La esclava libre
Sinopsis de la película
Amantha Starr es una bella y rica joven que vive con su padre en una lujosa plantación sureña. Pero, cuando éste muere, la acusan de ser hija de una sirvienta negra, por lo que es despojada de sus tierras y convertida en esclava. Trasladada a Nueva Orleáns para ser vendida, un apuesto caballero la compra en una subasta de esclavos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Band of Angels
- Año: 1957
- Duración: 125
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Opinión de la crítica
Película
6.6
39 valoraciones en total
Un claro homenaje al caballero sureño de Gone with the Wind y es que el capitán Butler es inmortal entre la corte celestial de ángeles negros, encabezados por una diosa blanca llamada Yvonne de Carlo. Una criatura a la altura del rey. Dramas personales con el color de la Warner.
En 1956, Gable fundó su propia productora –la Gabco- con la que realizó un western (Un rey para cuatro reinas) dirigido de nuevo por Raoul Walsh y en la que tuvo como compañeros a Eleanor Parker y Jo Van Fleet, quien como reconoció el director de la revista Cahiers du Cinéma robó la película no solo a las cuatro jóvenes que se disputaban el amor del galán, sino a éste mismo.
Para tratar de aliviar el mallugado ego de Gable, el director Raoul Walsh le ofreció interpretar para la Warner Band of Angels filme que por ambientar su acción en una plantación de Nueva Orleans a mediados del siglo pasado, evocaba la atmósfera de la archí famosa Lo que el viento se llevó
Seria la última vez que director e intérprete trabajarían juntos, y el resultado final mereció la pena, y sobre todo impulso la decaída carrera de Gable, cuya imponente talla artística era generosamente deificada en el filme.
En La esclava libre Gable tuvo como compañera de reparto a la exótica Yvonne de Carlo, reina durante muchos años de la Universal y del cine en color, ya que se había constituido en la heredera de la trágicamente fallecida María Montez.
El intento de capturar la memoria perdida de la mejor película del rey, hizo que algunas escenas románticas de ambos protagonistas fuesen calcadas de las vividas por Gable y Vivien Leigh en un filme que Clark siempre desaprobó y que sin embargo el público siempre le recordaba por el rol del capitán Rhett Butler.
Curiosa película dirigida por Raoul Walsh, muy en la linea de Lo que el viento se llevó , pero con un argumento a priori antiracista . Una chica criada por un terrateniente que trata muy bien a sus negros descubre, al morir su padre, que es hija de una negra y por lo tanto propiedad de la plantación, por lo que es vendida como esclava, adivinad quien la comprará… ni más ni menos que Clark Gable!!!… Y por supuesto se enamorarán el uno del otro, como no podía ser de otra manera.
La película carece de la fuerza de Lo que el viento se llevó y en ocasiones me pregunto si Raoul Walsh estaba cómodo rodando las escenas más románticas, en general bastante sosillas. Con todo tiene momentos magníficos, de gran fuerza e interés, sobretodo gracias a Clark Gable, que interpretaba como nadie los papeles de canalla con buen corazón (es mucho mejor actor de lo que suele estar considerado). Llama la atención también el aromilla de antiracismo políticamente correcto que desprende el film, y que paradojicamente a la hora de mostrar la vida de los negros y sus personalidades caiga en todos los prejuicios raciales habidos y por haber… pero de buen rollo. Mención especial al papel de un jovencisimo Sidney Poitier, algo soso.
Película lejos de ser una obra maestra, pero que bien vale un visionado.
Con que simplicidad, calidad y sentido de lo épico rodaba las películas Raoul Walsh, es impresionante…
Se ha tachado y nombrado varias veces a esta película de ser una sombra de Lo que el viento se llevó , yo no lo voy a negar, porque varias cosas es evidente, pero hay varios temas morales que llega a abordar más en profundidad, como principalmente el racismo. Hollywood, que siempre hizo emblemáticos los personajes de criados/as como es el caso de Hattie McDaniel, aquí cuenta con un impetuoso Sidney Poitier, que más allá de caer bien se mantiene firme ante sus principios.
Todo lo demás es un melodrama de lo mas mítico y previsible, pero que no pierde el encanto, no sé si será la mano de Walsh, las plantaciones… hay algo de esta película que me atrapa, esa historia de amor para nada cursi (desde mi punto de vista), y ese antiracismo, arrepentimiento de la época, y por supuesto los actores, con un Clark Gable en la línea de su ya mítico Rhett Butler pero con 18 años más (sigue sin perder el atractivo). Yvonne de Carlo deslumbra con su belleza en cada plano, y Sidney Poitier una vez más como figura del hombre negro.
