Killer of Sheep
Sinopsis de la película
Stan es un hombre común, un trabajador negro de un matadero de Los Ángeles, con una vida llena de dificultades y contradicciones en su ámbito social y familiar. Film grabado durante varios fines de semana, a lo largo de varios años.
Detalles de la película
- Titulo Original: Killer of Sheep
- Año: 1978
- Duración: 83
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Opinión de la crítica
Película
6.9
63 valoraciones en total
Retrato realista de la vida cotidiana de un trabajador negro de un matadero en la ciudad californiana de Watts durante la década del 70. Interesante poder acceder a un relato que evita los estereotipos usuales del cine (principalmente el esteticismo).
El carácter episódico de la narración se evidencia desde el comienzo: no hay una trama definida sino más bien una serie de hechos que se van sucediendo y dan forma final a la película. Rodada en un blanco y negro austero y con bajísimo presupuesto, la película tuvo reconocimiento crítico bastante después de su estreno por problemas de distribución durante su estreno oficial. Su forma de mostrar la pobreza y la marginalidad son realmente una novedad en el tipo de cine de la época.
Sin lugar a dudas, Killer of Sheep debe haber influenciado a Spike Lee por su obstinación en contraponer la vida real en los barrios negros, al american way of life o al sueño americano, tantas veces representado en el cine mainstream hollywoodense. El problema de la película es más bien de tipo narrativo. Da la sensación de que los diferentes episodios no lograr enlazarse entre sí, lo que va convirtiendo a la película en una suerte de documental sin trama alguna.
La historia de miseria y marginación negra en los suburbios de Los Ángeles entra sin necesidad de reflexión alguna. La música es maravillosa y una no sabe si el director ilustra la historia con el blues o pone imagen al blues. Magnífico cine independiente negro.
Considerada esta cinta, por los cinéfilos norteamericanos de la actualidad, como un diamante en bruto del cine en EE.UU., llevaba años queriéndola ver —más o menos como miles de aficionados americanos que tampoco habían tenido ocasión de contemplarla debido a que fue marginada de las salas de exhibición durante lustros, ¿por qué? quizás por ser un exponente bien serio de cine sociológico hecho por negros y que mostraba la realidad verdadera de la población urbana y pobre afroamericana en una nación como USA, donde los ciudadanos negros son muy parecidos a los blancos y ni mejores ni peores que ellos—.
Charles Burnett, afromericano, era un joven director cuando filmó esta película en un sector periférico, pobre, el barrio de Watts en la ciudad de Los Angeles de California, lo hizo por su cuenta y riesgo con apenas recursos y sacándola adelante casi por pura cabezonería, trabajo y convencimiento propio de que estaba haciendo una obra original y relevante, como así se ha empezado a reconocer unas tres décadas después.
El argumento de este sencillo y humilde filme en blanco y negro se enfoca sobre la gente afroamericana de un barrio pobre en una ciudad estadounidense, en la década de los años setenta (siglo XX d.C.), en los juegos de los niños, en los juegos de los adultos, cuando aún no había violencia putrefacta y el negocio de la drogadicción no formaba parte de la medio ambiental oferta y demanda, y en concreto se centra principalmente en la familia de un trabajador negro de nombre Stan (Henry G. Sanders) que trabaja como empleado carnicero de matadero: en él, en su mujer, en su hija, en sus vecinos y amigos.
Charles Burnett, hace un paralelismo entre la vida de las ovejas que acaban en el matadero y la vida de esta gente de barrios pobres sin perspectiva de mejoras ni para los adultos ni para los niños.
Película, pues, muy interesante de buscar y ver con detenimiento. Para los ojos de los que vivimos en otras partes del mundo que no sea la etnocentrista EE.UU., este filme no es ni más ni menos que una obra normal, sin ninguna genialidad, pero para los norteamericanos y en estos momentos concretos de su historia donde incluso tienen una familia afroamericana a punto de poder instalarse en el máximo centro de poder del mundo que es la casa blanca , indudablemente esta película les supone un tesoro rescatado de las marginadas penumbras, el cual puede valer ahora como bandera reivindicativa o como pañuelo bordado en oro de sentimientos y razones latentes en la población negra de USA.
Fej Delvahe
Película de culto que por lo visto permanecía enterrada en el olvido hasta hace pocos años, en la época sólo vio la luz en salas de arte y ensayo, no es díficil adivinar por qué, y cuando fue reestrenada en una copia restaurada hace unos años parece que se ganó los galones definitivamente. Relata la vida de una familia negra de clase baja en un suburbio, en los 70s, y lo hace con ternura, con una veracidad y un realismo crudísimos y con indudable lirismo poético por parte de Burnett, el director, que desde luego muestra un talento innato para captar todo el drama sin apenas estridencias y crear secuencias embriagadoras y melancólicas mostrando un gran cariño por ese mundo, su mundo . Desoladora, desesperanzadora y minimalista, rodada con cuatro duros, intimista, todos los actores son no profesionales y hacen un trabajo fantástico. Es de suponer que, si llegaron a verla, esta fue la película de cabecera de John Singleton y de Spike Lee, especialmente. Siendo contemporánea de toda la blaxpoitation, es el primer drama hecho por y para negros que arroja luz sobre la realidad que vivían por aquel entonces, y lo hace tomando como referentes a Cassavetes y Truffaut, filmando la trama de manera totalmente episódica, a pequeños fogonazos, y regando la BSO fabulosamente con clásicos del blues y del soul, dotando al conjunto de una melancolía y un encanto inolvidables. Como inolvidable es la secuencia que cierra el film, absolutamente demoledora.