Vinyl – Episodio piloto (TV)
Sinopsis de la película
En pleno amanecer del punk, el hip hop y la música disco, Richie Finestra, presidente de un gran sello discográfico, intenta salvar su compañía y su alma sin destruir a nadie en su camino. Serie producida por Martin Scorsese y Mick Jagger, entre otros.
Detalles de la película
- Titulo Original: Vinyl - Pilot episode (TV)
- Año: 2016
- Duración: 108
Opciones de descarga disponibles
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Opinión de la crítica
Película
7.6
60 valoraciones en total
Año 72. Finestra, el dueño de la discográfica American Century, creada por él mismo una década antes, se enfrenta a la ruina, para salvarla debe ampliar capital vendiendo acciones a un sello alemán, y a la vez mantener el contrato con una nueva promesa musical, The Nasty Bits interpretado por el Hijo de Mike Jagger.
Finestra (Bobby Cannavale) que os sonará del gangster Rosety en Boardwalk empire es a la vez un adicto a la cocaína. Su mujer la interpreta Olivia Wilde, habitual en Hollywood Tron legacy Cowboys and aliens etc
una ama de casa que sufre en silencio los coqueteos con las drogas y otras mujeres de su marido. Entre el resto del reparto, yo reconozco a Birgitte Hjort Sørensen, la periodista de la serie política danesa Borgen
El retrato que hace de los años setenta es brutal. Sexo, drogas, rock and roll a tutiplén, una selección muy cuidada de grandes éxitos de los setenta (Aquí la música es otro personaje más) y eso no podía ser de otro modo teniendo en cuenta que los asesora el propio Jagger. Las actuaciones son muy buenas. Cannavale es que clava a su personaje y va camino del próximo Emmy. La dirección del piloto que hace Scorsese es impresionante, y no lo dudes, te va a recordar a sus mejores películas, ya tan lejanas.
Los personajes ya están presentados, las tramas también… veremos si mantiene el nivel, o incluso lo aumenta en los próximos nueve capítulos que faltan de la 1ª temporada.
Tras un 2015 discretito, la HBO necesitaba ya un gran éxito. Y visto el piloto, parece que por fin lo ha encontrado.
La sensacional escena que nos hace ver que esta serie puede ser una de las mejores de la temporada ocurre en un viejo edificio en el que se desarrolla un concierto de rock. Richie Finestra (Bobby Cannavale) ha llegado allí porque algo ha ocultado, porque algo lo tiene preocupado, porque algo lo deja completamente jodido. El hallazgo es la invocación del rock and roll en nuestras vidas. Nadie queda inmune. El edificio, el público, la banda, están compenetrados para una escena que será el punto más candente de este primer capítulo. Las vibraciones de la batería, del bajo, de las guitarras, el movimiento del público harán que, junto a Richie, contemplemos la caída de los monumentos y empecemos el camino del gusto por una época: los setenta.
La historia va simple pero muy bien narrada, con flashbacks que van mostrando cómo se hizo todo, enfocado por supuesto en cómo se hizo Richie a sí mismo. Arte, música, muy buenas interpretaciones y, por lo que se ve, el aire de la revolución hacen parte de lo que aquí apenas inicia.
No es una serie que en caso de que la veas sin saber de ella digas: Uff, que buen piloto, es casi una película, está maravillosamente dirigida e interpretada (con una banda sonora que, tal y como he leído por ahí, es casi un personaje más) y a posteriori te enteres de que lo ha dirigido Scorsese y pienses No me extraña . Nada más lejos de la realidad. Al contrario. La estás viendo y piensas Joder, esto lo ha tenido que dirigir Scorsese por cojones . Tiene su sello de identidad, su personalidad, su enérgico ritmo para contarnos una historia. Con una premisa argumental más bien simple que puede apuntar alto o defenestrarse estrepitosamente en algún punto de las casi 2 horas de piloto. Y gracias a Dios que es un piloto y que podré disfrutar esta historia un poco más.
