Leonardo (Serie de TV)

5 comentarios en «Leonardo (Serie de TV)»

1. Me he tomado el trabajo de ver cómo se recibió en Italia esta miniserie y coincide con mi impresión. Inventar una especie de gallo sobre el asesinato de una supuesta Caterina de Cremona (que nunca existió con esos perfiles) es un mal favor a la figura y al arte de Leonardo. Muchas escenas de estos episodios son de Leonardo en la cárcel acusado de matar a Caterina.
   
   Los guionistas han fallado. Podrían haberse centrado en la íntima tristeza de Leonardo, hijo bastardo (en aquella época) y nunca reconocido por el padre. También su madre desaparece, la casan con otro.
   
   El único acierto que he visto es la presentación de algunas de las obras pictóricas de Leonardo, destacando, como no, La sagrada cena, en la iglesia milanesa de Santa Maria delle Grazie. También está bien traído, aunque inventado, la historia de la Gioconda.
   
   No acierto a comprender cómo en Italia hacen esto con el italiano más famoso y genial (junto con Miguel Ángel).
   
   Errores históricos, los que se quiera, sobre todo en la relación de Ludovico Sforza y su sobrino Galeazzo. Sigo en spolier por si las moscas.

2. Es una pena que un personaje como Leonardo da Vinci, uno de los más extraordinarios de la historia, sea maltratado de estas maneras por los guionistas de la serie. ¿Es que no les parecía suficientemente interesante la historia auténtica? Por favor…
   
   De acuerdo que en toda ficción con base histórica se inventan escenas y diálogos, y se adornan algunos hechos con fines dramáticos. Pero de ahí a basar la historia y la personalidad de su protagonista en hechos que son descaradamente falsos va un trecho inadmisible.
   
   Como no quiero hacer spoiler, me referiré solo a cosas que se ven nada más abrirse la serie: Leonardo está en la cárcel acusado de asesinato (falso, jamás lo fue) por matar a Caterina de Cremona (personaje que nunca existió). La relación con esta última parece ser la más importante en la vida de Leonardo y la que explica muchas de sus conductas y actitudes. Muy bonito, solo que es totalmente falso. También es muy importante en la serie la relación de Leonardo con Salai, y efectivamente lo fue. Es probable que mantuvieran una relación de carácter homosexual (aunque en realidad no se sabe), y aquí los guionistas tienen derecho a especular, pero alteran convenientemente que Salai fue acogido por Leonardo a la edad de 10 años, cuando Leonardo tenía 38 (fue lo más parecido que tuvo a un hijo). Y hay otras mentiras (no errores) de bulto que no menciono por lo del spoiler.
   
   Me recuerda a las películas franquistas (o estalinistas), en las que se reinventaba la historia para que fuera consistente con la moral nacional-católica o con el ideario comunista, sustituyendo estos últimos por la corrección política. Una verdadera pena, la ambientación de la serie es buena. Pero si alguien se acerca a ella con la intención de conocer la historia y el carácter de Leonardo, este es el peor sitio para hacerlo.

3. Sí, hombre de ciencia, porque lo habitual es distinguir su genialidad como artista, olvidando su faceta menos conocida. Plasmar en una serie de televisión el talento y la genialidad de Leonardo da Vinci, es tan difícil y quimérico como querer atrapar la brisa de la mañana o detener el tiempo. Después de ver el primer capítulo en TV-1, la propuesta se queda en un simple esbozo del personaje en su juventud, donde ya apuntaba destellos de singularidad con respecto al arte y la visión desbordante de la época que le tocó vivir. Leonardo fue un genio contradictorio desde la óptica contemporánea, su fama es desbordante a nivel popular por el misterio que rodea sus pinturas, las especulaciones sobre sus misteriosas y complejas obras pictóricas, tan fascinantes como míticas, han cimentado su prestigio actual. Pero también hay que reconocer su visión futurista, el inventor de la máquina de volar, así como otros inventos que se hicieron realidad muchos años más tarde, lo cual demuestra su inventiva futurista incontestable.
   
   Aunque es pronto para juzgar esta coproducción, espero que nos muestre las múltiples facetas de este asombroso genio del Renacimiento. Vemos al descubridor cómo adquiere conocimientos de ciencia, ingeniería y arquitectura, su estancia en Milán donde hervía y se cocinaba el arte y el conocimiento más atrevido. Hijo de madre soltera, su juventud está representada en tono realista y de una ambientación muy cuidada. Las inquietudes y las experiencias humanas en su contexto social, su relación con las mujeres y su solapada homosexualidad. La serie es técnicamente impecable y bien documentada, donde vemos su paso por el taller de Verrocchio, lugar donde también se formaron otros artistas del Quattrocento fiorentino, como Sandro Botticelli.
   
   Sería muy interesante que los sucesivos capítulos nos muestren las interioridades y las circunstancias (asistimos a la creación de su pintura El bautismo de Cristo y la colocación de la esfera en la cúpula del Duomo de Florencia) en las que fueron creadas sus obras más aclamadas que nos ayudaría a entender mejor dichas obras maestras, como se han especulado en novelas (El código da Vinci), biografías y documentales más o menos fiables. Su talento creativo continúa definiéndose, y es de agradecer el documental que siguió al capítulo 1, Leonardo, el hombre que salvó la ciencia de Mark Daniels, donde grandes especialistas detallan interesantes aspectos que complementan la serie televisiva. La recomiendo aunque tiene mucho que demostrar.

