protagonista a un Kirk Douglas que se mueve igual de bien que siempre, en un momento físico y mental de los más brillantes de toda su carrera, acompañado por Walter Matthau –eso sí bastante desaprovechado- y una morbosa Elsa Martinelli en uno de sus primeros papeles, el resultado es francamente bueno, a pesar de las limitaciones propias de este tipo de historias que hace intrínsecamente que tampoco puedan alcanzar pretensiones de obra maestra obviamente.
Con seguridad el mejor western de André De Toth, y uno de los más recomendables de mediados de los cincuenta, ya que además nos ofrece un mensaje ideológico que al menos no es antiindio y que reivindica un cierto mestizaje y una paz y diálogo entre las diferentes culturas, pueblos y razas de América del Norte.
Lástima que sólo fuera una película, porque la realidad fue bien distinta.
Lástima que una película del Oeste como ésta, rodada casi integramente en exteriores naturales y en cinemascope, con un ataque de los indios a un fuerte bastante conseguido, se quede en esto, pues aún con la presencia siempre estimable de Kirk Douglas la pelicula le falta un mejor guión, más atrayente, con menos tópicos, y una fotografía que no siendo mala, personalmente opino que desmerece en un Western filmado en escenarios naturales con la mayor parte del metraje del film con secuencias nocturnas o de atardecer, dando como resultado una película oscura y dura de color privándonos de la espectacularidad de los paisajes y el brillo consiguiente de las imagenes.
Esta producción se puede ver como distracción sin más, con un desaprovechado Walter Mattau y Elsa Martinelli mostrando un poco de erotismo y pocas aptitudes de actriz.
José Antonio ZG