NN: Sin Identidad

Un comentario en «NN: Sin Identidad»

1. La temática de NN innegablemente es interesante. Se centra en una época oscura del pasado peruano, en donde el conflicto interno contra las fuerzas terroristas dejaba muchas pérdidas, vidas destruidas y desaparecidos, todo desde el punto de vista de un grupo de investigadores forenses que se encargan de exhumar cuerpos e identificarlos. Aparentemente, se muestra como una cinta que llamaría a la reflexión y de la que se podría esperar un hilo argumental poderoso que pueda conectar todas las emociones que los acontecimientos evocan, sin embargo, hay una serie de peculiaridades de NN que impiden que al menos el público lo vea de esa forma.
   
   El director Héctor Gálvez desde un inicio marca la pauta de ritmo que seguiremos durante la duración de toda la película, pausado, de planos cercanos de larga –muy larga- duración en la que asumimos busca profundizar con una intención muy pasiva los detalles del día a día de Fidel (Paul Vega), nuestro personaje principal, así como de los otros personajes que apreciamos en la cinta. De hecho sí, lo consigue, pero esta obsesión por el detalle también debe estar alineada al desarrollo de la historia como tal, en la que el uso de una excesiva simpleza y la carencia de diálogos pueden provocar un efecto de lejanía y casi nula empatía con los protagonistas. Probablemente este efecto colateral no formaba parte del plan de Gálvez, pero de que es extremadamente evidente en los 90 minutos de filme lo es, se aprecia una suma de hechos que ocurren de manera secuencial pero que globalmente transmiten muy poco.
   
   Acerca de las actuaciones, Paul Vega realiza una buena caracterización de su personaje de especialista forense, serio, melancólico y con una capacidad particular para manejar el ritmo lento de la película. Antonieta Pari interpreta a Graciela, una mujer que reclama los restos de su fallecido esposo, cuyo desenvolvimiento es de un nivel regular y bastante prudente. La colombiana Isabel Gaona con un ritmo diferente por momentos puede darle un respiro al espectador luego de tanta parquedad, mientras que Lucho Cáceres tiene una caracterización diferente al resto, más espontáneo y carismático. No obstante, debo decir que no se llega a desarrollar ningún personaje, solo se aprecian una serie de situaciones con diálogos muy superficiales, sin tensión o sorpresa ni alguna circunstancia que marque alguna personalidad particular. No se sabe si hubo intención de darles una pizca de profundidad a los personajes porque el guión simplemente no lo refleja en ningún momento.
   
   Desde lo técnico, la fotografía es notable, sobre todo en los paisajes filmados a campo abierto además de los edificios públicos que el protagonista visita en un par de escenas. Si se tuviera que definir la tonalidad de la película en una corriente literaria, sin dudas sería existencialista, jugando con la velocidad, el ritmo, los colores, los matices y los enfoques. Camus estaría muy orgulloso de este trabajo.
   
   Cabe decir que filme fue escogido para representar a Perú en la siguiente entrega de los Premios de la Academia 2016. Asumo que el contenido filosófico y abierto a la interpretación de un público –muy selecto por cierto-terminó por convencer a los que la hayan escogido. De hecho posee varias escenas para analizar desde la perspectiva poética e invita a buscarle la interpretación de no olvidar el pasado. Puede que a varios los transporte a un estado de conciencia plena del sufrimiento de miles de personas durante las épocas de conflicto pero se queda en algo que depende mucho de la generosa imaginación que pueda tener el espectador. No hay mayor componente tangible como tal y en lo personal creo que no es la cinta ideal para que pueda pelear por un Oscar.
   
   En resumen, NN es una película cuyo trasfondo es sumamente rescatable, de eso no hay dudas y que si bien posee una premisa interesante, el estilo distante y extremadamente frío que se utilizó para desarrollar el argumento la vuelven bastante plana, lenta e incluso para algunos, aburrida. Tiene sus elementos positivos, como la técnica de grabación, fotografía y carta abierta a la interpretación, pero Gálvez tal vez no tenga idea de cuánto hubiera sumado un desarrollo de guión para hacer de esta una cinta más intensa y que toque a los espectadores de principio a fin.