Kenshin, el guerrero samurái
Sinopsis de la película
Kenshin Himura (Takeru Sato) es un famoso samurái conocido por su destreza con la katana y su frialdad a la hora de matar. En el pasado estuvo al servicio de los Ishin Shishi, un grupo de patriotas que luchaban para devolver el poder al Emperador, librando cientos de batallas y cobrándose muchas vidas. Pero tras terminar todos los enfrentamientos, jura no volver a matar y decide pasar al anonimato para dedicarse a viajar por el país como un vagabundo ayudando a quien lo necesite, como penitencia por todas las muertes que provocó. Diez años después, en 1878, Kenshin llega a Tokio donde conoce a Kaoru (Emi Takei), quien le invita a quedarse en su dojo hasta que decida volver a vagabundear. Sin embargo, el pasado que Kenshin intentó dejar atrás pronto volverá para cobrarse venganza contra él. Adaptación del manga de Nobuhiro Watsuki.
Detalles de la película
- Titulo Original: Rurôni Kenshin: Meiji kenkaku roman tanaka
- Año: 2012
- Duración: 134
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Opinión de la crítica
6.4
93 valoraciones en total
Rurouni Kenshin se encuentra en el altar de las historias que me han cambiado y emocionado hasta el punto de ser capaz de devorarlas una y otra vez y seguir enamorándome, y creo que soy difícil como público cuando se trata de algo que realmente me gusta, así que esta película debe de estar bastante bien hecha cuando me ha gustado tanto.
Para empezar, la historia es diferente a la del manga original. A fin de introducir en un par de horas el primer arco del manga, necesitaban condensar los acontecimientos y reducirlos de manera que solamente hubiera uno o dos villanos grandes. Ha sido el propio Nobuhiro Watsuki el encargado de mover los hilos y hacer todo encajar, y en este sentido creo que se ha hecho un gran trabajo para que todo quedara en su lugar sin mancillar la historia original. En fin, que tenemos a Jine Udo trabajando a las órdenes de Kanryu Takeda y a Hajime Saito metido en el asunto desde el principio, sin descuidar la forma en que Kaoru y Kenshin se conocían en el manga y sin olvidarnos de los siempre queridos y entrañables personajes principales.
La historia no sólo está bien llevada argumentalmente, sino que además ha habido un interesantísimo trabajo de adaptación al cine de carne y hueso, y se ha sabido hacer que cada pequeño detalle resultara realista: desde la cicatriz de Kenshin, pasando por la ambientación, hasta las interacciones entre los personajes. Incluso las batallas, que se han mantenido un poco exageradas para no alejarse demasiado del manga, están medidas y modificadas de forma que no resulten excesivamente fantasiosas.
Los personajes están bastante bien caracterizados y las interpretaciones son buenas. De Kenshin se dejan ver varias caras, y Takeru Sato es AMOR, para mí ha sido una elección acertadísima. Emi Takei también me gusta como Kaoru, es cierto que el guión no permite que la fortaleza y valentía de Kaoru se vean en todo su esplendor, pero la actriz lo hace bien. Sanosuke (Munetaka Aoki) tiene momentos tan Sanosuke que yo lo amo y ya está, pese a que me habría gustado verle interactuar con Megumi (Yu Aoi), quien, por cierto, es guapísima y traduce a la perfección las distintas facetas del personaje. Repito que me han gustado mucho Teruyuki Kagawa como Kanryu, y Koji Kikkawa como Jine. Taketo Tanaka es el Yahiko perfecto, al menos aparentemente.
Acabo de ver la película, la esperaba con bastantes ganas la verdad porque el trailer prometía mucho, y la verdad que como adaptación del anime cumple y sobradamente, la verdad que los fans del original la disfrutaran y disfrutaran de los pequeños guiños a la serie. El apartado gráfico es sobresaliente, con unos escenarios que recrean a la perfección la serie y las caracterizaciones simplemente perfectas, Takeru Sato es Kenshin, si señor. Sin embargo falla como película independiente, pues si nunca has leído o visto el anime o manga, es probable que no te enteres de nada ni sepas quien es quien, pues no se profundiza nada en los personajes ni en sus relaciones, el ejemplo más claro es Sanosuke que aparece de la nada y ya se acopla y se hace super amigo de Kenshin, sin explicar sus motivaciones ni nada, Kaoru no muestra su carácter ni fortaleza y Yahiko aparece de relleno sin hacer nada, Saito cumple pero tiene poco papel, y Jine Udo no tiene motivos para actuar, como si lo único que les interesara fuera acumular cuantas más cosas mejor. Todo eso en perjuicio de la trama, que transcurre abrupta mente y sin demasiada lógica al querer mezclar varias cosas sin apenas explicar nada. Como aspecto positivo están las peleas, que son espectaculares y no cantan demasiado, lo cual es un gran logro, se nota que los que la han hecho conocen el material que adaptan, y no como otros (Justin Chatwin de Goku aun se aparece en mis pesadillas). En conclusión: buenísima adaptación hecha con mimo y cariño pero irregular película por los fallos al montar el guion, le pongo un 7 porque por lo menos han respetado la obra y eso es importante, la fotografía y el montaje son buenos y los actores cumplen y están creíbles en sus papeles, tal vez lo más difícil.
