Los diez de Hollywood (C)
Este documental de 1950 nos ofrece una mirada cercana sobre los diez guionistas y directores, dentro de la lista negra, que se negaron a testificar durante los interrogatorios de la HUAC anticomunista. John Berry, director del documental, también apareció en la lista negra al terminar este trabajo.
Eran grandes y exitosos. Algunos escribían magníficos libros y guiones cinematográficos, otros, dirigían notables películas y/o las producían. Sus hijos y esposas los amaban, y el público y la crítica los aplaudía. Imperecederas obras de arte del cine y la literatura como Five Came Back, Kitty Foyle, You Belong to me, Roman Holiday, Espartacus, The Fixer, Johnny got his Gun, Papillon, The Salt of the Earth, This Gun for Here, The Naked City, If a had a Million, A Star is Born, M.A.S.H., Crossfire, Sahara, y otras muchas, llevan sus nombres… aunque, algunas veces, por ellos firmaran testaferros.
Se llamaban (por orden alfabético):
Alvah Bessie, periodista, novelista, crítico y guionista
Herbert J. Biberman, guionista, productor y director
Lester Cole, guionista y productor
Edward Dmytryk, director
Ring Lardner Jr., guionista
John Howard Lawson, guionista, historiador y dramaturgo
Albert Maltz, novelista, dramaturgo, guionista
Samuel Ornitz, novelista, guionista, profesor
Adrian Scott, productor y guionista
Dalton Trumbo, novelista, guionista y director
Y fueron conocidos peyorativa y ¡gloriosamente!, como Los 10 de Hollywood, luego de que, durante La Caza de Brujas (Machartismo, 1947-1951), que se diera en Los Estados Unidos de Norteamérica, se les acusó de obstrucción a las actividades represivas del Congreso, por negarse a declarar ante el tribunal que presidía el deplorable juez, J. Parnell Thomas, quien ansiaba definir si eran o no comunistas.
Los hombres de Hollywood – como el resto de la sociedad-, estaban respaldados por la ley que rigiera hasta el 10 de abril de 1950, en la cual constaba que, Ningún representante del grado que fuere, puede establecer lo que es correcto en materia de política, nacionalismo o cualquier otro tema de opinión, ni tampoco forzar a la ciudadanía a confesar mediante hecho o palabra sus creencias personales.
Pero, los prepotentes políticos de turno, querían dejar sentado el mensaje de que, ‘al igual que podían perseguir y encarcelar a las más notables personalidades de Hollywood, más fácil aún sería lograrlo con cualquier ciudadano del común’, y siguieron adelante con su escandalosa y abominable campaña de persecución a la libertad de pensamiento.
Poniéndolos de cara al pueblo para que sea su verdadero juez, el director John Berry logró reunirse con LOS DIEZ DE HOLLYWOOD, y haciendo un rodaje extra-rápido, dejó un memorable registro de sus rostros, sus palabras, su colegaje… y sus familias, y al final, nos hace una necesaria pregunta que debemos responder.
Mi respuesta es ¡No!, pero, contra todo, la recia y digna actitud de estos magníficos personajes – exceptuando a E. Dmytryk- durante este oscuro acto de arrogancia política, permanecerá por siempre en la historia como un gran ejemplo de valor e integridad.
… y como era de imaginarse, tan pronto fue exhibido públicamente este cortometraje, se indagó por su director… y apenas se supo que fue, John Berry, ¡también lo pusieron en la lista negra!