La importancia de llamarse Ernesto
Sinopsis de la película
Gran Bretaña, 1890. Jack Worthing (Colin Firth) tiene un secreto. Lleva una vida tranquila y respetable en el campo, donde ejerce como protector de la bella Cecily Cardew (Reese Witherspoon), pero cuando necesita divertirse, se escapa a Londres y se hace pasar por su imaginario hermano Ernesto, un hombre tan disoluto y extravagante como su íntimo amigo Algy Algernon Moncrieff (Rupert Everett). Sin embargo, el objetivo de su último viaje a Londres es proponer matrimonio a la prima de Algy, Gwendolen Fairfax (Frances OConnor). La chica acepta la propuesta, pero su madre, la temible Lady Bracknell, que tiene otros planes para su hija, averigua que Jack, siendo un bebé, fue hallado en una bolsa abandonada en la Estación Victoria. Algy, aprovechando la preocupante situación de su amigo, visita a Cecily. Cuando se presenta como Ernesto, descubre encantado que la chica hace tiempo que sueña con casarse con el hermano errante. Pero, cuando Jack regresa con la noticia de que su hermano ha muerto, las cosas empiezan a complicarse.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Importance of Being Earnest
- Año: 2002
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
6.1
99 valoraciones en total
John Worthing,interpretado por Colin Firth, finge llamarse Ernest durante sus estancias en la ciudad dónde aprovecha para asistir a fiestas y desmadrarse un poquitín con su compadre, el vividor de profesión, Algy Moncrieff (Rupert Everett). Todo va bien hasta que Algy descubre su verdadera identidad y decide indagar hasta el fondo del asunto.
La obra de Oscar Wilde es absolutamente brillante, y ante todo, es una obra de teatro. Aquí radica el problema, es muy dificil lograr una adaptación cinematográfica que sea fiel a la obra original.
Sin embargo, existe una versión del año 53 que sí que lo logró. Animo a todo el mundo a que vea esa película, en la que los personajes representan todo aquello que Wilde plasmó en su obra.
La obra consta de tres actos y tres único escenarios: el piso de Londres de Algy, el jardín de la mansión en el campo de John/Jack/Ernest y una habitación interior de dicha mansión.
En la película se han incluido escenarios, situaciones, escenas, dialogos y muchos otros elementos que no están en el manuscrito original y que, en mi opinión, lo empobrecen y degradan al nivel de obrilla de sobremesa bastante tontita.
Aunque Firth y Everett no están del todo mal creo que sus personajes son demasiado falsos y caricaturizados (muchísimo más logrados en la otra película que he mencionado) y Reese Witherspoon, a pesar de ser buena actriz, aquí no demuestra nada de talento y hace parecer a Cecily una niñata pija y sin sesera (además parece mucho más mayor de la edad que se supone que tiene).
Es una lástima, ya que al menos la ambientación, vestuario, etc está bastante logrado y Judi Dench y Anna Massey están geniales.
Finalmente, quiero recomendar la lectura del libro de Wilde en versión original, pues con las traducciones se pierde gran parte de la mordacidad de su sátira y su ironía tan finas.
Otro apunte: El juego de palabras que en inglés supone being earnest :
En la obra de Wilde esto se escribe en minúscula, pues earnest es un sinónimo de honesto y con esto se juega a lo largo de toda la trama puesto que los dos protagonistas masculinos mienten sin cesar ahsta que son cazados. Se pronuncia igual que Ernest y de ahí la gracia.
La traducción al castellano es errónea, aunque sería imposible lograr un juego de palabras similar.
No sé que han pretendido lograr con esta pobre adaptación de una obra del genial Oscar Wilde, pero lo único que han conseguido ha sido una pobre comedia sin la menor gracia, con interpretaciones mediocres, guión pobre y desenlace totalmente predecible desde el comienzo. Se olvida al momento de haberla visto porque no tiene el menor resquicio de originalidad ni escenas que puedan destacar en ningún aspecto.