4. Creo que lo será mejor ir al grano:
   
   1 – ¿Por qué me haces una serie de Leonardo, cuando te vas a inventar las cosas?
   
   2 – No solo me cambias la historia, ¡pero también me deformas a los personajes!
   
   3 – DaVinci no era un chavalín tímido al que le salían las cosas por ser amable. Era una persona ya respetada desde su trabajo en el taller de Verrocchio. En la serie todo el mundo le reprocha, grita o discute con el.
   
   4 – El guion está al nivel de cualquier culebrón de TV – ejemplo claro (y de vergüenza ajena):
   
   La escena del robo de las pinturas para La Última Cena. ¿Cómo es posible que un ladrón de barrio conozca la importancia de los polvos de pintura y los robe para extorsionar? ¿Cómo se atreve a hacerlo cuando el encargo es por el Duque de Milán? ¿Por qué encima me resuelves la situación en la siguiente escena?
   
   5 – Como es comprensible, no toda la vida de Leonardo puede estar documentada. Pero sí conocemos matices que insinúan sobre lo ocurrido. Volvamos al ejemplo de La Última Cena: еl fresco tardó 3 años en pintarse. ¿Cómo lo resuelve el guionista? Peleas con los discípulos, robo de pinturas, errores de composición, caída de un meteorito… Es mucho más simple – ¡Leonardo no era un pintor rápido! Pintaba lento. Pues enséñame eso. Enséñame las dudas al tomar decisiones, sus fallos al probar técnicas nuevas, sus crisis artísticas (se dedicaba a varias cosas a la vez)… Para el colmo según la serie el fresco no lo pinta el. Hace el esbozo y lo acaban sus discípulos. ¿Pero estamos de broma?
   
   6 – La serie va de su vida amorosa. Es todo Salaí y a ver si alguien se da cuenta de que Leo es gay.
   
   De vez en cuando pinta algo y habla de lo grande que es el arte.
   
   7 – Actores y dirección totalmente pésimos y eso que Turner es un crack y hizo un gran Kili en El Hobbit.
   
   En fin, una pena y mira que lo tenían fácil. Les podría haber salido algo decente como el Genius: Einstein de National Geographic. Supongo, la próxima vez será.

5. No puede decirse que el genial polímata florentino Leonardo di ser Piero da Vinci (1452-1519) haya tenido demasiada suerte con las (escasas) adaptaciones que de su fascinante biografía ha hecho la industria audiovisual. Recientemente tuvimos ocasión de disfrutar de la visión estupefaciente y friki que de la vida del genio renacentista en sus años mozos hizo la Fox en 2013 en las tres temporadas de Da Vincis Demons , y ahora, de la mano del guionista Frank Spotnitz (responsable también del argumento de Los Medici: señores de Florencia ) nos llega una peculiar visión de la vida, obra y compleja personalidad de Leonardo enmarcada en una intriga de asesinato y pasión que da paso a una versión de su biografía que tiene bastante de ficción y algo menos de base histórica.
   
   Hay que decir, sin embargo, que la serie tiene un elevado nivel de producción y que el actor protagonista, Aidan Turner (mundialmente conocido por su papel de Ross Poldark en la serie británica homónima de 2015) lo hace muy bien, aunque la hirsuta barba que le encasquetan en los últimos episodios para representar al Leonardo ya maduro quede un tanto artificiosa.
   
   Mención especial a la hermosa actriz italiana Matilda de Angelis en su papel de Caterina da Cremona, y un cero patatero al actor español Carlos Cuevas ( Cuéntame cómo pasó , Merlí ) que encarna (es un decir) al aprendiz y amigo íntimo de Leonardo, Salaí, al que recomiendo encarecidamente unas buenas clases de dicción y entonación. Y es que hay veces en que es mejor que te doble un profesional.
   
   En resumen, una serie bien hecha, aunque con algunos saltos temporales en los que los años se convierten en minutos, entretenida y bonita de ver, sobre todo gracias al vestuario, mobiliario y a las magníficas localizaciones renacentistas que abundan en Italia, por ejemplo la famosa Villa del Este, que en la serie se transforma en la residencia de los Sforza. De paso, permite aprender unas cuantas cosas sobre ese genio inconstante e inquieto que fue Leonardo, aunque aconsejo buscarse una buena biografía para no creerse todo lo que se ve en la serie. La Wikipedia es un buen punto de partida.
   
   Como curiosidad final, comento que esta serie está siendo emitida en el momento de escribir esta crítica en capítulos semanales en TVE1, cosa que no deja de ser absurda ya que sus 8 capítulos están disponibles desde hace semanas en Amazon Prime Video en mejor calidad y sin moscas ni retrasos. Luego se preguntarán por qué baja la audiencia de la emisora pública. En fin…
   
   En la zona Spoiler desgrano más algunas peculiaridades del guion.