La verdadera historia de la banda de Kelly
Sinopsis de la película
Basada en la novela de Peter Carey, narra la vida del bandido australiano Ned Kelly. Tras la muerte de su padre, el joven Ned tuvo que tratar de hacer lo posible para asegurarse de que su madre sobreviviera. Sin embargo, esta no era una tarea fácil en la Australia de 1870, asolada por la pobreza y por el hambre. Ned comenzará, entonces, un viaje que le convertirá en una leyenda.
Detalles de la película
- Titulo Original: True History of the Kelly Gang aka
- Año: 2019
- Duración: 124
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Opinión de la crítica
Película
5.2
100 valoraciones en total
La Verdadera historia de la banda de Kelly es una historia muy bien contada que se sirve de todos los elementos artísticos y cinematográficos posibles para capturar la esencia verdadera de Ned Kelly y su banda. Es una historia de Domingo muy bien contada, entretenida, sólida, increíble visualmente y bien interpretada. Sí que tiene ciertas ideas pelín redundantes pero este Western punk es todo un acierto.
El director Justin Kurzel ha creado un western y lo inyectado de electricidad punk, de un punto anárquico, de travestismo y locura y sobre todo de mucha violencia en la que lo mismo ves como se apuntan a genitales o a bebés y los personajes tienen ese punto de locura tan desatornillado que crees que en cualquier momento cualquier cosa puede suceder.
Justin Kurzel dirige bajo una mirada y un prisma muy personal y (como ya logró en Macbeth) una fotografía exquisita que da con una cinta muy cuidada, muy rústica y muy ocre. Cada emoción se ve bellamente retratada.
A mayores cuenta con grandísimas interpretaciones, muy sobrias cuando se requiere y muy locas y desatadas cuando la trama se hace más punk, lideradas por George MacKay al que hemos visto recientemente en 1917, y que se come por completo la pantalla.
Le secundan grandes nombres que van desde un orondo Russell Crowe a Charlie Hunnam, Nicholas Hoult, Thomasin McKenzie hasta una excelente Essie Davis con una fuerza y fragilidad en pantalla que ya me deslumbró en Babadook pero que continúa igual de magnética.
Vaya peazo de pinicula.
Esto es lo que se hace hoy en día y se le llama new age movie?
Luego se quejan de que no vallamos al cine (o a las plataformas).
A ver, no es que no comprenda que se puede coger a un personaje famoso y trasladarlo a otro tiempo, otra realidad, otro marco, otro paisaje, otro… etcétera.
Pero habrá que hacerlo con cabeza.
O peor aún, ¿Es que Ned Kelly y los suyos eran realmente así?
¿Su madre era así?
¿Su padre era así?
Casi dan ganas de ir con los ingleses.
Rusell Krowe, en otra película le dice a su jefe he visto mucho del resto del mundo, es brutal, cruel y oscuro. Roma es la luz, pues aquí lo mismo.
Y si las motivaciones y el comportamiento de Kelly y los suyos eran tal y como en la película cuentan la verdadera historia, vaya héroe que tiene Australia.
Tal vez los guionistas no han sabido transmitir lo que pretendían por que si lo que pretendían contar era esto, les ha salido el tiro por la culata. No me ha producido ni la mas mínima empatía ni Ned ni nadie de su entorno (salvo la pobre muchacha con la que tiene un hijo) y encima el entorno, la distopía, la mezcla de ropas antiguas con modernas, la descabellada locura del personaje de Kelly y de su santa madre, la incomprensible entremezcla de personajes malos, buenos, inocentes o siniestros que aparecen en una escena pidiéndose favores y en la siguiente matándose…
Es un intento de re-escritura a mi entender completamente fallido.
Me ha recordado salvando las galácticas distancias a el Romeo + Julieta de DiCaprio solo que aquella me gustó y esta NO.
La voy a poner un cuatro por que los actores (eso si) trabajan bien, ponen su empeño en salvar un guion que no mola nada.
Pero nada, nada!!…
Que te hundes Kelly.
Biopic de uno de los mayores héroes populares de Australia. Ned Kelly ha tenido una dura infancia y las circunstancias le llevan a convertirse en un forajido, con banda incluida.
La verdad es que la desgana se iba apoderando de mí según transcurrían los minutos de esta interminable película. Dibujada como un western a la australiana trae consigo un montón de sustratos (la miseria, la opresión inglesa, la violencia, el machismo, el complejo de Edipo, la promiscuidad sexual…) de manera que no hay forma de que la cosa cuaje en ninguna dirección. Además el ritmo es lento y arrastrado, lo que conduce a que uno quiera ver el final mucho antes de los que está marcado, y hay muchos secundarios que apenas aportan nada a la trama.
