La llamaban la madrina
Sinopsis de la película
Trini, hija y nieta de ladrones, era una especialista en el arte de abrir cajas fuertes, pero un día decidió cambiar de vida y trabajar de cajera en un supermercado. Además se ha echado un novio que estudia derecho, pero todo se irá al garete cuando detengan a su padre, el señor Baldomero, por robar 36 kilos de electrodomésticos. Entonces deberá montar una peculiar escuela de ladrones .
Detalles de la película
- Titulo Original: La llamaban la madrina
- Año: 1973
- Duración: 109
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Opinión de la crítica
Película
3.8
92 valoraciones en total
Si en Objetivo Bi-ki-ni Don Mariano Ozores ya sorprendía a la audiencia haciendo que un helicóptero desapareciese del plano pasando detrás de una colina y metiendo un efecto sonoro descuadrado de cacharrazo para simular un accidente, por falta de presupuesto quiero pensar, aquí esto ya no sería necesario, pues es una de las películas de este ilustre director que contó con mayor holgura presupuestaria. De hecho, parece que nos lo pasa por la cara, como ese concuñao con posibles que todos tenemos: cochazos por aquí, hotelazos por allá, señoritas de compañía de alto standing (Barbara Rey, África Pratt) formando parte del reparto, accidentes filmados a puñados…
Por lo demás, la típica historia suya de mircofilms, espías, picaresca y confusiones entre unos y otros con desenlace atropellado y loco, protagonizada en esta ocasión por Antonio Ozores, Sazatornil y Lina Morgan, haciendo esta última un poco lo de siempre: cuchufletas por aquí, andares patizambos por allá, tono de persona disminuida por acullá… Sorprendentemente, Don Mariano aprovecha para mostrar al cinéfago despierto que eso que acostumbra a filmar responde a fines de subsistencia, pero que el bebe de las vanguardias europeas del postcine y el montaje abrupto como vía narrativa y polisémica: en un magnífico plano donde pasa un coche por debajo de una portería de fútbol (en el contexto de una espectacular persecución entre cuatro coches alrededor de un árbol), aprovecha para intercalar un fragmento de un partido de fútbol donde Luis Aragonés mete un gol. Sublime.
El título es meramente oportunista y no tiene nada que ver con el contenido. La trama es la típica de rateros de poca monta y chorizos aficionados que aspiran a subir de categoría con fechorías de más nivel. Lina Morgan está en su ambiente como actriz cómica. Es memorable su escenificación del timo de la estampita pero no supera a la que hizo Toni Leblanc en otra película análoga. Saza no está en uno de sus mejores papeles. La dirección deja bastante que desear. La persecución con coches chatarra con la musiquita de fondo de Antón García Abril, parodiando el cine de gangsters, daría el pego si no fuera por su chapucera realización. Con el mismo argumento se hubiera podido hacer algo con más habilidad y menos de andar por casa.
Mariano Ozores es el segundo director español más prolífico de la historia, tras el incalificable Jesús Franco. Los dos son únicos, personales e irrepetibles, con muchos bodrios infumables (demasiados), pero también con un buen número de pelis salvables. Ninguna es una obra maestra, ni por asomo, pero salvables.
Esta que nos ocupa es una de ellas. Una comedia de enredo típica del director, con un buen plantel de cómicos encabezados por los archiconocidos Antonio Ozores y Lina Morgan, el primero en su papel de siempre y la segunda más contenida de lo acostumbrado (lo que se agracede mucho). Historia de aprendices de espías castizos enfrentados a espías de verdad internacionales, algunos gags divertidos, otros menos, continuos enredos, persecuciones y demás. Se deja ver, ya digo.
En fin, la típica peli que se ve una vez, se pasa un rato más o menos divertido y se olvida. Aprobado sin más.