La gran vida
Sinopsis de la película
Martín (Carmelo Gómez), un joven conductor de autobús que se considera un fracasado, ha decidido suicidarse. Cuando está a punto de tirarse de un puente, Salva (Fernando Valverde) intenta impedírselo. Martín reacciona de manera hostil pensando que se trata una especie de buen samaritano. Sin embargo, las intenciones de Salva son muy distintas: lo que le propone es un negocio: si retrasara su suicidio un par de semanas, él lo pondría en contacto con unos prestamistas que le darían un millón de dólares, de modo que durante ese tiempo podría disfrutar de los placeres de la vida. Transcurrido el plazo, los prestamistas apretarían el gatillo por él. Pero la aparición de Lola (Salma Hayek) altera esos planes cuando ya es demasiado tarde.
Detalles de la película
- Titulo Original: La gran vida
- Año: 2000
- Duración: 112
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Opinión de la crítica
4.8
37 valoraciones en total
A quien se le hubiera ocurrido, ¡ya que te vas a matar date la gran vida, gasta todo lo que tienes, mas aun lo que no tienes! Una comedia muy divertida con muy buenas interpretaciones. Un argumento muy original sobre un hombre, Martín (Carmelo Gómez), que se iba a suicidar y Salva (Tito Valverde) le ofrece la posibilidad de darse la gran vida y posponer su suicidio durante un par de semanas. Además, tiene dosis de romanticismo, acción y drama.
Transcurrido el plazo los prestamistas apretarían el gatillo por él, pero en una fiesta Martín conoce a Lola (Salma HayeK) que trabaja como camarera (la cual conquista al nuevo millonario con una doble intención) y se enamora de esta bella mesera mexicana y recupera las ganas de vivir. Pero ya no hay vuelta atrás, es demasiado tarde.
Es una película con leves pero contundentes reflexiones sobre el pesimismo, el altruismo y en general la manera de plantearse uno la vida. Una historia que te cautiva y te llena de ganas de vivir.
Antonio Cuadri debuta en el cine tras la realización de la teleserie Al salir de clase , y no lo hace del todo mal… Ha elegido la tendencia fantástica actual del cine español, esa tan común actualmente que busca crear un cine creíble pero con punteos de decorativa ficcionalidad, que hacen ver que el cine es cine y como tal, es un entretenimiento de masas. Claro ejemplo es la escena de la piscina llena de Champán. Al espectador de este género le cabe esperar todo y más. Aquí podríamos enmarcar muchas películas, pero yo me quedaría con Crimen Ferpecto o la clásica El día de la bestia , aunque esta última poco tiene que ver…
Una trama interesante para una película divertida. Si por aquí merodean tus gustos, no te la pierdas.
La gran vida de Antonio Cuadri, es una comedia romántica sobre un conductor de autobús que decide suicidarse, pero a que a última hora retrasa su decisión para disfrutar durante una semana de 100 millones de pesetas. Dirigida con un ritmo vigoroso y dinámico, es original por la historia, y está realizada de modo competente y cumplidor, obteniendo un resultado simpático y divertido que ameniza el rato y gusta ver.
La fotografía, es una mezcla de tonos oscuros y lúgubres con otros más claros y llamativos, siendo una mezcla estéticamente apropiada para el tipo de film. La música, es variada y rítmica, con canciones modernas e idóneas que aparecen principalmente en fiestas o discotecas. Y cabe destacar, unos planos y movimientos de cámara en un notable trabajo técnico que da gran dinamismo a la acción.
Las actuaciones, son graciosas y carismáticas. Con Carmelo Gómez en una labor cómica y campechana, Salma Hayek sensual y atractiva y Tito Valverde con carácter y acierto. Siendo oportunos los acompañamientos y apariciones de Alicia Agut y Carlos Bardem entre otros. Empleando para estos unos vestuarios y caracterizaciones variados y sugerentes según los distintos personajes, siendo sencillos pero certeros.