Podríamos decir que es una especie de western colonial, que podría haber dado más juego, pero como es un biopic quizá plasmar la vida de Ned Kelly da como resultado una historia demasiado sobria y plomiza. Ya que es una película podrían haberla dramatizado algo más para conseguir un producto con más ritmo.
Este episodio de la poco conocida historia de Australia, ya nos lo había contado antes otra película con el malogrado Heath Ledger. No recuerdo prácticamente nada de aquella, tan solo lo justo para saber que no me gustó.
Pero este nuevo acercamiento a Ned Kelly es bastante peor de lo que me esperaba.
Ya desde el primer tramo, con un Ned niño en una familia muy pobre, resulta poco interesante. Charlie Hunnam está ahí, pero no actúa como para que esto merezca la pena. Además es un personaje secundario.
Hay acontecimientos tristes, pero una narrativa muy poco épica y una banda sonora absolutamente lamentable (más propia de una comedia en ocasiones), hacen que esto no me transmita la más mínima emoción.
Seguimos avanzando y como quien no quiere la cosa, aparece un tipo que se ha comido a Máximo Décimo Meridio y al Noé bíblico, con guarnición de Cinderella man. Russell Crowe era un gran actor que parece seguir la triste estela de otros grandes actores que, con una cierta edad, decaen muchísimo en su carrera. En los últimos años, Crowe hace mucha más basura que cine bueno, y aquí pone otro clavo en el ataúd de su carrera, en un papel realmente patético y fugaz. ¡Y pensar que he visto la película porque salía él!
En fin. Llevamos menos de media hora y ya tengo ganas de mirar el móvil, así que mal vamos.
Si queremos ver una especie de western o de Robin Hood, tenemos que esperar bastantes minutos. Hay algunas escenas así, pero es que la chirriante y horrible música lo echa todo a perder. Creo que jamás en mi vida llegaré a escuchar una banda sonora original tan mala como las de Ravenous y Sinister, pero la de esta película se les acerca bastante.
Momentos estrella:
– Un caballo cabalga en la noche, y un foco le ilumina como si fuera un ovni de Encuentros en la tercera fase. ¿No se dan cuenta de que algo así queda completamente irreal?
– La cancioncita de Russell Crowe, y aún peor, la que suena en la primera escena del Ned adulto. ¡Que estamos en el siglo XIX!
– Que el protagonista de 1917 no sea capaz de levantar esta cosa, andando con sus colegas por burdeles y aburriéndome hasta la extenuación.
Y cuando un film así me genera tan gratas sensaciones sin llegar a la mitad de su duración, ya le echo la cruz y soy incapaz de perdonarla aunque la cosa mejorara. Pero lo malo es que, en este caso, tampoco es así. Es tan aburrida que no he sido capaz de terminar de verla, y por eso le pongo el 1, que es lo que hago en estas ocasiones, aunque quizás no sea tan espantosa como para eso.
Este Kelly aunque también violento no es el de Clint Eastwood, sino una figura histórica australiana que vendría a representar lo que representa Billy el Niño en Estados Unidos. Estamos pues ante un western australiano, suponemos.
A pesar de llamarse verdadera historia , no es apta para historiadores y se centra más en motivaciones que en hechos. Tampoco es apta para retinas sensibles, la violencia individualista campa a sus anchas y es el tipo de película donde lo mismo apuntan con pistola a un bebé que a un pene, sin desvelar cuándo aprietan el gatillo que para eso hay que ir a verla.
Tiene sus momentos pero el conjunto es demasiado caótico, sus dos horas son desbordadas con demasiado material, habitual maldición en la sala de edición cuando la fuente es una novela de éxito. Nos gustaría saber más de personajes secundarios que aparecen y desaparecen alrededor del protagonista, interpretado brillantemente por el jovencísimo y desconocido Orlando Schwerdt durante un tercio de película y no tan brillantemente por el joven George MacKay (1917, no año de nacimiento sino película) los otros dos tercios. Parece Iggy Pop disfrazado de Rambo y preguntándose cómo ha ido a caer dentro de Grupo Salvaje . Entre los susodichos secundarios interesantes destacan la joven estrella emergente Thomasin McKenzie (JoJo Rabbit) y el ostensiblemente menos joven pero aún no decadente Russell Crowe (Gladiator).
También destaca la fotografía, especialmente deslumbrante durante el duelo de OK Corral, aunque cuidado los epilépticos. Y digno de admirar el tratamiento natural y sin importancia de las varias situaciones con connotaciones homosexuales que se presentan, suscribiendo la tesis de que la homofobia no existe donde no se enseña, como muchas otras fobias.
Gustará a: modistas, cantantes de country, ingenieros navales
No gustará a: ingleses, donuts, policías