Los años rugientes
Sinopsis de la película
Apulia, 1936. Entre los capos locales se corre la voz de que llega de Roma un jerarca del Partido Nacional Fascista. La mafia teme que este inspector descubra sus turbios negocios. Su preocupación los lleva a confundir a un pobre corredor de seguros con el enviado de Roma. Así es como se desencadena una serie de equívocos que abren los ojos del joven Omero, que toma conciencia de la perversión de un régimen que explota a los más débiles y desvalidos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Gli anni ruggenti
- Año: 1962
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
7.4
55 valoraciones en total
La comedia italiana de los años 50 y 60 proporciona enormes satisfacciones a todo aquel que se aventure en ella, destapando unos guiones (generalmente escritos a no menos de 6 manos) que pasarían por suizos de ser relojes de tan precisos que son. Tanto para hacer reir como para jodernos la vida con la sonrisa aún dibujada en la boca al evidenciar carencias y fallos lamentables de la conducta humana que se perpetuarán independientemente del contexto histórico y geográfico. Recordar, por ejemplo, genuinas obras maestras de la comedia y del estudio de la naturaleza humana como El Éxito (Risi) o Yo La Conocía Bien (Pietrangeli), de máxima vigencia ya entrado el siglo XXI.
Con la excusa de una serie de equívocos y confusiones (las Fuerzas Vivas de una pedanía de la Italia fascista de 1937 toman a un comercial de seguros por un inspector muy cercano a Mussolini) Zampa filma una película que salta entre costumbrismo, romance y sátira con un ritmo endiablado, ponienso en solfa de un modo bárbaro todo aquello relacionado con el ejercicio del gobierno mientras deja entrever que igual no es solo cosa de la ¨administración fascista¨, sino de la mezquindad (en todas sus acepciones, hasta la de excrecencia cutánea) del ser humano. Y, como decía, de un modo que induce a la carcajada pero también a la ascopena ante la constatación de que siempre fue, es y será así. Por mucho 15M que haga su cruzada chupipacifista por un futuro con WIFI ecológicamente sostenible.
Por supuesto no sólo son guiones irrefutables los de las comedias italianas de los 60, sino que articulan un lenguaje visual audaz, sorprendente y técnicamente admirable. Aquí tenemos desde los acojonantes planos secuencia corales Berlanguianos (es deudora la peli en un par de cosas) a complicados montajes paralelos al servicio de un gag concreto, amén de algunas secuencias visualmente poderosísimas (los niños disfrazados de soldados con las máscaras de gas y toda la parafernalia bélica, el überzoom sobre la vaca) y un travelling de retroceso que cierra la película de los que se quedan grabados a fuego, ya sea en la cabeza o en un DVDR del Carrefour.
Es sorprendente la gran cantidad de comedias italianas de calidad que se rodaron en los años 50 y 60 y que no renunciaban a la crítica social o de costumbres ni a ofrecer, de paso, una visión un tanto amarga del comportamiento humano.
Los años rugientes es una divertidísima comedia en la que un corredor de seguros es confundido por las autoridades de una localidad de provincias italiana con un inspector del gobierno fascista de Benito Mussolini. Los equívocos que surgen de esta línea argumental provocan la risa, pero también la reflexión sobre ciertas miserias humanas relacionadas con el enriquecimiento ilícito, el abuso de poder, la adulación al poderoso, el engaño o las apariencias. Para ello, afortunadamente, Luigi Zampa se vale de la sátira para criticar con humor no solo el fascismo sino también la forma, a veces un tanto miserable, en la que nos comportamos las personas. Sin necesidad de sermonearnos, y ahí creo que está el gran acierto de Los años rugientes , nos hace pasar un buen rato y a la vez nos deja un poso agridulce.
Dentro de las virtudes de la película está esa inolvidable galería de personajes que hacen y deshacen en el pueblo y a los que uno parece haber conocido en algún momento. Y en esto el cine italiano y el español de los años 50 y 60 destacan sobremanera, al reflejar con gran verosimilitud a tipos a los que uno podría tener de vecinos o de compañeros de trabajo. Aunque quizás al cine español de la época le faltasen estrellas de la talla de Mastroianni, Gassman, Sordi o Nino Manfredi.
El injustamente olvidado Luigi Zampa dirige esta implacable y divertidísima parodía del fascismo desde dentro, desde la comuna de Matera, cerca de Bari.
Comedia de enredo que acaba amargamente, y que tiene en el gran Nino Manfredi en uno de sus mejores papeles.
Hay que verla.
Desternillante farsa del maestro Zampa que con enormes dosis de ironía, retranca y hasta un poco de cinismo satiriza sin piedad no ya la dictadura mussoliniana sino al propio género humano. Comedia ácida y de regusto amargo, desnuda clínicamente con brillantez inusitada, pasmosa sencillez y diálogos memorables, las debilidades humanas al tiempo que completa, con un plantel de estupendos actores, una suerte de continuación, en el mismo registro humorístico, de su película Anni difficili (1948) -verdadera obra maestra a reivindicar y una de las mejores comedias italianas de todos los tiempos- lo que coloca al gran Zampa en el panteón de los grandes del cine italiano muy por encima de otros nombres tal vez más conocidos. Para el recuerdo imborrable el extraordinario travelling hacia atrás en el tren que cierra la película: Caro Duce, ho 56 anni…
Estoy completamente de acuerdo con las dos. Buen guión. Buenos actores. Buen montaje. Sólo un punto discordante: la secuencia del anuncio de la boda. (No es spoiler)
Una crítica social descacharrante es más eficaz que un sermón. Lo que debe de pasar en muchas reuniones de políticos de todos los tiempos.
Admirable.