La gran hambruna
Sinopsis de la película
Año 1847. Durante lo peor de la Gran Hambruna (1845-1849) en Irlanda, Feeney, un Ranger irlandés que ha estado luchando por el ejército británico en el extranjero, abandona su puesto para intentar reunirse con su familia en Irlanda. A pesar de haber experimentado los horrores de la guerra, Feeney se sorprende por la destrucción de su patria por el hambre, y la brutalidad del gobierno con su pueblo y su familia.
Detalles de la película
- Titulo Original: Black 47
- Año: 2018
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
Película
6.1
33 valoraciones en total
Una película hecha con propósito y un alto sentido histórico, evitando la grandilocuencia ridícula que acompañan estas obras cuando son por encargo. Acá hay autoría e intención en lo que se quiere contar y en el cómo hacerlo.
También, es absolutamente parcial y no lo oculta, sin embargo, los personajes están extraordinarios, como están configurados, sus motivaciones, sus discursos, sus comportamientos.
Sus puntos fuertes son abundantes, una fotografía hermosa, música celta real, idioma original de la época y del lugar, interpretaciones comprometidas con el desarrollo de la historia, un guión muy limpio, sin trucos, diálogos naturales, vestuario, ambientación
Interesante, completa y sencilla. Un filme de época alejada de clichés.
Tengo una gran simpatía por Irlanda, precisamente por lo que sufrió con la hambruna de la que habla esta película y por lo que tuvo que sufrir a causa de algunos ingleses. No de todos y esta película combate precisamente un fácil maniqueísmo.
Prescindiendo en lo posible de eso, me parece una película muy bien hecha, mejor ambientada y con una interpretación memorable de Weaving y de Frecheville.
Maravillosos esos paisaje desolados, servidos por una gran fotografía.
Es una pena que la película no haya tenido más difusión porque es un gran ejemplo de ciñe histórico.
Un extraño western ambientado en Irlanda en el Negro 47 refiriéndose al verano de 1847 donde una hambruna brutal asoló en país y miles de personas murieron de inanición. Todo por culpa de la aparición del escarabajo de la patata que arrasó con todas las cosechas de media Europa ya que un tercio de la población dependía del tuberculo para sobrevivir. Irlanda fue uno de los países más afectados ya que además estaba colonizado por los británicos los cuales se llevaban a Inglaterra todos los alimentos.
El actor australiano James Frecheville (Animal Kingdom) interpreta a Fenney un personaje frío y aterrador, un irlandés que abandona el ejército británico y regresa a su país natal para descubrir la verdad sobre cómo han terminado con su familia unos gobernantes coloniales que crearon una clase de siervos agricultores, tiranizados y dejados morir en la más absoluta miseria. Feeney se embarca en una venganza contra los terratenientes y sus intermediarios colaboradores convirtiéndose en un insurgente muy buscado.
Con un estilo parecido a westerns de de Sam Peckinpah y Clint Eastwood (recuerda mucho a El fuera de la ley ), el film es un drama emocionante y salpicado de sangre en el que un irlandés responsabiliza a los colonialistas británicos de su crueldad sin sentido. Hugo Weaving es Hannah un veterano del ejército inglés al que Fenney salvó la vida en una emboscada a las afueras de Kabul (Afganistán) donde lucharon los dos juntos y que ahora se ve obligado a cazarle algo parecido a lo que ocurría en Pat Garret y Billy the Kid .
Black 47 funciona como una poderosa pieza de drama histórico a la vez de una buena película negra y entretenida.
Destino Arrakis.com
Escribía hace muy poco, a raíz del pase en M+ de Hostiles, que el western se resiste a fenecer en el siglo XXI. Si Hostiles es un western clásico, de indios y casacas azules, una excelente película relegada al cuarto oscuro por no seguir modas, Black 47 es un western camuflado, uno de los trucos que utiliza el género para sobrevivir en estos tiempos de ostracismo. Sea casualidad o no, esta cinta tampoco se ha estrenado en nuestro país, pese a sus estupendas cualidades, lo cual nos da que pensar. Está ambientada en los años aciagos de la gran hambruna irlandesa, cuatro años de dolor y miseria que dejaron como resultado un millón de muertos y un millón de emigrados…, mientras los invasores británicos exportaban toneladas de comida irlandesa a Inglaterra, indiferentes a lo que sucedía en su colonia. Como dice lord Kilmichael, el cruel explotador y asesino, llegará un día en que ver irlandeses en Irlanda será tan raro como ver pieles rojas en Manhattan , lo cual resume bien a las claras la situación.
Un irlandés, desertor del ejército británico, vuelve a su país para reunirse con su familia. Lo que ve le impulsará a tomar partido por los desfavorecidos y convertirse en azote de los ocupantes. Durante la persecución a que se ve sometido, en la que participan también compatriotas, se desvelarán las causas políticas, económicas y sociales que un día, tiempo después, dieron nacimiento al IRA. Película oscura, acorde con la terrible realidad de la trama, tensa, violenta, rabiosa, un auténtico western en que basta cambiar a los irlandeses por los indios y a los militares británicos por la Caballería. Abunda en situaciones angustiosas, matanzas horrendas, fríos racionamientos, la despiadada lucha por la supervivencia. Si Jim Broadbent deslumbra como siempre en su breve papel, atención a un desconocido Hugo Weaving, lejos de sus papeles habituales en la saga de El señor de los anillos, al siempre fiable Stephen Rea, y al poco visto James Frecheville. Como seguramente pasará desapercibida, considero casi un deber llamar la atención sobre este film tan apasionante como trágico.
Siempre es interesante el cine social, presente o histórico, pero aquí, además, está vestido con ropaje casi de western al mejor estilo, muy cinematográfico todo en el mejor de los sentidos, actores y ambientación convincentes, fotografía y montaje bien cuidados y un guión preciso. Entre los actores, como digo, todos adecuados y convincentes, está Freddie Fox, hijo de otro de los grandes actores británicos, Edward Fox (inolvidable su creación del personaje de Chacal, la de 1973 dirigida por Fred Zinnemann). Perdón, no me quiero salir del tema pero es que a los que hemos visto mucho buen cine nos vienen enlaces mentales y conexiones.
Otra cosa que evita esta película es esa estúpida forma de dirigir y montar, que en algún momento se puso de moda , a base de planos y primeros planos de medio segundo con cámara moviéndose y vibrando todo el tiempo para hacer creer que pasan cosas tremendas, y sólo provocan mareo y que no se vea nada, para disimular la cutredad de medios y de imaginación. Aquí hay planos de todo tipo con la duración adecuada a cada punto, y planos generales de situación y del paisaje físico y humano del entorno. Una película de verdad que nos recuerda que el viejo arte del cine sigue vivo. Ejemplo claro: esta película creo que no se ha estrenado en España. ¿Por qué? Porque es buena y creen que la gente está embrutecida del todo ya a estas alturas y no va a interesar. Prácticamente sólo estrenan, con alguna excepción, la morralla populachera y de moda . Sin embargo, el que todavía se pueda hacer una película como ésta, demuestra que aún no han conseguido asesinar del todo el buen cine.