Ojos de fuego
Sinopsis de la película
Drew Barrymore interpreta a una niña de ocho años dotada de un poder sobrenatural que le permite provocar incendios con la mente. Esta incontrolable y peligrosa habilidad fue adquirida por la niña a raíz de un experimento respaldado por el gobierno de los Estados Unidos, que pretende explotar este don como un arma secreta.
Detalles de la película
- Titulo Original: Firestarter
- Año: 1984
- Duración: 115
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Opinión de la crítica
Película
5.1
46 valoraciones en total
Lamentablemente Firestarter es otro producto cinematográfico más que despilfarra una interesante historia pergeñada por el maestro del terror Stephen King.
Esta cinta es cutre, aburrida, muy lenta, desaborida, con muchos diálogos insustanciales y preocupantemente anémica de excites.
Más de la mitad de la película nos la pasamos bostezando de tan insípida que resulta en sus situaciones, y en su tramo final, cuando los responsables del filme quieren por fin poner algo de emoción y de acción en el relato, allí el filme se transforma en una oferta delirante e irrisoriamente exagerada en sus situaciones, desnudando y poniendo en evidencia las pocas luces del guionista Stanley Mann para adaptar a la gran pantalla la interesante novela de Stephen King.
A favor hay que mencionar que por ser una cinta de terror hay un gran reparto: Drew Barrymore (muy pequeña, pero muy sólida en su protagónico), el gran George C. Scott en plan de villano muy maloso, Martin Sheen como director del servicio de Inteligencia Científica del Gobierno de los EEUU, Louise Fletcher y David Keith entre otros actores de renombre. Como se puede ver este filme cuenta con un gran elenco pero con un guión tan deslucido que en vez de miedo y emociones sólo provoca apatía y fastidio en el espectador.
Ni las experimentaciones científicas, ni la piroquinesis, ni el poder mental de controlar las voluntades de otras personas, ni el espíritu asesino y exterminador del personaje de George C. Scott logran estimular en la manera de lo esperable al espectador. Aburrida durante gran parte del metraje y ridícula en su desenlace de tan licenciosa que se torna, por tanto es un producto muy flojo que ni hace honor a la novela de King ni sirve como mero pasatiempo de horror. Sólo rescatable son las actuaciones, pero no alcanza sólo con ello.
No hay palo en el mundo paranormal que no tocara Stephen King en sus inicios.
Aquí nos contaba la historia de una niña con poderes piroquinéticos (creación y manipulación de fuego con la mente).
Como es normal, fuerzas oscuras del Gobierno la persiguen para investigarla, pero ella solo quiere una vida normal.
En fin, como podemos ver, una historia fantástica de gran simpleza. Muchos de los relatos de King no tuvieron éxito por sí mismos, sino por contar ciertos temas por primera vez de una forma que atrapa al lector.
Por suerte, la adaptación cinematográfica es bastante fiel a la novela, y lo que se dice para una sirve para la otra.
Sin duda lo mejor es la actuación de Drew Barrymore, una encantadora niña a la que el destino no se lo pone fácil. Pero también está ahí George C. Scott, un gran actor, haciendo un papel más que interesante.
Los efectos especiales no tenían las cotas de espectacularidad que ahora proporcionan los ordenadores, pero estaban bastante bien hechos.
Y la historia en sí misma, engancha aunque hay que reconocer que ni es una de las mejores novelas de King ni tiene un ritmo frenético, sobre todo en su parte central (instalaciones de los malos). Aunque en este caso no hay demasiado terror, sino más bien fantasía y ciencia ficción.
Sobre todo viene bien por ver en imágenes el texto del rey del terror, y también por ver una buena actuación de esta niña prodigio. Barrymore sigue haciendo cine, pero últimamente no destaca demasiado ni hace mucho. Su mejor etapa es cuando era niña, obviamente, porque también salía en E.T. .
Correcta adaptación de una novela de Stephen King, pero perjudicada por su duración y sobre todo repetitiva en cuanto a la historia. Buen papel de por entonces una angelical niña Drew Barrymore, con un mayor protagonismo que en E.T , acompañada por otros efectivos actores como David Keith, Martin Sheen o George C. Scott. Se puede ver, sobre todo si eres aficionado a las novelas del rey del terror.
Mi nota: 6,3
No puede decirse que Stephen King pueda quejarse en general de la calidad de las adaptaciones cinematográficas de sus obras. Más bien, lo contrario: tienden a mejorar el original, quitando morralla y dejando intacto los mejores hallazgos. Ahí están El Resplandor o La Zona Muerta, auténticos peliculones de la mano de Kubrick o Cronenberg o, más modestamente, el Carrie de De palma, que, siendo discreta, hace buena una de las novelas más fallidas de King.
Sin embargo, qué le vamos a hacer, no todo el monte es orégano. Y, de vez en cuando, para desgracia de sus lectores, King se topa con algún gilipollas que no distingue una claqueta de su culo y que le destroza alguna novela. Ejemplo de libro (y nunca mejor dicho) es esta pestilente adaptación de Ojos de Fuego, que se las arregla para convertir uno de sus relatos más sombríos, claustrofóbicos y perturbadores –para más inri y acojone, lejanamente inspirado en ciertos experimentos reales realizados por la CIA bajo el epígrafe MK-ULTRA- en una payasada superficial, inverosímil y grotesca de lo que lo único destacable son unos efectos especiales que, encima, han envejecido terriblemente mal.
¿Lo más cachondo? Pues que el film es relativamente fiel a la novela. Fiel al texto, claro, pero no al espíritu. Y es que el tal Lester se las arregla para que escenas que negro sobre blanco te los ponen de corbata te provoquen vistas aquí una risotada nerviosa (a medio camino entre la de asombrada incredulidad y la de vergüenza ajena).
Algo, para que negarlo, a lo que contribuye decisivamente el reparto: sin duda, el peor aprovechado de la historia del cine. Y es que todavía no comprendo cómo demonios convencieron a Martin Sheen o a George C. Scott para embarcarse en este Titanic que sólo sirvió para que materializasen las peores interpretaciones de sus carreras. Irónicamente, la única que se salva de la quema –un aplauso por mi ingenio, por favor- es Drew Barrymore, que, por aquello de llevar la contraria, firma, a sus nueve años, la única actuación fumable de su prescindible carrera artística.
En definitiva, una torpe peliculilla de serie B, pese a su presupuesto y reparto de Serie A, a causa de su dirección de Serie Z. Uwe Boll no podría haberla cagado mucho más.
P.D.: Por si no se ha notado, la película me quema bastante…
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Otra cosa: curioseando en el buscador, me acabo de topar con un dato sumamente significativo que me confirma en todo lo dicho:
El tal Mark L. Lester tiene en su haber Pterodactyl , una joya cuya media, 1.7, barre registros negativos en esta web.
Con un argumento expléndido, Ojos de Fuego narra el drama de una familia con la que experimentaron y de la cual nació una hija con piroquinesis , es decir, facultad para provocar incendios mentalmente.
La película es buena y consigue hacerse creíble, sobre todo en el descontrol que la niña tiene sobre sus poderes y el miedo que provoca en ella usarlos.
Sin embargo no consigue dar la misma sensación que el libro transmite y uno que haya leído el libro, tras vera, puede sentirse incompleto. Pero no por ello deja de ser una buena película interesante. Eso sí, es muy triste.