Los que me quieren cogerán el tren
Sinopsis de la película
Los que me quieren cogerán el tren cuenta la última voluntad del artista Jean-Baptiste Emmerich, quien antes de morir dejó dicho a sus amigos y familiares que le gustaría ser enterrado en Limoges, su ciudad natal, y que todos cogieran el tren para dirigirse allí con el fin asistir a su sepelio. De acuerdo con este deseo, sus seres más cercanos, entre los que se encuentran esposas y amantes de ambos sexos, tíos, primos y sobrinos lejanos, cogen el tranvía hacia el pueblo. De camino recuerdan al fallecido y dibujan un perfil de lo que fue, recuperando por un instante los años perdidos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ceux qui maiment prendront le train
- Año: 1997
- Duración: 115
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Opinión de la crítica
6.4
99 valoraciones en total
Chereau nunca ha sido muy complaciente y en los primeros momentos se hace difícil seguir bien los distintos diálogos y las apariciones de los personajes así como la relación entre algunos de ellos.
Es cierto que algún momento habría podido acortarse o evitar su repetición con variación sin que se aporte mucho, pero Chereau maneja todo y a todos con su mano maestra y su capacidad para hundir el bisturí en la psiquis de los personajes. A veces sólo le hace falta una leve sonrisa (el Trintignant gemelo de sí mismo) para expresar un mundo de sentimientos (reprimidos). Hasta a los parisinos esnob se les permite gritar, llorar, como si fueran sureños (de su país o de otros considerados más gritones y a flor de piel). Eso sí, la forma de resolver o dejar al azar situaciones límite o destrozos inevitables del corazón terminan bastante racionalmente, y en el caso de las relaciones homosexuales es donde el film, no tan sorpresivamente, aparece más retórico, menos convincente y tirando al melodrama televisivo o radiofónico. Pero hasta de esas debilidades se pueden hacer virtudes
Si en Celebración era un banquete familiar lo que servía de marco espacio-temporal para poner al descubierto las tensiones ocultas de los personajes, en Ceux qui maiment prendront le train de Patrice Chéreau es el funeral del artista pintor Jean-Baptiste la circunstancia que permite la reunión de un amplio grupo de familiares y amigos que pondrán de relieve los conflictos que les separan e incluso les enfrentan.
Presentado en el Festival de Cannes 1998, Los que me quieran cogerán el tren es un relato de estructura coral en el que los personajes, a modo de puzzle que se va recomponiendo a lo largo de dos días, van revelándose al espectador con una serie de gestos y de expresiones verbales en torno a cuestiones como el sexo, las drogas, la codicia, el embarazo, el SIDA, el suicidio, el aborto, la infidelidad, el travestismo, etc.
La ceremonia del entierro es el eje narrativo que delimita una primera y una segunda parte del film. Al principio, los personajes acuden a Limoges en tren y la cámara los sigue de forma nerviosa y entrecortada, como para expresar la inseguridad y la neurosis que los atenaza. En la parte final, en casa del hermano del difunto, llega el momento de los enfrentamientos y de quitarse todos las caretas, asumiendo cada uno su identidad y la responsabilidad que les corresponde.
Película ambiciosa, Los que me quieran cogerán el tren utiliza la estación de tren como símbolo del cruce de caminos, de personas y de sentimientos, estableciendo una serie de encuentros y desencuentros que pondrán en relieve la coexistencia del amor y del odio, de la vida y de la muerte, en una familia torturada por sus propias pasiones y obsesiones.
Patrice Chéreau recurre a formas narrativas de carácter vanguardista: ritmo atropellado, frases entrecortadas, cámara a mano, encuadres inestables, música variada, voces en off… en un intento de hacer un cine de autor, moderno y original, tendente a captar todo el caos y la complejidad de la vida contemporánea, de las difíciles relaciones interpersonales, en una sociedad postindustrial. Lamentablemente, el exceso de personajes impide una adecuada profundización de los mismos. Los problemas y tensiones se acumulan y en muchos momentos prevalece el sensacionalismo, la concepción literaria del guión, las expresiones histéricas y la mera voluntad de provocación. Mucho ruido que impide profundizar más en lo esencial.