La maldición del guapo
Sinopsis de la película
Humberto es un hombre seductor y estafador a partes iguales que lleva una vida tranquila en Madrid tras haber cumplido condena por una antigua estafa que le costó la relación con su hijo Jorge, con el que no habla desde hace años. Ahora Jorge es un hombre honrado que se verá obligado a pedir ayuda a su padre al ser víctima de un robo en la joyería en la que trabaja.
Detalles de la película
- Titulo Original: La maldición del guapo
- Año: 2020
- Duración: 89
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Opinión de la crítica
Película
4.1
68 valoraciones en total
Dirigida por Beda Docampo Feijóo, el principal problema de LA MALDICIÓN DEL GUAPO es la coproducción entre Argentina y España, puesto que han querido encajar ambas culturas con un resultado demasiado pobre y forzado. El humor tan español se ha perdido por completo, y eso mezclado con una elegancia y seducción argentina mal llevada condenan a la película a una historia sobre estafadores en la que no hay ningún tipo de comicidad ni entendimiento entre Gonzalo de Castro y Juan Grandinetti. Sí, son padre e hijo, el uno lucha por ser buen padre mientras que el otro lo odia por su pasado, pero suceden una serie de acontecimientos que los llevan a convivir juntos y a tener una relación más bien absurda y demasiado forzada para que la trama avance.
Cayetana Guillén Cuervo, Malena Alterio y algunos más también aparecen, con mayor o menor importancia, en una trama que pretende ser enrevesada. El robo de unos pendientes de perlas negras hará que el hijo acuda al padre, antiguo estafador, para que le ayude con el pago. Este se las ingeniará para adentrarse en la familia de joyeros, con la inestimable ayuda de su hijo, para dar un buen golpe y hacerse con unos rubíes. Una Oceans Eleven a la española, pero sin gracia, carisma o atisbo de comicidad. Es todo demasiado cargante e insulso, y el espectador no se ve sorprendido por lo que ofrece la trama.
LA MALDICIÓN DEL GUAPO, a pesar de lo que su género indique, carece de comedia y tampoco funciona del todo bien en su aspecto más trabajado, que podría ser el de las relación entre padre e hijo o la estafa que lleva a cabo. Demasiado irreal y fácil, pesado y poca complicidad entre el reparto. Una película fallida que debería haber apostado por un humor más explícito y que se pierde entre la falsa sensación de elegancia a ritmo de tango. Una pena.
*Herencia familiar
Beda Docampo Feijóo es conocido en la industria cinematográfica y televisiva gracias a títulos como El marido perfecto o Amores locos. No obstante, con La maldición del guapo, parte de un libreto ligero, que busca únicamente un entretenimiento liviano. Pese a ello, el problema que surge es que el humor utilizado apenas llega a romper en carcajada, dejando un camino a medio gas entre comedia y un feel-good mal llevado. Sin duda, se puede comprobar que esta historia tiene en su ADN una idea interesante, como es la del cazador cazado. Aun así, no ha encontrado cómo resolver las problemáticas planteadas y se resuelve de una manera excesivamente abrupta y sin un ápice de profundidad. Además, se dibuja un retrato vago de las relaciones que se abordan y no se sostienen la mayoría de ellas, incluyendo las que afectan al propio protagonista. Foto de Filmax
Por otra parte, los personajes que aparecen en el film tienen la intención de formar una trama coral y en comunidad, que terminan por no encontrar su fin y se convierten en un estereotipo exacerbado de una realidad inexistente. Pese a su condición fantasiosa, lo que se espera es dar verosimilitud a lo que ocurre en pantalla. Pero, sucede lo contrario, no tiene autenticidad y cae en situaciones bastante forzadas. Luego, los giros de guion que buscan deslumbrar al espectador, incluyendo el del desenlace de la cinta, no tienen consonancia y se puede ver demasiado preparado, no fluye con naturalidad. Sumado a ello, se entienden las motivaciones principales de cada personaje, pero no están suficientemente consolidadas. Por suerte, hay algunas partes de la película que evocan a cierta ternura e, incluso, simpatía.
*Oportunidad perdida
Este universo de las mentiras, la seducción y las estafas tiene un reparto espléndido. La maldición del guapo tiene en su plantel grandes nombres del cine español. En primer lugar, Gonzalo de Castro se convierte en Humberto, el gran protagonista de la cinta. El actor derrocha personalidad, tiene carisma y demuestra manejar bien la comedia. Sin embargo, su mayor problema es que el guion no le permite brillar más en dicho papel. En cambio, no ocurre lo mismo con Juan Grandinetti. La razón es que el actor se encuentra en un plano encorsetado y sin apenas naturalidad en la mayoría de sus secuencias. Es más, a veces da la sensación de ser un autómata. No obstante, no todo es responsabilidad del argentino, dado que hay diálogos y escenas que no se pueden sostener en sí.
Una de las excepciones más plausibles es la de Cayetana Guillén Cuervo, que está maravillosa. Saca partido a su personaje y no deja que se quede en un punto superficial, sino que le da personalidad y un punto de picante. Por esta razón, hace que su Catalina sea uno de los personajes más disfrutables de la película. Gracias a ello, el espectador consigue simpatizar y disfrutar, sobre todo, las secuencias en las que aparece. Después, Ginés García Millán y Carlos Hipólito son grandes actores que no tienen la posibilidad de demostrarlo en este film. Sus papeles nadan en una simpleza excesiva. Por otra parte, Andrea Duro muestra una interpretación que cumple, pero no va más allá. Al contrario que Malena Alterio, que pese a las flaquezas que hay en el libreto, tiene fuerza y una expresividad muy personal.
