Luce
Sinopsis de la película
Han pasado diez años desde que Amy (Naomi Watts) y Peter Edgar (Tim Roth) adoptasen un niño procedente de la guerra de Eritrea, donde tuvo lugar una cruenta guerra civil. Luce Edgar (Kelvin Harrison Jr.) se ha convertido en un estudiante modelo al que todo el mundo adora dentro de su comunidad en Arlington, Virginia. Una de sus profesoras, Harriet Wilson (Octavia Spencer), está convencida de que Luce se convertirá en un símbolo de la excelencia negra, un referente para sus compañeros y para la gente que le rodea. Sin embargo, Harriet descubre una alarmante actitud social con respecto a la violencia política en una de las redacciones que pide para el instituto, lo que hace temer que Luce esconde mucho más de lo que aparenta. Sus peores sospechas se confirman tras abrir su taquilla personal, donde encuentra algo que hace encender todas las alarmas.
Detalles de la película
- Titulo Original: Luce
- Año: 2019
- Duración: 109
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Opinión de la crítica
6.4
94 valoraciones en total
Luce es la típica película que no conozco al director, no tiene grandes críticas, pero que al ver el reparto, siempre pienso que no pueden equivocarse tantos actores buenos eligiendo un proyecto.
Una vez vista, hay para todos.
Entiendo a los actores que aprobaron el guión porque toca temas muy interesantes como la identidad familiar, las dificultades e influencia de la adopción, el sueño americano que tan bueno es para triunfar como para encasillarte y resultar imposible salir (para lo bueno y para lo malo), la confianza de las personas que se puede alterar con una vez que se dude y también, la enfermedad mental y como afecta a una familia y la sociedad en un caso grave.
Y luego está la película en sí, que es cierto que algo le falta para rematarla.
Parece un partido de tenis pasándose la desconfianza de un lado a otro, para dejarlo en el inicio del Tie break. No resuelve con contundencia.
En definitiva, interesante, entretenida, pero olvidable.
Julius Onah es un director del que, tras echarle un ojo a filmografía previa, tampoco me esperaba nada interesante, si soy sincero. Su primera película pasó sin pena ni gloria en 2015, hasta el punto de que a día de hoy ni siquiera tiene nota en esta página. Su segunda película, The Cloverfield Paradox, fue directa a Netflix y prácticamente aniquiló la saga Cloverfield. No tiene muy buenas credenciales, la verdad. Sin embargo Luce, su tercer proyecto, fue uno de los más aclamados en el festival de Sundance a principios de año, así que me lo apunté. Y mirad por dónde, me alegro de haberlo hecho.
Luce es una película tensa, a menudo más cerca del thriller que del drama social. El montaje es seco, a ratos hasta claustrofóbico. La música (cortesía de Geoff Barrow y Ben Salisbury), con ese sonido a caballo entre el trip hop y la electrónica, sobrevuela las escenas como un mal augurio. La atmósfera creada pocas veces nos da la sensación de seguridad, de alivio. Hay algo que amenaza y que va a estallar en cualquier momento, y no sabes ni dónde ni a quién va a afectar. La edición, el definitiva, me parece muy efectiva.
Y luego tenemos el guión, un guión con tantas aristas que es difícil llevar la cuenta de todas. Basado, al parecer, en una obra de teatro de de JC Lee y co-escrito por Onah y el mismo Lee, la trama de Luce abarca y entrelaza tantísimos temas al mismo tiempo que es un milagro que el resultado no sea un desastre. Luce habla de los conflictos de la adopción, en especial cuando el niño adoptado arrastra serios problemas de estrés postraumático, del racismo y de las expectativas que se imponen sobre ciertas minorías raciales en cuanto uno de sus individuos destaca más de la cuenta, de los abusos sexuales, del tokenismo, de las enfermedades mentales, del vínculo y de la confianza mutua entre padres e hijos, sean biológicos o adoptivos, y, sobre todo, de aceptar la complejidad que forma parte de todos los seres humanos. Tal vez ese sea, al mismo tiempo, su mayor defecto: que toque muchos palos sin hacer una tesis profunda de ninguno. Sin embargo, y aun reconociendo su tratamiento superficial de ciertos temas, no creo que el principal objetivo de este trabajo sea ese. La idea es, diría yo, dotar de capas y capas a su personaje principal, y eso, qué duda cabe, se consigue con creces.
