La otra residencia

3 comentarios en «La otra residencia»

1. El costumbrismo de A. Paso oscila entre la ocurrencia lúcida que sorprende por su ingenio y la paradoja poco afortunada por obvia.
   
   En esta película en concreto hay que reconocer que el guión (de A. Paso) no acompaña y que la dirección (también a cargo de A. Paso) no se encuentra a la altura de su propio texto.
   
   Al espectador le asalta la sospecha permanente -casi certeza- de que si la obra hubiera caído en manos más curtidas se le podría haber sacado un partido mucho mayor.
   
   Porque, a pesar de sus evidentes lagunas y de su trasnochada factura cinematográfica, se termina tomando cariño a la temática, a las situaciones y a los personajes que las interpretan.

2. Esta película es la confirmación oficial de Alfonso Paso es un claro candidato a Ed Wood español. Esta película que pretende ser una película de enredos es una completa tontería. La historia versa sobre unos delicuentes que cometen un crimen. Se separan y en una de ellas el tipo se esconde. Ahí andan dos desgraciados que supuestamente son discapacitados psiquicos. Bueno a medida que avanza la película te das cuentas que son mas discapacitados los que están alrededor que ellos dos. Hay un psiquiatra que ha sido invitado al que todo lo arregla con dos pastillas. Y con psicosis coléctiva. Como si el retraso fuese contagiosa. Nada parece funcionar, ni los actores están a la altura claro como van a estar si el guión es nefasto el mismo parece escrito con los pies. Gracía no tiene ninguna. Si la moraleja de la película es que nadie esta capacitado para separar los límites de la locura de la cordura no lo consigue.

3. Conclusiones
   
   Aprovechando el titulo e la emblemática película de Ibáñez Serrador, (estrenada el mismo año), y muy posiblemente queriendo hacer ver que fuese una continuación de aquella, llega esta cinta con un maravilloso reparto, pero totalmente vacía, el curioso guion (que realmente aunque lo parezca, no es malo) se convierte en un despropósito, donde un montaje totalmente absurdo y carente de ritmo, continuidad o sentido alguno, nos muestra una serie de personajes a cual más estrambótico, que unido a que la dirección de la cinta usa todas las reglas básicas del cine tan solo para saltárselas destruyéndolas, con un uso continuado de zooms, una constante falta de raccord (que son tantos que cuesta creer que no están hechos a propósito), la cinta se hunde también incluso con unas interpretaciones (por llamarlo de algún modo) que sorprende por venir de grandes actores que sin duda son capaces de muchísimo más, la cinta parece tener unas intenciones claras, estar a caballo entre la comedia clásica de nuestro cine, y el surrealismo de Buñuel, pero no es ni una cosa ni otra pues une ambos para cruzar su línea con un paso más allá, que en lugar de reinventar nada, tan solo consigue caer en el ridículo de lo absurdo no funcionando en ninguno de los dos campos que parece querer moverse.
   
   Lo que nos Enseña
   
   Lo único de la cinta que es reseñable, es la grandísima interpretación de Enriqueta Carballeira, que en su histriónico personaje no se puede decir más que lo borda, con una locura increíblemente interpretada, que destaca más ante sus compañeros de reparto de lo que apenas destaca alguna escena aislada. Otro punto muy a destacar (y siendo este ya solo un buen motivo para ver la cinta) es el cameo del Maestro del terror Don Narciso Ibáñez Serrador, grande aun en sus escasos segundos en pantalla, siendo el análisis de la película que no funciona del todo, por unos motivos evidentes puede que seguramente si hubiese funcionado mejor como una obra de teatro, donde no hay sitio para montajes deficientes y escenas sin continuidad, solo un escenario frente al espectador, donde hay que darlo todo en un solo encuadre, y eso es seguramente lo que necesitaba este guion.
   
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