Oficio de tinieblas
Sinopsis de la película
El poderoso hacendado Leonardo viola una India que le lleva con trampas una tendera. Luego él discute con su esposa, la rica Isabel, que le reprocha ser su prisionera desde que murió su primer marido, a quien ella cree asesinado por Leonardo. También le reclama su amor por La alazana, y le recuerda que él fue un huérfano criado por frailes. El arzobispo encarga la parroquia de San Juan Chamula a un joven cura rebelde. Una india rica pide a la joven violada para su hermano retrasado. La alazana se gana la voluntad de la paralizada Indolina, hija de Isabel, y Leonardo discute con el ingeniero Ulloa, esposo de La alazana, por el reparto de tierras que debe hacer el ingeniero. Luego habla mal de él mientras hace el amor a La alazana. El cura joven destruye los ídolos de los indios y Leonardo lo anima a provocarlos. Ellos matan al sacerdote y hay muchos apresados. El ingeniero aboga por ellos pero el gobernador se niega a defenderlos. Un ayudante del ingeniero azuza a otros indios contra los ladinos porque de todas maneras los van a reprimir. Los chamulas crucifican al hijo de Leonardo y la india para que sea su Cristo y atacan a los blancos. Los terratenientes culpan al ingeniero y el gobernador reconoce a Leonardo como líder y él hace asesinar al ingeniero. El obispo revela que Indolina puede caminar y escribe denuncias contra Leonardo pero que él será gobernador.
Detalles de la película
- Titulo Original: Oficio de tinieblas
- Año: 1979
- Duración: 105
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1934. La comunidad indígena chamula, descendiente de los mayas, reclama el reparto de tierras pero los terratenientes están en contra de cualquier reforma y además cuentan con el apoyo del Gobernador. Ante esta situación los chamula preparan una sublevación que da comienzo con una celebración ritual en la que rinden culto a unas imágenes antiguas o idolillos de sus divinidades ancestrales. Estas ceremonias no son del agrado de las autoridades religiosas del lugar y Monseñor manda a un Padre de la Iglesia Católica al santuario de la indiada para hacerles cambiar de práctica religiosa y abracen la doctrina cristiana. Así sin más. Como el sacerdote para los chamulas paganos es semáforo de medianoche (nadie le hace caso), éste para hacerse de notar, emplea una vara para fustigar al primero de los indios con que se encuentra. Y claro, si empleas la violencia tú solito contra un miembro de una comunidad de 200 allí reunida, encima en su santuario y si además añadimos que este pueblo indio se ha bañado por dentro con botellas de aguardiente porque forma parte de su liturgia ceremonial… el resultado es 1 muerto a 0.
Pero, no obstante, la revolución que tenían prevista para conseguir poner fin a su drama social acaba siendo reprimida –rápido rápido– con la llegada del ejército y cuando uno de sus caudillos, un ingeniero y tal, es asesinado.
Paralelamente hay otra historia de tipo culebrón que ameniza un poco la cinta con el destape de alguna que otra chamaca (pelusilla del cine de la época, no hay más) combinada con otras escenas de secretos y triquiñuelas familiares varias.
Máxima fidelidad en los escenarios y en los trajes regionales pues fue rodada en el pueblo de San Juan Chamula, en el estado de Chiapas, México.
Mi puntuación ha sido floja porque en siete u ocho momentos del film he echado unas cabezaditas, lo cual paradojicamente pueda sorprender en vista de mi atenta crítica. Esto solo se explica por una razón: hoy tenía ganas de escribir a cualquier precio.