Asumámoslo, el director no lo tenía nada fácil: por un lado el manga original retrata un Japón en el transito del periodo Edo a la era Meiji, a medio camino de su glorioso pasado y un inestable presente cada vez más influenciado por la cultura occidental, por otro la obra original no dejaba de ser un cómic de acción para el público adolescente con golpes y peinados a cada cual más imposible y estrafalario. Sin embargo Ohtomo y Kiyomi Fujî como coguionista consiguen lo imposible: condensar la primera saga del manga adoptando como trama principal un capítulo que presentaba a un personaje secundario (la doctora Megumi) sin que la historia se resienta demasiado y con una estética realista que asimila los elementos más icónicos del manga original sin que estos queden ridículos. Una victoria que resulta doble al mantener el carisma de la obra original y ser fácilmente digerible y entendible para toda aquella persona que se acerca por primera vez al universo Kenshin.
Si bien es cierto que al resumir la saga al completo en dos horas los personajes secundarios han perdido mucho en su definición, la película lo compensa con un diseño de producción apabullante. Visualmente no se le puede sacar ningún pero a unos escenarios que recrean el Japón de mediados del s. XIX y unas escenas de acción que simplifican las del manga y anime buscando más realismo sin renunciar a la espectacularidad.
Kenshin, el guerrero samurái es el ejemplo casi perfecto de cómo debe ser una adaptación, dejando a un lado todo aquello que no es imprescindible y recogiendo lo necesario para que, sin traicionar a sus orígenes, funcione casi perfectamente y sea capaz de gustar tanto a fans como a las personas que se enfrentan a ella sin conocer sus antecedentes.
Recomendada a: los fans del manga y del anime original y a los interesados en la historia reciente japonesa desde el punto de vista del cine blockbuster.
Lo peor: secundarios poco definidos y alguna caída de ritmo en su segundo tercio.
Lo + peor: esos fans que reniegan de la película porque no son capaces de entender que no puede fotocopiar el manga viñeta a viñeta.
Lo mejor: su sentido del espectáculo y el respeto que transmite a la obra original.
Adaptación Live Action del manga y anime del mismo nombre ambientado en los primeros años de la era Meji en Japón, y que a pesar de contar con licencias, nos traslada de manera bastante fiel al primer arco argumental de la serie.
Este tipo de adaptaciones siempre me han causado autentico pavor, son muchos los ejemplos de adaptaciones de mangas, videojuegos, u otras series de dibujos, que han sido auténticos despropósitos, y que han tomado pilares básicos de nuestra gloriosa infancia, y los han destrozado sin piedad (Dragon Ball Evolution por poner algún ejemplo).
El problema reside en encontrar el difícil equilibrio entre la fidelidad al material original, y la adaptación a la acción real. Si se es excesivamente fiel, el resultado puede resultar demasiado pintoresco, trajes con colores chillones, peinados imposibles, tramas y diálogos infumables… en definitiva, tendremos la sensación constante de estar viendo un fan made , lleno de frikazos disfrazados.
Si por el contrario se opta por adaptar demasiado a la acción real, todos los cambios que faciliten el cambio pueden difuminar la esencia de lo que se está adaptando, y que quede poco que nos recuerde nuestra querida serie, o incluso que veamos insultada su memoria.
En Rurouni Kenshin casi hemos conseguido este equilibrio, y digo casi porque podría ser mejor, pero también bastante peor.
El cast no está mal, especialmente Himura, que aunque por las imágenes promocionales no me convencía demasiado, si que transmite esta aparente inofensividad que tenía Kenshi, aunque sus interpretaciones dejen algo que desear. Por el contrario me han fallado un poco Sanosuke y Saito, que sin llegar a ser desastrosos, no han conseguido recordarme por completo a los personajes en los cuales están basados.
La historia es prácticamente idéntica que la del primer arco argumental de la serie, entremezclando las historias de Jinei y Aoshi, aunque se ha obviado casi por completo al segundo (una autentica pena, pues viendo cómo han adaptado al resto, Aoshi no debería haber sido ningún problema). No se avergüenza en absoluto de donde viene, se respira el amor y respeto por el manga que le tienen sus autores, y consigue escenas de acción, que sin resultar demasiado irreales, si que consiguen trasmitir bastante espectacularidad, haciéndole bastante justicia a la fantástica serie de los 90.
