La memoria del agua (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Miniserie de TV (2012). Las historias de intriga, amor y pasión de la burguesía española de principios de siglo XX se entrelazan en el balneario La Isabela, un lujoso recinto que decaerá cuando se descubra un oscuro suceso. Reconvertido con el paso del tiempo en un hospital psiquiátrico, sus paredes encierran numerosos secretos que acabarán por salir a la luz. Miniserie formada por dos capítulos que lleva a la pequeña pantalla la novela homónima de la periodista Teresa Viejo. La historia de La memoria del agua retrata la sociedad burguesa de los años 20 en torno a la costumbre de tomar las aguas y transcurre entre dos épocas que permite poner diferentes caras al mismo personaje.
Detalles de la película
- Titulo Original: La memoria del agua
- Año: 2012
- Duración: 150
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Opinión de la crítica
4.5
44 valoraciones en total
Desanimo a cualquiera a que vea esto .
Sin entrar en la trama, que parece escrita por tu vecino de cinco años, los actores hacen un papel lamentable (aunque con lo que tienen…), con unas líneas de diálogo que son infumables.
Desconozco si la novela es tan horrenda como la serie, aunque puedo suponer que si.
Por favor, no os acerquéis a esta serie, hay un montón de series españolas buenas como para tener que soportar esta tortura.
Muy muy mala.No hay por donde coger la historia policiaca, la mayor parte de los personajes son absurdos y el camarero anarquista puede que sea las dos cosas pero como actor es muy muy malo.
Esta mezcla de Titanic y Gran Hotel promete lo que no es. Sí, hay un crimen, pero en vez de decantarse por el suspense y la investigación como en las novelas de Agatha Christie, vemos una trama llena de historias particulares que no llegan a juntarse ni mucho menos. Lo peor es que aunque no deja de ser entretenida, cada una de las historias de La memoria del agua no tienen mucha entidad. Por ejemplo, el propio crimen es bastante tonto, las pistas resultan excesivamente buenas, idóneas para identificar al culpable y encima, está cantado el móvil y el asesino. Por otro lado, te parece algo atropellado el relato de tal modo que la miniserie podía haber tenido un par de capítulos más para desarrollar mejor algunos personajes o historias que quedan colgando. Por ejemplo, la del militar, Miguel y Gloria. Por cierto, que el desenlace del relato que le está contando a su hijo la protagonista no sorprende absolutamente a nadie. Estaba más que cantado.
Por otro lado, pese a lo cursi y forzado del romance, volvemos a presenciar la misma historia de chica rica y de buena familia, enamorada de un pobre e izquierdista, para más recochineo. Aún así como los dos te parecen unos petardos, allá ellos. Eso si revela con bastante acierto la maldad de esos héroes de la libertad que son los anarquistas. Ahora que el comunismo está completamente desacreditado, algunos tratan de reivindicar el movimiento ácrata. Total, como nunca han gobernado (¿podrían acaso hacerlo?), podemos hacerlos pasar hasta por buenos. Sin embargo, ahí está su siniestra historia de atentados terroristas, pistolerismo, violencia y el más absoluto desprecio por la vida humana. En este sentido, todo lo que le pase a Lucas se lo tiene merecido por juntarse con tales criminales y por ser tan idiota. Y cambiando de tema, si la protagonista se enamorara de un conquistador como Miguel lo entendería, pero de ese panoli con tan poca gracia lo único que confirma es la validez de la práctica mora pues no habría otra manera de evitar los cuernos: encerrada y en casa.
Sólo me queda decir que sigue sin convencerme lo más mínimo la moda de los 20, entiéndase que femenina, porque la masculina no está mal, salvando quizás esos pantalones remangados que quedan bastante mal. Mira que es fea. Y esos peinados con tan poca gracia. Lo que me sorprende no es tanto que se imponga una moda poco favorecedora sino que lo hiciera en ese momento histórico. Es decir, que las mujeres dieran por bueno ese deterioro de su imagen cuando unos pocos años atrás vestían de una forma totalmente diferente y muchísimo mejor. Es que no tiene nada que ver los trajes de 1917 con la de este 1927. Ya sé que la tiranía de los modistos manda y que una vez se impone una prenda o un look hay que llevarlo prácticamente a la fuerza pues de lo contrario aparecerían totalmente fuera de lugar, pero me extraña que no provocara un escándalo esa degeneración. Que las mujeres durante generaciones (¡desde siempre!) llevaran el pelo largo o unos vestidos que no dejaban enseñar ni piernas ni brazos, de buenas a primeras se sometieran a las tijeras y se quitaran el corsé, la verdad que tuvo que ser traumático para muchas.