El comienzo es un paulatino descenso a los infiernos que se disfruta y promete, como si de la intro de Fear of the Dark (de Iron Maiden) o de cualquier otro tema por el estilo se tratase. Sigues los sinuosos pasos de Richie poco a poco hasta llegar a la boca de lobo. Entonces estalla la tralla.
¿La dirección? No esperaba menos. ¿La música? Espectacular. ¿Bobby Cannavale? Más de lo mismo. ¿Olivia Wild? Una cara bonita, nada más. El resto del reparto es correcto, exceptuando a Andrew Dice Clay, que está imponente.
¿Mi queja? Que han cancelado la segunda temporada. Por lo que se ve tuvo poca audiencia en USA. Mientras tanto hay series que ya deberían de haber terminado o que no merecían siquiera una segunda temporada que ya van por la 7a u 8a temporada. No se entiende. No hay derecho. Mirándolo por el lado positivo, diré que si lo bueno es breve es dos veces bueno. Disfrutadla como yo. A ver que tal se desarrollan el resto de capítulos.
Richie Finestra (Bobby Cannavale), dueño de la discográfica American Century, se enfrenta a la decisión de vender la compañía o quebrar. Eso le provoca muchos quebraderos de cabeza a Richie, que lo único que quiere es vender y estar con su familia, o eso cree Devon (Olivia Wilde), su mujer, que le preocupa la idea de que Richie haya vuelto a consumir drogas. Mientras tanto, en la compañía, los cazatalentos no saben qué buscar para renovar un sello discográfico que se está muriendo por estar repleto de viejas glorias y subsiste del éxito de su mejor grupo, Led Zeppelin. La ambiciosa asistente Jamie Vine (Juno Temple), con el permiso de Richie, va tras un grupo que podría cambiar la situación de la discográfica.
El piloto dura casi dos horas y se me han pasado rapidísimas, al ritmo de su magnifica banda sonora y un gran reparto, el vestuario es perfecto y las calles de Nueva York están muy bien recreadas en los 70. Si se le puede poner una pega, para mí son los flashbacks, a veces se hace un poco confuso y cuesta ubicar en qué año están. Pero se compensa con su ágil guión y su gran fotografía cinematográfica.
Algunos críticos reducirán el mérito de este magnifico piloto a sólo un nombre. El más utilizado será el de Martin Scorsese, que bien merece un aplauso por su trabajo porque la calidad que aporta tras los planos es indiscutible. También podrían adjudicarle gran parte del mérito a Bobby Cannavale, que está brillante como Richie Finestra. Pero yo voy a adjudicarle el mérito a Terence Winter, por convertir (de nuevo) una parte importante de nuestra historia, en un producto televisivo que si sigue con el nivel que hemos visto en este piloto, se convertirá en una obra maestra. Y no esperaba menos de la combinación Winter/Cannavale al haber visto su brutal actuación como Gyp Rosetti en la tercera temporada de la obra maestra, Boardwalk Empire.
Un piloto de duración XXL que a lo largo de sus -casi- dos horazas nos ofrece un festín incesante de referencias musicales rockanrolleras. Al que le vaya el rollo ya puede ponerse el babero.
Esperaba una historia ambientada en el trasfondo musical de la época pero no, Vinyl se zambulle en las entrañas de dicha industria musical. Básicamente ESA es la historia, no el trasfondo. Debido a esto no creo que todos vayan a disfrutar con ella por igual pero yo lo he pasado teta. Está echa a medida para seguidores de la efervescente escena de aquel momento, como es mi caso.
Bobby Cannavale da el do de pecho, Olivia Wilde está estupenda y la cohorte de empleados de la discográfica (que salvando las distancias, me recuerdan a los subalternos de DiCaprio en el Lobo de Wall Street) dan mucho, mucho juego.