*Otra comedia de situación
Durante las primeras secuencias parece que La maldición del guapo va a ir más hacia una comedia sofisticada, pero no tarda en romper el molde para llegar a un humor de a pie. No obstante, esto no es sinónimo de no haber podido reconducirla hacia otro tipo de estética y triunfar. Por lo que, en este caso, el conflicto que surge es la falta de identidad sólida, quedándose a medio gas entre un estilo y otro, lo que provoca cierta ambigüedad visual. Aun así, hay que aplaudir la labor de la dirección de arte que ha cuidado todo tipo de detalles y es innegable el valor de la creación plástica que ha hecho de cada uno de los personajes. Además, ofrece unos espacios pomposos, que aunque chirrían con el carácter final del film, analizándolos de forma independiente, están muy bien formulados y con una preciosidad remarcable.
Sin embargo, el montaje no llega a buen puerto y realiza un relato en el que la acción y el dinamismo se ven opacadas por la falta de sustancia enérgica. Por lo cual, hay momentos en los que se queda una sensación de que no pasa nada, y realmente no ocurre ningún evento destacable. Unido a ello, hay ciertas líneas de narración que no añaden mayor precisión creativa y se convierten en una posible distracción visual. Pese a ello, hay algunas escenas que ofrecen una coreografía bien estructurada y sacan partido a los elementos de la puesta en escena, lo que indica el potencial que pudiera haber tenido. Por último, la banda sonora no se distingue y se queda en un limbo que hace que sea realmente olvidable para el público. Además, hay que sumarle la instrumentalización de escenas que permanece en una estructura demasiado básica.
*Conclusión
La maldición del guapo es una comedia que busca ser sutil, elegante y sofisticada, pero pronto rompe con su intención para dar una historia excesivamente sencilla. Lejos de ofrecer un guion que haga de su humor las delicias del film, se queda a medio gas y no consigue explotar bien el concepto de cazador cazado. No hay una comedia dialéctica, pero tampoco física. Aun así, hay algunas secuencias que se disfrutan. Después, el reparto no consigue dar lo mejor de sí, aunque hay ciertas excepciones como Cayetana Guillén Cuervo o Malena Alterio, que brillan con personalidad y fuerza. A nivel estético, se mueve entre dos aguas, lo que provoca que no obtenga una identidad propia. Un robo a mano armada que empieza con buenas intenciones y acaba con una cuarta parte de lo que podría haber sido.
Escrito por Diego Da Costa
Película cuyo guión no tiene chispa ni gracia: inerte. Al final hay un giro de guión que no consigue salvar los platos rotos.
Personajes de cartón piedra.
Trama argumental sin tejido ninguno y falta de sentido.
Interpretación plana de los actores, excepto Malena Alterio y Cayetana Guillén Cuervo.
La banda sonora ni la recuerdo.
No produce emoción ninguna, película que pasa al olvido como cuando comes palomitas de maíz.
Hoy ha sido el primer día que hemos ido al cine desde que empezó el confinamiento y por desgracia nos hemos aburrido.
Esta es nuestra opinión.
Espero que os sea de utilidad.
Saludos a todos los amantes del cine.
Todo se manifiesta profundamente impostado. El tono suena a aprendido y recitado. Me ha sorprendido una actriz de la categoría y profesionalidad de Cayetana Guillén Cuervo, que luce y actúa de manera sobresaliente, y curiosamente mantiene un tonillo artificioso en sus diálogos.
No me ha interesado lo más mínimo, aunque debo reconocer que tampoco me aburrió. Gonzalo de Castro, Juan Grandinetti,. conocen su oficio y se enfrentan a sus párrafos con soltura pero ausentes de convencimiento.
Creo que la votación global refleja con exactitud lo que los espectadores hemos sentido al enfrentarnos a esta maldición, aunque sea la de un guapo.
Esta comedia escrita y dirigida por el argentino Beda Docampo se deja ver sin grandes sorpresas y con cierto interés a pesar de ser sumamente previsible y tener algunos personajes que chirrían de principio a fin. El cine argentino tiene un no se que, que qué se yo que lo convierte en el más cercano al público español. Las películas de otras cinematografias no suelen tener mucha aceptación quizás por sus distintas maneras de hablar el castellano y sus temáticas sociales y deprimentes. Argentina hasta del drama más profundo saca su parte cómica y esperanzada.
Un nutrido grupo de actores españoles y de ascendencia argentina se unen aquí para la típica comedia de estafas con estafadores cariñosos, amables y elegante contra estafados que se creen muy listos. Hemos visto la misma trama en otros títulos pero aquí descansa sobre actores templados alejados del histrionismo que te resultan cercanos, creíbles y amables. Una película con momentos simpáticos alejada del humor vulgar, como hecha para una clase media alta que disfruta la vida y los negocios al más alto nivel.
Gonzalo de Castro sigue siendo tan buen actor como siempre pero con un personaje más elegante, un perdedor adorable que tienes ganas de que lleve a buen puerto su estafa y la misión que a través de ella quiere hacer.
Juan Grandinetti no tiene un papel para lucirse y, por lo tanto, no lo hace. Son sus primeros pasos en el cine y está aprendiendo. Cayetana Guillen Cuervo y Carlos hipólito están muy bien como siempre en sus papeles de comparsa de lujo y la joven Andrea Duro sorprende con una gran interpretación.
La música de Pablo Jusid es otro punto a su favor pero ¿Quien es el guapo?
Una comedia brillante que gustará a los amantes de la comedia tipo Arturo Fernández y poco más…a mi me ha hecho pasar una tarde muy agradable…no se la puede pedir más.,