Locos de remate
Sinopsis de la película
Skip Donahue y Harry Monroe son dos amigos de Nueva York en paro que aceptan un trabajo eventural en el que deberán disfrazarse de pájaros gigantes con fines publicitarios. Pero la mala suerte hace que una pareja de atracadores de banco utilice el mismo disfraz, motivo por el que la policía confundirá a los inocentes amigos con los delincuentes. Pero las dificultades no han hecho más que empezar… la vida en la prisión será la segunda parte de esta accidentada comedia.
Detalles de la película
- Titulo Original: Stir Crazy
- Año: 1980
- Duración: 111
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Opinión de la crítica
Película
5.6
90 valoraciones en total
Película sin pretensiones técnicas, sencilla y amena. Lo que en mi opinión le hace subir bastante nota es la interpretación de Wilder y Pryor, que es fantástica. Dos cómicos de lo mejor. Me harté de reirme y pasé un muy buen rato con la película, que es justamente para lo que fue hecha.
Más que una crítica, esta intervención es para aclarar que esta no es la primera película que hicieron juntos Wilder y Pryor. La primera, y sin duda la mejor, fue El expreso de Chicago , en 1976, donde Wilder tenía un papel más preponderante. Pero ya eran viejos conocidos, pues habían colaborado en el guión de Sillas de montar calientes , que protagonizó Wilder con Cleavon Little, en un papel que estaba destinado a Richard Pryor, pero que por cuestiones que no vienen al caso finalmente no pudo acometer.
Por tanto, si nos atenemos a compartir pantalla, esta es la segunda de las cuatro peliculas en las que hicieron pareja cómica.
Y sí, esta está tan olvidada como No me mientas que te creo (que es la última y bastante mala) en favor de No me chilles que no te veo que disfrutó de un enorme éxito en España.
Por resumir, la pareja Wilder-Pryor trabajó junta en las siguientes películas:
-Sillas de Montar Calientes. 1974. Sólo en el guión, Pryor no aparece en la película.
-El expreso de Chicago. 1976.
-Locos de Remate. 1980
-No me chilles que no te veo. 1989
-No me mientas, que te creo. 1991
164/02(04/07/18) Tontorrón y caótica comedia bufa dirigida por Sidney Poitier, con guión (por decir algo) de Bruce Jay Friedman (1, 2, 3… splash), hecha a mayor gloria de la pareja (en su segunda de las cuatro colaboraciones en una película) de los humoristas Gene Wilder y Richard Pryor, desatados, histriónicos es decir poco, muy pasados de vueltas, improvisando como si el director estuviera dormido mientras rodaban, produciendo un tipo de humor que a mí me resulta chirriante en sal gorda constante, los momentos idiotas se combina con los de vergüenza ajena en un cóctel que encima en su tramo final vira hacia el thriller que hace de la producción aún más anárquica en el tono, un rush anticlimático y remasticado en nula tensión y reiteración. Curiosamente su éxito taquillero marcó la primera vez que una película dirigida por un afroamericano ganó más de $ 100 millones. Como casi siempre el triunfo comercial no está ligado a la calidad, y este es un ejemplo superlativo. Georg Stanford Brown fue nominado al Premio Razzie a la peor actuación secundaria.
Los momentos en que producen risas son tan escasos como el agua en el Sahara (spoiler), resto son un conjunto de gags de cero inteligencia, de mucha brocha gorda, de comportamiento típico de dementes, con diálogos que te hacen cuasi-vomitar en su estulticia, con unos secundarios-muletas patéticos, con un tramo final en un rodeo que parece metido con calzador (quizás queriendo emular a El rompehuesos de 1974, donde era otro deporte folclóricamente USA el centro, el futbol americano), extenso (más que la visita de los suegros), repetitiva, redundante, donde el humor (si es que lo había hasta entonces) desaparece, aparte dejo el romance, de los más idiotas que se han desarrollado en un cine.
Posee un arranque prometedor con la voz en off de Wilder despotricando contra la vida urbanita en Nueva York, por aquel entonces de los setenta bastante convulsa la ciudad, con una violencia latente respirándose en ella, y entonces una pareja de amigos decide cruzar el país en busca de hallar la tranquilidad en California, pero en cuanto comienza a evolucionar el tipo de humor grotesco todo se viene abajo cual castillo de naipes.
Las escenas de la prisión se filmaron en la Prisión Estatal de Arizona, donde los reclusos fueron utilizados como extras.
Dos de los mejores actores de humor de todos los tiempos, se juntaron por primera vez, para realizar esta película, que es la mejor que han interpretado juntos. Después vendrían otras dos, pero ni la mitad de buenas que esta. La pena es que la gente conoce las otras dos, y casi nadie ha oido hablar de esta película, siendo una grán olvidada. Los dos actores estan geniales, llenos de ese humor, que los hizo tan peculiares. Divertidos hasta el final, no dejan de hacer reir de principio a fín. Quizás uno de los mejores momentos de la película, sea su entrada a la cárcel, solo por ver sus caras y forma de andar, vale la pena. Aquí se encuentran, en el mejor momento de toda su carrera. Los 80 fueron suyos. Dos artistas geniales y olvidados, que se dedicaron hacernos reir.
Sin duda la más floja de las cuatro películas que hicieron junto este dúo de actores, pero no deja de ser por ello bastante divertida. Lo peor, la segunda parte de la película, toda la parte del rodeo, sin apenas gags, y que para más inri, es además demasiado larga. La primera mitad, la estancia en la cárcel, es bastante divertida, y por supuesto, la interpretación de estos dos actores muy buena. En fin, que si te gustaron las otras películas que hicieron juntos estos dos actores, te gustará también esta.