Keep Cool (Mantén la calma)
Sinopsis de la película
El joven librero Xiao Shuai (Jiang Wen) se vuelve loco de deseo por An Hong (Qu Ying), una mujer bella, liberada y sexy, pero ella le ha abandonado y ha comenzado a salir con el dueño de un club nocturno, un nuevo rico de gran influencia social pero con el que no conviene llevarse mal por sus contactos mafiosos. Lao Zhang, un investigador de un Instituto, se ve mezclado accidentalmente en los conflictos de Xiao, obsesionado con recuperar a su amor.
Detalles de la película
- Titulo Original: You Hua Hao Shou (Keep Cool) aka
- Año: 1997
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
Película
6.1
62 valoraciones en total
Al margen de que el cámara debía padecer parkinson, y no deja la imagen quieta ni un segundo, esta obrilla sosa, incoherente e insustancial, peca de poseer escenas como la del restaurante, que se alarga durante 21 minutos para no contar absolutamente nada de interés. Pero lo que se dice nada de nada.
Los diálogos son infumables, el guión de una majadería total, las interpretaciones penosas, y si no le pongo una nota aún más baja es tan sólo por lo hermosa y buenísima que estaba aquí la tal Qu Ying, sobre todo con el microvestido amarillo. Aunque, como ya he dicho en más de una ocasión, para ver una peli sólo por lo buena que esté la prota, mejor alquilo una de Private.
Aburridísima, y sin lógica ni decoro, es tan recomendable como hartarse de fabada antes de ir a un funeral.
El argumento no es malo del todo (si lo hubiera cogido el auténtico Tarantino seguro que habría quedado muy aparente). El problema es que Yimou no sabe hacer ese tipo de cine, se le va de las manos, trata de mezclarlo con un Dogma mareante.
Destaca el buen trabajo de Jiang Wen (y, por qué no decirlo, la preciosa Qu Ying).
Sin llegar a ser mala ni mucho menos, Keep Cool! se convierte, a día de hoy, según mi juicio, en un pequeño lunar dentro de la excelente filmografia de Yimou.
El director chino decide cambiar el registro de su obra, dedicada a examinar el rural chino con excelentes y bellas fábulas, para dejarnos una comedia de ambientación urbana, que si bien, empieza de forma eléctrica y graciosa esta parece diluirse en largos diálogos y un argumento que se antoja insuficiente para un largometraje de estas características.
Yimou pareció captar el mensaje, ya que hasta día de hoy su filmografía no ha vuelto por tales derroteros.
Zhang Yimou cambia de registro narrativo, de tema, de tipo de historia y de protagonista femenina, al servicio de una obra singular, atípica y entretenida, rodada en el Peking urbano actual (1997), poblado de edificios de más de treinta plantas, en los que vive una nueva sociedad, beneficiaria principal de la prosperidad económica del país.
La historia es sencilla, humana e irónica. Xiao Shuai (Jiang Wen), humilde vendedor de libros, algo tartamudo y poco agraciado, se siente locamente enamorado de la simpática, liberada de viejos prejuicios y muy sexy An Hong (Qu Ying), que vive sola en un apartamento de la zona moderna de la ciudad. Rompe con Shuai, porque se siente fuertemente atraída por el joven dueño de un local nocturno, adinerado e influyente, que capitanea un clan mafioso. Ante estos hechos, Xiao Shuai proclama a voz en grito, ante el edificio de An Hong, su amor por ella, hasta que desesperado acude al local de su amante, donde consigue herirle levemente, lo que le cuesta unos días de arresto. El ofendido va a su encuentro para darle un escarmiento, pero durante el forcejeo, Shuai agarra la bolsa del ordenador de un investigador universitario que presencia la reyerta, con tan mala fortuna que, en vez de lanzarla contra el agresor, la estrella contra una farola. El profesor trata de obtener una compensación por el ordenador inutilizado: se entrevista con el agresor de Shuai y llegan a un acuerdo. A continuación se reúne con Shuai en un restaurante de la zona, pero se precipitan los acontecimientos y surgen sorpresas.
La película ofrece una imagen desenfadada e irónica, no exenta de crítica, de la nueva sociedad china, hija de la prosperidad. El discurso contiene situaciones hilarantes, absurdas y exageradas, contadas con naturalidad, espontaneidad y sin afectación. La imagen, rodada cámara en mano, presenta poca estabilidad y giros rápidos de hasta 90 grados. La iluminación natural, en ocasiones se toma a contraluz de modo persistente.
La película, una comedia sorpendente, es un trabajo alejado del estilo y del modo de hacer habitual del director. Es una obra interesante para conocer aspectos inéditos de la nueva sociedad urbana de China.
Podemos encontrarnos ante la mayor rareza hecha por Yimou. Ni su ritmo, ni su narrativa, ni el encuadre o fotografía nos hacen pensar que estamos ante una cinta del director chino. Aunque Keep Cool comienza con unos diálogos frescos y divertidos (que podía haberlos firmado el propio Allen) donde Jiang Weng intenta recuperar el amor perdido de Qu Ying, la cinta entre poco a poco en otra historia donde los diálogos se vuelven absurdos y la cámara comienza a bailar sin ton ni son.
El problema de Yimou es que ambientando la parte final de la película en un único decorado, el interés se pierde al no poseer un guión con la fuerza suficiente para obligarnos a estar atentos y el final se hace muy largo. Películas como El pez gordo (John Swanbeck, 2000) ambientada tan sólo en un único decorado no decaen debido a que cuentan con un guión aceptable, cosa que no ocurre con Keep Cool que sólo en los últimos minutos, consigue levantarse un poco.