Nadie sabrá nunca
Sinopsis de la película
Lucía y su hijo de ocho años, Braulio, se entretienen atendiendo radionovelas y películas. Ella anhela una vida mejor en la ciudad, ambición a la que Rigoberto, su marido, se opone. Una noche, madre e hijo, ante la ausencia del padre, dejan entrar a la casa a un hombre desconocido, el forastero, que tiene la apariencia de los héroes de las ficciones que les gustan.
Detalles de la película
- Titulo Original: Nadie sabrá nunca
- Año: 2018
- Duración: 98
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Opinión de la crítica
Película
5.8
59 valoraciones en total
Tiene una fotografía maravillosa y una historia interesante. Acertada la inclusión de escenas en b/n. Interpretaciones muy correctas, y el metraje, también.
He visto poco cine con bandera mejicana. Éste me ha sorprendido.
Aquí y en muchas partes se habla de sueños y anhelos, de fe y esperanzas. Y para que se cumplan se necesitan cambios. Por distintas circunstancias en muchos sectores, mayormente en la vida rural, se vive estancado en un estado de resignación que hacen dfíciles e imposibles, dichos cambios, por eso en la historia vemos cómo los personajes se refugían viviendo una vida alterna en una radionovela o en una película. El progreso, ese progreso que nomas no llega y la vida se va y todo sigue igual. La modernidad no hace justicia a eso pueblos olvidados, todo es para la gran Ciudad, aunque sea mera ilusión. Un ejercicio por demás interesante, elegante el uso alternado del blanco y negro, que no se queda en la mera nostalgia, que recurre de cierta manera al cine clásico mexicano en cuanto al estereotipo del personaje sumiso que desea romper su alineamiento, sacudirse ese machismo rampante, a esos bellos paisajes para el espectador, pero que actúan como prisión para quienes los habitan. Una mirada al pasado que tristemente tiene mucho valor a presente, poco ha cambiado, por no decir que nada.
En el recuerdo de los años 80 —de la cual nuestra generación, la X, ya tiene antecedentes político-sociales, Jesús Torres Torres se va hacia la recreación rural de ese momento, en el cual los roles de género se encontraban con gran arraigo, al grado de normalizar el amargo acontecer de aquellas mujeres inculcadas para aguantar los pesares del matrimonio.
«Nadie sabrá nunca», nos conduce por una historia sustancial del maltrato, conformismo, pobreza, sueños, cine y el aleccionamiento con que el México difundía a través de la tele o radionovela el clasismo y racismo implícito en historias rosas pero clasistas, con personajes clave para reiterar la posición en los escalones sociales de un país dividido desde siempre.
Lucía y Rigoberto son un matrimonio como tantos, asediado por la falta de entusiasmo, las obligaciones y la falta de oportunidades que propicien su crecimiento personal y de pareja. Ella, con un sentido crítico de su situación, piensa en Braulio, su hijo mayor, a quien trata de convencer con una vida mejor en la Ciudad de México, donde podrá estudiar y acceder a un estilo de vida mejor que la que tienen para ese momento. Sin embargo, sus perspectivas son cuestionadas por familares, vecinos e incluso su propio marido.
Con un fabuloso trabajo de fotografía, una locación en la que el tiempo pareciera estático y un estupendo reparto, la película obtiene grandes aciertos, que conjugan la onírica de la voz silenciada de la protagonista, que se permite su propio erotismo, para escapar de los designios maritales que socialmente fueron establecidos.
Con una Adriana Paz enrolada en el papel de una madre, con despertares extraordinarios a los de sus congéneres, se aventura con el director hacia una historia cruda, con referencias al otro cine rodado en México y sus salas gigantescas con decenas de butacas abarrotadas por los espectadores.
Bien retratada la realidad que se vive en muchas comunidades apartadas, y no tanto. El manejo del guión me gustó mucho, sobre todo esa interacción entre la realidad y la imaginación, no sólo de ella sino también del hijo.
En fin, una pelicula muy recomendable. Le doy 9/10