Mi mejor regalo
Sinopsis de la película
Mi mejor regalo es la historia de Daniel (Plutarco Haza), quien después de encontrarse en un momento difícil tanto afectivo como profesionalmente, la vida le regala una motivación para seguir adelante. Un día, inesperadamente toca a la puerta de Daniel su antiguo suegro, Don Gustavo (Aarón Hernán), quien llega con la noticia de que tiene una hija, Samantha (Sophia de la Mora), producto de la relación con una ex novia (Eréndira Ibarra) de hace 8 años, pero desafortunadamente ella ha muerto y ahora él tiene que hacerse cargo de su hija. Durante esta travesía, Daniel vuelve a descubrir el amor en Katia (Claudia Lizaldi), maestra de Samantha, quien ayuda a ambos a reconocerse como padre e hija, ayudando a crear entre ambos un importante lazo de comunicación y afecto.
Detalles de la película
- Titulo Original: Mi mejor regalo
- Año: 2013
- Duración: 84
Opciones de descarga disponibles
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Para gustos los colores… dice por ahí algún dicho, y la mata sigue dando producciones donde los directores tratan de ser complacientes y evitan aspectos escandalosos que los clasifiquen fuera del apto para todo público , y pretenden que a través del melodrama ramplón les prolongue la semana de rigor impuesta por los exhibidores.
Mi mejor regalo de José Gerardo vuelve a ser un claro ejemplo del poco interés que el público muestra sobre estas entregas, la taquilla no le favoreció y hoy se encuentra disponible en streaming de Netflix —donde la plataforma invierte en películas de bajo costo a fin de ampliar su oferta—, por lo que sus recientes lanzamientos dan lo que se omitió en marquesinas.
El director y guionista apuesta por una trama que raya en lo pueril —y no precisamente porque uno de los protagonistas sea una niña—, sino por lo facilón con lo que establece el problema y sin duda lo soluciona. A modo de telenovela de 80 minutos se nota una pulcritud en parlamentos y situaciones en develación de su postura moralina y banal acerca de la paternidad. Los detalles dan escenas que sobrepasan el optimismo y convertirlo en un ejemplar de superación personal, al que siendo benevolentes se visiona en sobremesa sin expectativas mayores.
Sin desentonar con el integral del producto, el elenco y principalmente la pareja central dan la tesitura acartonada, sin naturalidad y adheridas al común denominador que pululan en canales televisivos encasillados en el esquema.
La pulcritud como defecto hace criterios adormecidos y estancados en el formato que retrata un modus vivendi aspiracional, pero engañoso.