Liborio
Sinopsis de la película
Liborio desaparece de su casa en pleno huracán. Reaparece al cabo de unos días hablando como un profeta y curando a los enfermos. No tardan en surgirle seguidores que lo acompañan a vivir en las montañas de la República Dominicana. Cuando Estados Unidos envía un contingente del Cuerpo de Marines para restaurar el orden y la paz en el país, Liborio es visto como una amenaza.
Detalles de la película
- Titulo Original: Liborio
- Año: 2021
- Duración: 99
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Opinión de la crítica
Película
5.9
91 valoraciones en total
-. Hombre
Un campesino recorre la espesura forestal en mitad de una fuerte tormenta. Cae en una cueva, dónde a través de un proceso simbólico, vemos que evoluciona hacia un plano superior y cuando retorna al mundo exterior se ha convertido en un santón. Martínez Sosa filma este proceso situando la cámara a cierta distancia, normalmente adoptando el punto de vista de personajes secundarios, que contemplan a un Liborio admirado por un grupo de campesinos, que al poco se asientan en las lomas, alejados de la ciudad, y se dedican a trabajar. Se nos ofrece una utopía plausible, dónde las gentes viven emancipadas y, aunque en condiciones muy humildes, todos se ajusta a las necesidades más innegociables de las personas. No faltan las canciones, el ron, algo de tabaco, se suda, pero también se disfruta. Es una visión antropológica que se sitúa a principios del siglo XX y que nos sirve para contemplar de forma objetiva a los descendientes de los esclavos, cómo labran su propia comunidad.
-.Mito
En conjunción con esa mirada, se mezcla la del mito. Se propaga la fama que Liborio no sólo cura a los enfermos, además hace regresar a los muertos. En cierta escena una madre desesperada acude a Liborio después de perder a su hijo pequeño. La cámara no se mueve en la cabaña, la escenificación se mantiene en el registro naturalista, solamente el sonido de una voz infantil fuera de cuadro, simulando probablemente una alucinación auditiva, nos da a entender qué esa es la forma en la que producían los milagros. En otra escena, ahora sí más notoria, lo que parece un niño muerto regresa a la vida, cosa que también se interpreta como milagro, cuando seguramente la explicación médica es mucho más prosaica. Y sin embargo, es emocionante.
De esta forma, Martínez Sosa logra un equilibrio admirable: desnuda la superstición sin tampoco estigmatizar a los creyentes, en absoluto los quiere mostrar como ignorantes supersticiosos, simplemente intenta reflejar una mirada de 1908 en un entorno rural, de singular configuración cultural. De hecho, cuando las tropas norteamericanas invaden República Domincana y se dedican a cazarlos, la sensación de iniquidad es flagrante, conmueve ese acoso injustificado a gente humilde y trabajadora que vive en paz. Liborio no sólo es un examen a un mito, es a la vez una historia de injusticia que sin mucho esfuerzo se puede leer en clave contemporánea, pues aunque en entornos diferentes muchos signos de desafuero se mantienen.
Personajes escépticos llegan a Liborio y terminan convencidos, implicados en la comunidad. A través de esas miradas de los espectadores de las romerías, de las curaciones y congregaciones de Liborio se nos expone la construcción de una mirada, diferentes personajes conocen a través de él la libertad y la emancipación, una vida posible al margen de la explotación o la esclavización de facto. La deslumbrante fotografía capta con una belleza admirable esta simbiosis entre las personas y las naturalezas, escenificadas en un registro que permite tanto los elementos simbólicos y míticos como lo antropológico, con unas actuaciones precisas y transparentes que sin duda contribuyen a crear esa poderosa sensación de estar inmerso en momentos históricos.
Conocí este título hace apenas una semana y de inmediato me creé grandes expectativas, principalmente porque tenía en mente el grato visionado de Cocote , obra también protagonizada por el excelente Vicente Santos y que también ofrece una mirada de las gentes y las culturas de la gente de color de Santo Domingo. Tales expectativas han sido ampliamente satisfechas. Añado incluso que Liborio supera ligeramente a Cocote , si bien ambas vienen a dejar bien claro que en esa isla caribeña se ofrecen ficciones cinematográficas de enorme calidad y que ayudan a enriquecer la mirada más allá de lo comercial y lo tópico, una visión sumamente rica y realizada con magistral destreza.
Este título se ofrece en el festival de cine de Sevilla y afortunadamente la he podido ver online, cosa que agradezco enormemente, sin embargo también envidio a esos espectadores que la podrán ver en pantalla grande y podrán zambullirse en unas imágenes de sublime belleza.