El guion, escrito por Fernando León de Aranoa y Carlos Asorey, es agradable y atractivo por la trama, y con un argumento sustancioso y jocoso en su interior que sorprende agradablemente al espectador en su visionado. Y usan unos diálogos simpáticos y divertidos que gustan por su espontaneidad y ocurrencia, que sin ser de gran calibre, es práctica y pertinente para el tipo de película.
En definitiva, la considero una cinta entretenida y jovial aunque sin brillo, pero desde luego cumplidora en su cometido de amenizar y agradar el rato a la familia. Recomendable por su dirección, guion, música y diálogos que hacen de La gran vida un buen film, digno de ver y disfrutar por el público en general, y por los buscadores de comedias de risa fácil.
Francamente infravalorada. Una película que, a pesar de estar muy por encima de los vomitivos subproductos que da de sí la madre patria (tetas, tacos y tarados), debe soportar los prejuicios de ciertos sujetos que, guiados por el si es española, es una mierda, y tras reconocer que no se acuerdan de casi nada –con un par-, se permiten regalarnos sus sesudas críticas de diez líneas.
Lo que tenemos aquí es una comedia amarga. Una fábula cuyos estereotipados (y poco convincentes) toques de comedia romántica no ocultan su verdadera intención, que no es otra que hacer sangre de ese contradictorio hecho que define la mierda de mundo que nos ha tocado en suerte: cuanto más bajo es el nivel intelectual y moral de un sujeto, más alto es el nivel que ocupa en la pirámide social – a esto se le llama capitalismo , creo-. Así, lo que aquí se nos muestra (con mucha mala leche y con no poca inteligencia) es un retrato descarnado con reminiscencias caprianas del contraste miseria/riqueza, de la profunda miseria moral de todos esos tan terriblemente pobres que sólo tienen dinero frente a la riqueza vital y cotidiana dignidad del currante, del Tanto tienes, tanto vales: de cómo el simple hecho de tener una chequera bien nutrida basta para convertir a un perfecto donnadie en el jodido Rey del Mundo. Sí, porque, por supuesto, nuestro protagonista, un buen hombre lleno de humanidad y decencia, vive condenado a una existencia de mierda, colmada de infelicidad, soledad y hastío (al punto de que, en un ataque de lucidez, decide quitarse del medio), hasta que una cifra de 8 ceros se cruza en su vida… Eso basta para que todo cambie. ¿Cojonudo, no?
Por supuesto, la película no es perfecta. Como comedía le falta ritmo y convicción, y sus gags no terminan de funcionar. Su humor, cuando aparece, es un humor melancólico y amargo, que deja el regusto de la bilis. Al fin de cuentas, como ya he dicho, la etiqueta de pretendida comedia sólo es un disfraz que oculta sus verdaderas intenciones. Así que si quieres ver la típica comedia española de chistes zafios y descerebrados, te equivocas de pelí. Por otro lado, y como película de denuncia social, le faltan cojones: se echa de menos más sarcasmo, más mala hostia y menos sutileza. No, no me engaño: está claro que Tele 5 no iba a producir nada a lo Michael Moore… Me hubiera gustado echar un vistazo al guión original, antes de ser revisado por los chicos de mamachicholandia…(*). Pero lo más fallido aquí son sin duda son las interpretaciones, que resultan realmente desastrosas. Tito Valverde, por lo general solvente, está aquí totalmente fuera de lugar, y Salma Hayek… Ufff… Sí, estará todo lo buena que se quiera, pero aquí resulta infumable: una de las peores interpretaciones que he visto. En cuanto a Carmelo, correcto a secas.
En definitiva, una película interesante. Casi dos horas de Cine que, cosa rara en la piel de toro, te harán pensar.
La curiosa historia que trata salva a esta película, que no tiene actuaciones destacables salvo quizá la del protagonista principal, el conductor de autobús.
Todos alguna vez querríamos pegarnos la gran vida, sólo hace falta que alguien nos de esa oportunidad… Pero con suerte nos daremos cuenta de que la verdadera felicidad está en ese mundo que tanto odiábamos antes.