No es Lo que el viento se llevó , pero no decepciona y va más allá…
Respuesta de la Warner a la Metro por Lo que el viento se llevó. El planteamiento de superproducción con Guerra de Secesión de fondo evoca el filme de David O Selznick, si bien desde una óptica más cïnica y desencantada. El poder de las estrellas en taquilla comenzaba a declinar ante el avance de la TV y los grandes estudios recurrían a fórmulas que antaño recaudaban millones. No es extraño que se rescatara el aliento épico de títulos ilustres aplaudidos por las plateas con nuevas aproximaciones que protagonizaban los pesos pesados de la casa. El árbol de la vida, de Edward Dmytryk (en la MGM) con Liz Taylor y Montgomery Clift, o Forever Amber, de Otto Preminger (20th Century Fox) con Linda Darnell en la línea de Scarlett OHara y Cornel Wilde. La Paramount apostó por Gary Cooper como caballero sudista e Ingrid Bergman como altiva criolla en La Exótica, de Sam Wood. Y en la Warner repitieron el tipo Gary Cooper y Clark Gable en El rey del tabaco, de Michael Curtiz (con Lauren Bacall) y en La esclava libre, respectivamente. El éxito de Los 10 Mandamientos el año anterior animó a la Warner a confiar el papel protagonista a Yvonne De Carlo, actriz experimentada en papeles exóticos y rostro habitual en el género de aventuras, el cine negro y el western siendo una de sus más distinguidas intérpretes.
Basado en un clásico de la literatura americana (Band of Angels, de Warren), la historia toca los clisés del género con una innovación: Una dama criolla de casa bien, es vendida como esclava cuando se descubre que tiene sangre negra. Clark asume el rol de indómito aventurero que establece con ella una batalla de sexos en la que ninguno de los dos está dispuesto a claudicar. Cuando ambos han caído en la trampa del amor, estalla la guerra de Secesión y uno de los esclavos negros de la casa se revela como un cabecilla rebelde, a quien da vida un joven y magnífico Sidney Poitier. Aun en su madurez, Gable conservaba intacto su carisma y junto a Yvonne De Carlo, formaron una pareja de estrépito.
Con un guión calculado que subraya los aspectos más humanos del relato, el componente racista es mostrado sin paliativos y sin elevarlo por encima del resto. Raoul Walsh conoce los resortes de la pantalla ancha que distinguen a los maestros de los artesanos y resuelve con magisterio esta delicada adaptación, huye de las fauces del melodrama y extrae romanticismo logrando algunas escenas antológicas con un ritmo narrativo de relojería y un montaje perfecto. Se ha repetido que el filme insiste en tópicos ya vistos anteriormente en melodramas sudistas como Lo que el viento se llevó pero hay que decir en descargo de Walsh que éstos no menoscaban el producto si se tiene oficio para manejarlos. La puesta en escena, con ese añejo sabor sureño que imprime la preciosa fotografía de Lucien Ballard, toda la magia de la producción Warner y el genio de Walsh al servicio de una historia que debe ser considerada cine necesario.
Es el film más notable de la última etapa de Raoul Walsh. El guión, de John Twist, Ivan Goff y Ben Roberts, adapta la novela Band of Angels (1965), de Robert Penn Warren (1905-89), inspirada en hechos reales. Se rueda en escenarios reales de Louisiana, sobre todo en la plantación (hacienda latifundista de cultivos extensivos) Ashland Belle Helene (Geismer, Louisiana) y en los platós de Warner Studios (Burbank, CA). Producido por la Warner, se estrena el 3-VIII-1957 (EEUU).
La acción dramática tiene lugar en la plantación Starwood (Kentucky), Cincinnati (Ohio), Nueva Orleans (Louisiana) y Louisiana, a lo largo de unos 35 años (1853-1888). Amantha Manty Starr (De Carlo) es la hija de Aaron Starr (Forrest), un terrateniente de Kentucky, benévolo y comprensivo con los esclavos, aficionado a la buena vida y endeudado con el resolutivo prestamista Sr. Colloway (Teal). A la muerte del padre, Amantha se entera de que, pese a su apariencia blanca, es hija de una esclava mulata del padre, por lo que es considerada como esclava y por ello parte del patrimonio paterno, que el prestamista se propone liquidar sin demoras para cancelar las deudas que el difunto dejó impagadas. Junto con otros esclavos es trasladada a Nueva Orleans en barco por el Mississippi. Los personajes principales son el esclavo negro Rau-Ru (Poitier), nacido en África, y el acaudalado Hamish Bond (Gable), de oscuro pasado.
El film suma drama, romance, aventuras, racismo y esclavismo. Es concebido y producido con la intención de reeditar el éxito de público de Lo que el viento se llevó. Es por ello por lo que se elige una época similar, unas localizaciones equivalentes, un mismo ambiente sudista, incendios que evocan el de Atlanta, el mismo galán y una protagonista femenina capaz de competir en belleza y atractivo con Vivien Leigh, etc. El éxito del film es decepcionante en relación con las expectativas que se habían concebido. Su estreno fue acogido con indiferencia, críticas y una escasa afluencia de público Los analistas atribuyen el fracaso de la obra a la escasa definición de los personajes, la excesiva abundancia y dispersión de los hechos que se narran, la inexistencia de ideas centrales dentro de un conjunto que habla de muchos problemas sin priorizarlos adecuadamente, derivas folletinescas y de novela rosa, etc.
Pese a las deficiencias del film, éste con el paso del tiempo ha mejorado su capacidad de llegar al público, ilustrarlo sobre temas relevantes de la época y suscitar su interés. Visto con ojos actuales, ofrece una descripción significativa del ambiente que se da en el Sur (EEUU) tras la finalización de la Guerra Civil.