Merced
Sinopsis de la película
Hammerfest es un pueblo noruego al borde del océano ártico en la punta ubicada más al noreste del país. Entre el 22 de noviembre y el 21 de enero el sol no se aparece por el horizonte. El pequeño pueblo absorto en un sueño glacial en algún lugar entre la noche oscura y un crepúsculo permanente es ahora el hogar de una pareja alemana y su hijo. Niels, es un ingeniero que trabaja en una planta de gas natural licuado localizada en una pequeña isla opuesta a Hammerfest. María, es enfermera de un hospicio para enfermos terminales y ha decidido reunirse con su esposo para apoyarlo en este cambio en su carrera. La pareja parece adaptarse bien a este mundo sombrío, nocturno y a veces surrealista. Sin embargo, un día camino a casa desde el trabajo, María se ve involucrada en un accidente. Al parecer, arrolló a alguien o a algo. Desesperada es incapaz de enfrentar la situación y huye. A medida que se desarrolla la historia, surgen ciertas interrogantes fundamentales ¿Es posible vivir tu vida sin compasión o sin poder perdonar?
Detalles de la película
- Titulo Original: Gnade (Mercy)
- Año: 2012
- Duración: 132
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Opinión de la crítica
6.4
90 valoraciones en total
De una serie de buenas películas que inauguraron el siglo veinte, ahora tenían que empezar a salir las regulares y las flojas películas en esta segunda década. Ojalá no sea por mucho tiempo.
Gnade es una historia que promete pero que no deja sino zozobra y el lamento de haberle dedicado los minutos a este pobre filme. Que hay buena fotografía, sí, que hay buenos actores, también. Sin embargo, y esto es algo que nunca sobra recordarlo, con estos elementos no se hace una buena historia, solo son eso: elementos. Lo esencial queda muchas veces dentro de lo que hace un buen guión y una rigurosa dirección que tenga la claridad para sacar de la oscuridad los momentos más difíciles. Aquí, a la inversa, cada segmento se hace más tortuoso y tedioso de llevar por el espectador, logrando lo contrario al cariño y al apego que los buenos filmes deberían despertar.
Las películas sobre atropellos han formado un subgénero ficcional tan recurrente como un cliché. Entiendo que se pueda utilizar dicho argumento como punto de partida, aunque en el filme de Matthias Glasner se extiende a un metraje superior a dos horas. Merced pone numerosos elementos en disposición desde su inaugural división en mosaico de ese triángulo familiar, compuesto por un padre que empieza a tener una aventura con una compañera de trabajo, con una madre que asiste muy eficientemente a enfermos terminales y con un hijo que se dedica a seguir los avances de sus padres a través de su móvil (pescar, desde luego, no es lo suyo). La madre atropella durante la noche polar algo por accidente pero entra en shock y se da a la fuga. El padre revisa el lugar de los hechos para no hallar nada. Al día siguiente la policía descubre cerca de ese lugar el cuerpo sin vida de una joven que se apartó de la carretera una vez fue atropellada… El matrimonio decide mantener silencio mientras que el hijo, junto con el matón de la clase (caracterizado con un vestuario repleto de calaveras), deciden acosar a uno de sus compañeros con saliva y el anonimato. Cuando aparece una pistola por medio y un perro inmediatamente saltan las alarmas comparativas con la oscarizada En un mundo mejor de Susanne Bier o El buen hijo de Joseph Ruben. Matthias Glasner rápidamente parece aislar esos elementos aunque existe una capa dramática que podría explotar en un thriller, pero que el director prefiere congelar para tratar el drama y los remordimientos de sus personajes.
Merced se ampara en el escenario natural donde queda enmarcada su historia: el norte de Noruega y ese lugar, donde el sol desparece durante seis meses al año, es el perfecto y bello telón de fondo sobre la puesta en escena y metáfora argumental. La llegada del solsticio de verano será la catarsis, la salida a la luz de la oscuridad que atrapa a sus personajes. Veremos sus infernos y temores interiores, sus reconciliaciones y sus mentiras y verdades. El filme de Matthias Glasner juega bajo esos contrastes y paralelismos: adolescentes moribundas, testimonios reveladores y choques emocionales. Jürgen Vogel le da un aire a Ben Foster pero sin incisivos laterales. Y hablando de dientes… esas pisadas en el hielo me producen mucha dentera. En mi caso evitaron que me durmiera con semejante témpano de hielo atravesado por rayos de luz y auroras boreales. La cinta pasó por la sección oficial de la Berlinale y causó, junto el nivel mostrado en las jornadas anteriores, el estadillo de indignación de los medios en forma de abucheos. No es un naufragio pero, como indicaba en el inicio, las películas sobre atropellos son tan recurrentes que basar todo el potencial dramático en un accidente convierte en uno a la propuesta. El mayor problema de Merced es que finaliza como si fuera un anuncio de móviles hundiendo en agua helada cualquier intento de profundidad en su discurso.