Mi corazón no late si no se lo dices

5 comentarios en «Mi corazón no late si no se lo dices»

1. Un film de terror independiente que consiguió el pasado año en Sitges el premio a la mejor película (Noves Visiones) y mejor director novel. Una historia turbia realizada con poco dinero pero con mucho ingenio.
   
   Dos hermanos Dwight y Jessie cuidan a otro hermano adolescente llamado Thomas, padece una grave enfermedad inusual que lo está consumiendo. Para sobrevivir necesita beber sangre fresca humana. Sus dos hermanos se esfuerzan en conseguirle cuerpos para darle de comer y conseguir algo de tiempo. Pero esto no es una cura y comienzan a plantearse si seguir o no cometiendo crímenes….
   
   Se explica poco de como el joven ha llegado a esta situación que relacionamos con el vampirismo, pero por medio de detalles sutiles vamos comprendiendo este ciclo de dependencia agotador, que están sufriendo los hermanos mayores para intentar salvarle la vida.
   
   El director Jonathan opta por rodar en 4: 3 y en tonos de color muy oscuros. La narrativa es lenta con algunos arranques bruscos muy eficaces, lo que consigue inquietarte bastante, en realidad es una película triste y dramática que nos habla sobre la dependencia con una situación algo imposible, que puede asemejarse a otras adicciones.
   
   Destino Arrakis.com

2. Película que combina drama intimista con terror, que es la ópera prima de su director, y está protagonizada por el también productor, Patrick Fugit (First Man, 2018), y Ingrid Sophie Schram (El Hilo Invisible, 2017).
   
   Dwight y Jessie están en desacuerdo sobre los cuidados de su frágil y enfermo hermano menor Thomas, que solo vive de la sangre humana. A Dwight le cuesta comprender que para que su hermano viva tengan que dejar tras de sí un reguero de cadáveres, pero cuando empiece a distanciarse de su familia, la implacable Jessie hará lo que sea necesario para mantenerlo en casa.
   
   La película hace gala de un tono triste que inunda la película de principio a fin, elemento que se ve reforzado por unos personajes interpretados de forma notable, que cuentan una historia dramática en la que, por desgracia, algunas personas se podrán ver reflejadas en cierta medida. El gran punto flojo de la cinta radica en un ritmo demasiado pausado que provoca que la película no sea para todo el mundo, centrándose más en la parte dramática, que en los elementos más terroríficos que afrontan el vampirismo desde una perspectiva diferente a lo que estamos acostumbrados.
   
   Aunque con algunos defectos, Mi Corazón No Late Si No Se Lo Dices es una película diferente que nos ofrece un correcto relato de terror, además de dejar alguna triste relectura bastante evidente.
   
   Nota personal 6/10

3. My Heart Cant beat unless you tell it to es un film triste, desgarrador.
   
   Lo que podría ser una simple vuelta de tuerca más al género vampírico, se revela en una magistral Opera Prima de su director Jonathan Cuartas que utiliza el género como coartada para reflexionar sobre procesos como la culpa, la enfermedad y sobre los vínculos familiares.
   
   Se nos cuenta la historia de una familia en la que el vampirísmo (en ningún momento del film aparece este término) del hermano menor, es planteado como una enfermedad incapacitante que obliga a los demás a conseguirle sangre, generando unas dinámicas destructivas. Sus personajes están trazados con honestidad y realismo y las interpretaciones saben dotar de profundidad suficiente como para que empaticemos con ellos, a pesar de su desesperada existencia.
   
   El film tiene un tono triste, ratio de aspecto y paleta de colores potencian esa sensación deprimente y la puesta en escena de su director sabe jugar inteligentemente sus cartas para, a pesar de todo, elaborar un film hermoso en su desaliento, que huye de efectismos y que acaba siendo una brillante muestra de cine de género inteligente y adulto.

4. De entrada decir que es una película que gustará a un tipo de público que busque ver un oscuro drama familiar, sobretodo si sufre o ha sufrido en sus propias carnes ese tipo de situaciones. De todas maneras si no eres muy dado a las historias más melancólicas y te va más el cine trepidante y de acción, es un film falto de fuerza. El ritmo tampoco ayuda a que su seguimiento sea plácido ya que explora una situación con un toque de decadencia y tristeza.
   
   Dwight y Jessie son dos hermanos con algunas desavenencias en cuanto al cuidado de su hermano menor, aquejado de una extraña enfermedad.
   
   Si la idea de su director y guionista Jonathan Cuartas era mostrarnos una historia trágica y melancólica dentro de una familia con un protagonista insatisfecho con la situación que le toca vivir, tenemos que afirmar que lo ha conseguido plenamente. Es como decir que se encuentra en una condena en vida. Ese tono tan personal del director hace que si entras en el juego, te puedas llegar a emocionar y hasta empatizar con el protagonista. En caso contrario parecerá que la condena la estés sufriendo tú.
   
   Hay algunos momentos que rompen la dinámica del film y que precipitan ciertas situaciones que hacen algo más ameno su visionado, aportando matices interesantes como podría ser el uso de personajes marginales ajenos a la familia, entre ellos homeless y prostitutas.
   
   De la trama no podemos explicar mucho más, ya que si no os aguaríamos la fiesta. El guion, por lo tanto, juega algo con el espectador y lo hace de manera sibilina aportando algunas pinceladas que hacen captar nuestra atención. Evita por lo tanto la ya tan manida vuelta de tuerca o, si lo preferís, es un giro de guion a cámara lenta, quizás demasiado para nuestro gusto. Por lo apuntado el screenplay es uno de sus puntos fuertes, sin escatimar alguna que otra escena digamos que fuerte y que tanto os gustan.
   
   Las interpretaciones están muy repartidas. El protagonista es Patrick Fugit, en un papel al que dota de un cierto humanismo no exento de profundidad. Le secunda Ingrid Sophie Schram que recrea a una Jessie que se mueve en sentimientos encontrados y al que da fuerza y convicción. El tercero en discordia es Owen Campbell que se hace cargo, de forma muy acertada por cierto, del papel del desvalido Thomas. En un papel algo más menor tenemos a Judah Bateman.
   
   Estamos ante un film que se aparta algo de lo visto en el género de terror de la actualidad. La etiqueta terror tendríamos que ponerla entre comillas, pero por alguna escena escabrosa, salva ese escollo convirtiéndose en un producto curioso recomendable a los que buscan algo más que la sangre, aunque de eso sí que hay.
   
   https://www.terrorweekend.com/2020/10/my-heart-cant-beat-unless-you-tell-it-to.html

5. Jessie y Dwight están al cargo de su hermano menor Thomas, aquejado por una terrible enfermedad, la de beber sangre humana.
   
   La situación es cada vez más insostenible ya que para que su hermano se alimente tienen que matar a personas.Poco a poco los lazos familiares y cada hermano individualmente van resquebrajándose.
   
   Interesante ópera prima de Jonathan Cuartas en la que realiza un film de terror/drama doméstico y vampirismo usando este último subgénero de forma muy sutil.
   
   El vampirismo es usado en este film de forma muy realista, a modo de metáfora de la adicción por ejemplo y poco a poco ves como esa enfermedad va desgastando a la familia, el amor, la decencia, el sacrificio, hasta la destrucción.
   
   Tiene un aire a la magistral Déjame entrar en su tratamiento.
   
   De un ritmo tranquilo pero bien ejecutado y rodada con un bajísimo presupuesto esta película independiente demuestra que la creatividad no necesita al dinero para nada.