Jack Worthing tiene un secreto. Por un lado, disfruta de una vida tranquila y respetable en el campo, donde ejerce como protector de la bella (y fabulosamente rica) Cecily Cardew. Pero, por otro, cuando necesita un mayor aliciente, Jack se escapa a Londres, donde asume la personalidad del caprichoso Ernesto Worthing, su imaginario hermano. Ernesto es un hombre disoluto con gran preferencia por la vida extravagante, extremo que comparte con su íntimo amigo Algy Moncrieff. Sin embargo, el objetivo de la última excursión de Jack es proponer en matrimonio a la prima de Algy, Gwendolen. Paralelamente, Algy se hará pasar por Ernesto para seducir a Cecily.
La importancia de llamarse Ernesto, nueva adaptación para la pantalla grande de una obra de Oscar Wilde, en esta ocasión con menos fortuna de la habitual. Mientras que en la obra teatral, Wilde utiliza unos diálogos ingeniosos y confusiones lingüísticas para criticar el sistema de clases, las costumbres y la hipocresía de la sociedad británica de su tiempo, aquí la fidelidad a la obra original que Oliver Parker (Un marido ideal) mantiene se traduce en un simplón humor inglés cercano al chascarrillo. Además, lo peor es que precisamente la principal apuesta del filme es su punto débil, la historia, lo que hace que el director centre su labor en el guión y descuide otros aspectos importantes, como el aspecto visual, relegado siempre a la ironía de los diálogos.
La trama, aunque con poca sustancia y altamente previsible, está repleta de personajes extravagantes y de un humor finísimo, por lo que de entrada, no es difícil entrar en el juego. Pero el toque trágico original de los personajes de Wilde, cuyos pesares y conflictos hacen funcionar a una trama aparentemente ligera, desaparece. Los personajes parecen meras marionetas presas de los líos en los que ellos mismos se han envuelto, y la crítica original queda diluida.
El reparto por lo general está acertado, cada actor y actriz en su papel habitual (Rupert Everett en su salsa, Judi Dench haciendo como siempre de amargada dama victoriana…), y sostiene en gran parte a la película. Los personajes femeninos, interpretados por Frances O´Connor y Reese Witherspoon, parecen una mezcla entre ingenuidad, estupidez y ambición feminista. Tom Wilkinson y Anna Massey forman una graciosa pareja.
En fin, que se echa en falta algo más de imaginación y creatividad a la adaptación cinematográfica –demasiado teatral- para que realmente convenciera al público actual. En vez de eso, nos encontramos ante una película típicamente inglesa, amable, divertida y bastante digna, que agrada durante la hora y media que dura y se olvida en la hora y media siguiente.
Si bien Oscar Wilde es uno de los mejores autores de todos los tiempos, aún no se ha hecho mucha justicia a su producción teatral, y ésta película vuelve a demostrarlo.
No es que sea mala, ni mucho menos, y cuenta con un reparto excepcional, del que destacan la siempre excelente Judi Dench, una sorprendente Frances OConnor y Colin Firth (a Reese Witherspoon y a Rupert Everett, en su enésimo papel de sinvergüenza ligón, los dejaré un poquito a un lado). Pero la cosa no pasa de ser un divertimento intrascendente, que apenas capta la magistral ironía propia de Wilde, y ofrece un desenlace algo precipitado.
Pero está bien para entretenerse un rato. Mejor ésto que las de Michael Bay o Robert Rodríguez.
Lo mejor: Los actores
Lo peor: No tien mucho que decir y es correcta, sin más.
Menuda cruz que tiene el pobre Oscar Wilde con el tipo éste, Oliver Parker. No queda muy claro si lo de Parker es admiración por el autor victoriano, o un odio acérrimo que le lleva a mancillar su obra cada vez que tiene ocasión.
La pieza teatral de Wilde se transforma aquí en una insípida comedia romántica de enredo, pero desenredada y sin comedia ni romance. En el papel de Ernesto tenemos al siempre correcto Firth, y a un Rupert Everett que parece que se haya escapado de un cartoon de Tex Avery. Pero, aun con todo, la peli tendría su aquel, si no fuera por esa musiquilla, como de anuncio de ing direct, colada siempre a destiempo, tal vez queriendo resaltar momentos cómicos, pero evidenciando, más bien, que no consiguen serlo.