La première étoile
Jean-Gabriel, casado y con tres hijos, vive realizando trabajos esporádicos. Un día, para complacer a su hija, promete que irán a esquiar toda la familia. El problema es que si no lo consigue, su esposa lo abandonará. Tendrá que ser muy creativo para lograrlo y mantener así a su familia.
Para los que no se hayan acercado todavía al cine francés, ésta es una buena posibilidad de hacerlo. Una película sencilla y realmente enternecedora que me hace descubrir a un actor francés, Lucien Jean-Baptiste que se decidiría a ponerse también tras las cámaras para dirigir y coescribir esta deliciosa comedia francesa, llegando a estar, incluso, nominada ese año a mejor ópera prima en los premios César. Jean-Baptiste tiene facilidad para caer simpático y sabe al mismo tiempo darle ese toque de ternura a su personaje de padre dispuesto a lo que sea por tal de que sus hijos sean felices, incluso a ir de vacaciones a un resort de esquí, deporte siempre mal asociado a los blancos. Junto a él, dos actrices veteranas muy diferentes entre sí. Por un lado, la divertida Firmine Richard y por otro una de las musas de la Nouvelle Vague francesa, Bernardette Lafont. Ambas están maravillosas. Descubro a la delicada Anne Consigny. Muy recomendable para iniciarse en el cine de nuestros vecinos galos.