Mentiras
Sinopsis de la película
Publicitada tan escandalosa como El imperio de los sentidos , una historia con contenido sexual explícito que narra las relaciones íntimas entre un escultor y una estudiante. Para escándalo del Vaticano, participó en la selección oficial del Festival de Venecia. Prohibida por la censura coreana por considerarla una intolerable provocación pornográfica.
Detalles de la película
- Titulo Original: Gojitmal (Lies)
- Año: 1999
- Duración: 115
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Opinión de la crítica
Película
4.6
25 valoraciones en total
La explicitud para contar relaciones sexuales tan tormentosas quizá pueda ser una forma más que adecuada, pero hay que saber manejarla, si no se puede correr la misma suerte que Mentiras y quedar en anécdota. Además, la mayoría de directores no disponen del tacto suficiente para no traspasar la delgada línea entre la tosquedad y la delicadeza. Jang Sun Woo no iba a ser menos.
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***Definiciones de cinéfilos***
• Zoofilia
Máximo grado de amistad entre un hombre y un animal – John Waters
• Felación
¿Eso es un ticket de descuento en perfumerías? – José Luis Garci
• Cunnilingus
Dícese del acto de coleccionar vello púbico con la lengua para luego hacer abrigos de pieles – Bigas Luna
• Pezón
Punto imperceptible de una hermosa, apetecible y gigantesca teta de goma – Russ Meyer
• Huevo duro
Vibrador femenino, la mujer alcanza el nirvana cuando la yema cocida se rompe – Nagisa Oshima
• Culo
Uhm, culo… culitos argh, culofffs juju, pamí juju… culooooooooorghs – Vicente Aranda
• Raqueta de tenis
Instrumento anal, si se utiliza el cordaje correctamente durante el acto sexual se puede morir de placer – Jang Sun Woo
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Cierta vez escuché una reflexión acerca de este tipo de imágenes tan directas. Se hablaba en concreto de películas que no las necesitan y que, lamentablemente, se recordaban por ese detalle. De acuerdo: quitan protagonismo al resto de la obra y se alzan ellas solas en busca de la luz.
Es muy difícil conseguir que con un guión tan atrevido y unas escenas tan explícitas se pueda provocar tantísimo aburrimiento. Pierden a esta película la pretenciosidad (¿queriendo superar a Oshima? ¿Inspiración tan sólo de Delicias Turcas ? Ja-ja-ja), los personajes planos y la reiteración circular y amuermante del mismo coito con pequeñas variantes y adiciones sadomaso. Tras resistir hasta el final entre bostezos, me convencí de que el toque masoquista lo pone el espectador, desde luego. Más que para escandalizarse, película muy recomendable para dormir a pierna suelta.
Quienes acusan a Mentiras de apología pornográfica deberían hacérselo mirar, pues si después de ver la película les apetece poner en práctica algunos de los ejercicios, supuestamente eróticos, que se le atribuyen no se entenderían sus ofensivos comentarios. Y si la explicitud de esta dura historia coreana sobre el sadomasoquismo les escandaliza, es que les molesta la verdad, que como propuesta irremediable, a veces, es obscena.
Esto no quiere decir que a mi me haya gustado, pues es una dimensión que desconozco y dudo de que el repetitivo manual sea de gran interés para quienes habitan estas peligrosas adicciones sexuales. Pero no se le puede negar valentía al acercarse a un tema tabú que es bueno analizar utilizando también la mente como herramienta de doloroso placer y de insufrible soledad.
La historia, un El último tango en París pero en versión sadomasoquista narra los andares de una adolescente que desea perder la virginidad y de un maduro y casado escultor de éxito.
Sólo hay que esperar al encuentro entre ambos para que la película se convierta en una espiral de pasión sexual convertido en el sadomasoquismo más arrollador supeditando absolutamente toda su existencia a unos vertiginosos encuentros sexuales.
Cada vez las relaciones sadomasoquistas se intensifican emocional y creativamente pasando desde las cuerdas y palos de escoba hasta las ramas de árbol e incluso la coprofilia.
Y así entre polvo y polvo pasa el tiempo sin sacar ninguna conclusión, más que la del puro (y por cierto aburridísimo) morbo.