En cierto momento, Luce lo dice mejor de lo que lo podría decir yo: Parece que solo puedo ser un santo o un monstruo . El mundo que rodea a Luce necesita despojarlo de todos sus matices grises, pero él se resiste a ser etiquetado de una forma tan simple. Y es que uno de los puntos más fuertes de esta película es ese: sus personajes no son unidimensionales. No son buenos o malos. Y son, a menudo, impulsivos e irracionales. Es decir: son humanos. Durante buena parte del metraje, me hacen dudar. No sé qué se callan, ni cuándo mienten, ni cuándo se equivocan.
Esto se debe también a uno de los puntos más fuertes de Luce: el indudable talento de su elenco de actores. Kelvin Harrison Jr. hace una interpretación sorprendente y compleja, cargada de matices. Octavia Spencer está, una vez más, fantástica. Lo mismo se puede decir de Naomi Watts interpretando a Amy, tal vez el personaje que se enfrenta a más conflictos internos a lo largo de la cinta. El Peter de Tim Roth funciona bien, aunque tal vez sea el más fácil de eliminar de la ecuación. Su función es ser el contrapunto de Amy, estimularla y presionarla, pero quitando eso creo que podría haber estado más y mejor desarrollado, ya que incluso sus motivaciones y cambios de opinión parecen dirigidos a enfrentarse a los de Amy y a menudo resultan algo incoherentes.
En resumen, diré que Luce me parece un trabajo muy meritorio que utiliza a sus personajes para plantear muchas preguntas, pero rara vez las resuelve. Esto es algo que tal vez frustre a más de uno, pero a mí me gusta y me parece incluso fresco. Es muy fácil aleccionar al espectador, decirle qué conclusión tiene que sacar de cada escena, en especial cuando tratamos temas tan delicados como el racismo o los abusos sexuales. Normalmente es así como funcionan los dramas con comentario social. Luce, en cambio, viene a decirte que no saques conclusiones tan rápido. Que esperes un poco. Es, en pocas palabras, un trabajo bastante competente en todos los aspectos que tal vez requiera paciencia, pero que también pone sobre la mesa temas muy complejos y que cuando esperas que te dé las respuestas, te dice: De eso nada. Dámelas tú .
Puntuación: 7,3
Luce es una película que te deja con una sola idea, lo hizo si o no y será el espectador quien decía y juzgue los hechos, el filme juega con los acontecimientos y con los comportamientos de cada uno de los personajes sin caer en ningún momento de la línea que está tratando.
Luce es un alumno estrella, es el estudiante modelo y casi perfecto, da discursos que emocionan, es el sueño de sus profesores. Pero su maestra de historia, la Sra. Wilson nota algo extraño en el joven lo que hace que se preocupe por Luce y convoca a su madre (Naomi Watts en una actuación emotiva) para discutir un documento que escribió. La tarea consistía en adoptar la voz de una figura histórica. Luce eligió a Frantz Fanon, un líder de guerrillas que hablaba sobre la violencia y como se puede tener poder con ella, lo cual para su profesora es alarmante, lo cual ella decide revisar el casillero del estudiante y encuentra unos cohetes ilegales. Pero esto no fuera tan grave si no fuera por el pasado del chico, este fue adoptado, y pasó su primera infancia aprendiendo a disparar un arma en Eritrea, por motivo que la lleva a preocuparse.
Lo que sigue es un deleite de escenas donde hay grandes confrontaciones entre padres y maestros, en donde se juega con varios cuestionamientos: ¿Qué tan bien conocen los padres de a su hijo? Lo que lleva que las dudas de la profesora tomen efecto y causen conflictos y preguntas en los padres. El filme hace un estudio en las relaciones entre padres y hijos, y que tanto nos conocemos como personas, las dudas y las mentiras toman un juego importante.. Que es verdad y que es mentira, y explora el concepto de quien tiene la razón.