Por el contrario dudo que alguien que no esté familiarizado con el manga pueda disfrutar la película, pues la estructura de la trama puede resultar bastante tosca y lenta para quien no conoce la totalidad de la historia, así como el lenguaje y estilo, y es que uno de los placeres de esta película es que casi se pueden identificar los distintos capítulos en los que están basadas todas las escenas, con algunos momentos casi calcados.
En definitiva, Rurouni Kenshin es una adaptación bastante decente, que puede disfrutarse mucho por quien gustara de la serie original. Esperemos esto sea el principio y continúen la saga, pues queda mucho por contar, y que así podamos ver pronto la adaptación de lo que fue el momento álgido de la serie, la trama de Shishio, aunque esto también será, bastante más delicado de adaptar.
No lo entiendo. De verdad que no entiendo cómo la adaptación de Rurouni Kenshin sale bien parada en el aspecto estético, donde Keshi Ohtomo se enfrentó al handicap más difícil al tener que pasar el dibujo a la carne y hueso sin que llegue a resultar una aberración, y en cambio en su guion, que de haberse centrado en sólo una parte de la saga de Tokio, exprimiendo su arco argumental ya escrito, habrían obrado el milagro de hacer un buen filme, la hayan cagado de esta manera.
De acuerdo, es la carta de presentación de Kenshin fuera del mundo de la animación. Es lógico por tanto, centrarse en su etapa introductoria para que todos los espectadores, conozcan o no la historia de Battousai el carnicero , vayan a verla. Ya habrán otras entregas en las que centrarse en la saga de Kioto, el plato fuerte por excelencia. Pero me parece absurdo que se haya metido a golpe y porrazo prácticamente toda la saga de Tokio -bastantes capítulos-, dejando una historia confusa para el espectador que nunca haya visto o leído Rurouni Kenshin, y para los que sí, la sensación de haber querido meter con calzador tanta trama en tan pocos minutos. Va a trompicones, y lo que es peor: con bajadas de ritmo fallidas.
Básicamente han fusionado las historias de Jinei Udoh -un villano menor que sirvió como telón de fondo para presentar a la pandilla del dojo- y de Aoshi, uno de los villanos más interesantes de todo el manga. La gracia es que este último, el líder de la banda Oni y verdadero némesis de la trama en la que se nos presenta a Megumi, ni tan siquiera aparece. Meten al traficante de opio que a nadie le importa lo más mínimo y ni cómo se llama, y no meten a los otros. Incomprensible. Los que molan son Aoshi y su banda, de la que sólo aparece un amago de HanNya en la caracterización más mala del filme. ¿Todo para qué? Para meter a Jinei Udoh y así unir ambas historias a base de unas costuras sacadas de la propia cosecha de los guionistas que hacen más mal que bien en el ritmo del metraje.
Evidentemente todo esto cabrea al fan o al que haya visto el Anime o Manga que a los que no, pero como digo, tal experimento no ha beneficiado en absoluto al resultado como película en sí, sin entrar en su valor como adaptación. Le falta ritmo, los hechos suceden de forma abrupta… Son muchas taras para que verdaderamente pase de ser una película pasable para el espectador que se adentre por primera vez en las aventuras de Kenshin. Habrá momentos que le parecerá confuso lo que sucede. Si con tan sólo haberse centrado en el arco argumental de Aoshi tal cual y añadiendo algún detalle sacado de la cosecha como la presentación que han hecho de Sanosuke, suficiente. Entiendo que quieran meter a Saito por el tema comercial, aunque no fuera al caso por la etapa en la que se centra, pero bueno.
Una llegada de Kenshin al dojo para conocer a Kouru que sea simple y efectiva, algún flashback de su etapa como Battousai en la que se le vean sus dotes con la katana, la presentación sacada de la manga de Sanosuke… Todo bajo el arco argumental de Aoshi. ¡Punto!
No obstante, como digo, el aspecto estético me ha sorprendido para bien. El actor que hace de Kenshin es lo mejor de la película. Es un calco, tanto en su forma de expresarse como en el estilo de lucha. Realmente ahí no hay nada que objetar. El resto de secundarios -a excepción del carnavalesco HanNya- bien. Si acaso no me termina de convencer del todo Saito, le falta lago más dureza e ironía al personaje. Las localizaciones son… Si yo pensase en cómo sería el Tokio de Rurouni Kenshin en la vida real, no llegaría a pensarlo tan fiel. ¡Si hasta el restaurante es idéntico!
Le casco un 6, porque al menos se nota que le han puesto empeño y ganas de querer hacer algo bien, y no una estafa al nivel de Dragon Ball: Evolution. Espero que para la segunda parte sean algo más fieles en la trama y mantengan ese buen hacer que han tenido para la caracterización del universo de Kenshin.
Es como mi crítica. No creo que el resultado sea del todo bueno, pero le he puesto corazón.