Tengo que reconocer la actuación de Octavia Spencer, su personaje es misterioso e intrigante, nunca logras entender al cien sus motivos, comprendes sus razones y confías en ella. Sus escenas de encuentros con los padres son deliciosas. Aquí hay duelos de actuaciones. Cada uno de los personajes están muy bien desarrollados.
Ah de reconocer la banda sonora, que juega muy bien con el ritmo de la película.
En el mundo del cine las películas se podrían encasillar en dos grandes grupos. Aquellos proyectos en que su autor ejecuta un encargo, un trabajo en buena medida impuesto, y los que surgen de la inspiración personal del director. Una idea largo tiempo madurada que ve la luz tras arduos esfuerzos. Por distintas circunstancias (razones económicas, necesidad de trabajar, imposiciones de las grandes productoras, no salir del mercado, o simplemente el gusto por dirigir) muchos creadores alternan en sus filmografías ejemplos de ambos. La calidad de la criatura, delata en la mayoría de los casos el pecado de su concepción. En ‘Luce’, Julius Onah adapta una obra teatral de JC Lee, que también colabora en el guión. El resultado denota la complicidad de su autor con la cinta.Deja constancia de ser la película que quería hacer.
Naomi Watts y Tim Roth dan vida a un matrimonio con un hijo adoptado. Y no uno cualquiera. En su juventud había experimentado en carne propia el conflicto bélico que se disputa en el cuerno de África. Una de tantas infancias robadas en un contexto de estado fallido y disfuncional, en el que los niños soldado constituyen un arma de guerra más. Tras diez años en suelo americano, estudiante modélico y con un brillante futuro por delante, su integración pisa terrenos firmes. Cuando su profesora de historia (Octavia Spencer) advierta a sus padres del contenido de una redacción, en la que parece vislumbrar cierta apología de la violencia, se pondrá en duda la adaptación a su nueva vida.
‘Luce’ hace un tratamiento muy inteligente de aspectos cruciales. Un acto menor, a priori sin importancia, como un trabajo de clase al que se le unen otras eventualidades, van socavando confianzas y cimientos que eran sólidos. Profesora, alumno y padres se ven envueltos en un bucle que Julius Onah gestiona a partir de un intenso estudio de personajes.
Deliberadamente ambigua, se mueve en una indefinición un tanto quisquillosa. Busca zarandear creencias asentadas, molestar a partir de interrogantes que no despeja. Deja al espectador sumido en reflexiones profundas, para nada frívolas. El competente reparto del que hace gala ‘Luce’, completa un drama social que no le pierde la cara al suspense, y a un desasosiego muy logrado.
Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es/
Un complicado psico-drama que adapta una obra de teatro de Broadway del dramaturgo JC Lee con el mismo nombre. Una historia que pone encima de la mesa las ideas preconcebidas sobre la imagen que creamos sobre los demás y las expectativas que les imponemos, donde la verdad o la mentira pueden llevarnos a un gran desengaño.
Un niño soldado de Eritrea de 10 años llamado Luce (Kelvin Harrison Jr) fue adoptado por Amy (Naomi Watts) y Peter (Tim Roth) después de una década de terapias han conseguido un estudiante modelo. Luce es un buen atleta, muy popular y con un brillante don para hablar en público, todo un orgullo para el colegio. Pero su maestra de historia (Octavia Spencer) comienza a preocuparse cuando le entrega un trabajo en el que justifica los gobiernos que eliminan a todos los que piensen diferente al líder, eso hace que le revise la taquilla encontrando unos fuegos artificiales de venta prohibida.
El suspense está servido y poco a poco indagaremos en la personalidad de Luce, e iremos conociendo la verdad de su inocencia o culpabilidad. Luce significa Luz en italiano, pero también es el diminutivo de Lucifer.
Sobresalientes Kelvin Harrison Jr. y la profesora Octavia Spencer que tienen unas escenas particularmente tensas, le siguen los padres de Luce interpretados por Naomi Watts y Tim Roth (Los dos ya coincidieron como marido y mujer en Funny Games ).
Luce brilla sobre los privilegios blancos y las dobles varas de medir sobre los negros.
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