Juegos secretos
Sinopsis de la película
Varias personas se cruzan de forma azarosa e incluso peligrosa en los parques, piscinas y calles de su barrio. Una madre aburrida (Kate Winslet) se hace amiga de Brad (Patrick Wilson), un hombre que se ocupa de la casa y de su hijo mientras su mujer (Connelly) trabaja. Larry (Noah Emmerich), un amigo de Brad, empieza a inquietarse por la presencia en las calles de un pedófilo recién salido de la cárcel (Haley).
Detalles de la película
- Titulo Original: Little Children
- Año: 2006
- Duración: 130
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Opinión de la crítica
Película
6.9
26 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Adam Mucci
- Bruce Kirkpatrick
- Catherine Wolf
- Chadwick Brown
- Chance Kelly
- Crystal Field
- Gregg Edelman
- Helen Carey
- Jackie Earle Haley
- Jane Adams
- Jennifer Connelly
- Kate Winslet
- Lola Pashalinski
- Marsha Dietlien
- Mary B. McCann
- Noah Emmerich
- Patrick Wilson
- Phyllis Somerville
- Raymond J. Barry
- Rebecca Schull
- Sadie Goldstein
- Sarah Buxton
- Tom Perrotta
- Trini Alvarado
- Ty Simpkins
- Will Lyman
Me ha gustado bastante Little children (me niego a utilizar el estúpido, tópico, telefilmero, convencionalísimo y lerdo título español), aunque bueno, también echo en falta algunas cosas y me sobran otras (quizá lo de la voz en off se podría haber resuelto de otra forma).
Un drama inteligente y bien narrado, con un ritmo muy propio y que analiza, como muchas películas de los últimos años, el sistema de vida norteamericano y algunas miserias y vidas frustradas bajo la apariencia del bienestar, como ya hacía American beauty, pero aquí sin elementos cómicos. Más en la línea de La tormenta de hielo o En la habitación, anterior y también muy interesante trabajo de Todd Field.
Kate Winslet y el resto del reparto muy bien. Quizá esperaba algo más de Jackie Earle Haley, el actor secundario nominado al Oscar, por lo que había oído, pero está muy bien, por su presencia y aspecto inquietantes, en un personaje descrito sin maniqueísmos, a pesar de que en muchas otras películas (las no inteligentes) hubiera sido absolutamente demonizado. Estupenda la secuencia de la piscina.
Bastante recomendable, aunque sólo sea para descontaminarnos de cine basura y demás frivolidades.
En el cartel promocional se ven dos cuerpos desnudos y eso es la película: desnudez. La completa desnudez que deja al descubierto las miserias. Little Children es una visión profunda de las carencias y frustraciones de varios personajes creados para criticar no sólo a la sociedad norteamericana sino a cualquier sociedad desarrollada, donde todo se tiñe del color del convencionalismo y la hipocresía es la reina del lugar.
Es un relato crudo y sin aditivos, con un ritmo pausado pero equilibrado y con vocación de honestidad. Es todo un acierto ampliar la perspectiva a diversas historias a cada cual más interesante, con grandes interpretaciones de todo el plantel. La voz en off no molesta en absoluto y el creativo manejo de cámara no lo resta puntos sino que le suma. Está plagada de escenas intensas como la de la piscina, la culminación de la cita en el coche, el diálogo de Ronnie con su madre, la reacción de Winslet en el coche ante la estampa familiar, el diálogo del club de lectura o la cena matrimonial con una Jennifer Connelly que domina de forma asombrosa el lenguaje no verbal. Juega a su favor la ausencia de tapujos para mostrar escenas de sexo explícito o retratar la turbia personalidad del pederasta. Goza de tintes inquietantes que la hace aún más atractiva consiguiendo en varios tramos inspirar desasosiego.
Lo peor es que se ha desaprovechado metraje y la traducción bochornosa del título dejándolo sin sentido y evocando a esos seudo-thrillers de serie Z que echan de madrugada justo antes de la teletienda. No se dejen engañar por el título, Little Children aunque no fácil de ver es una estupenda película.
No nos engañemos. A pesar de que el Sr. Field intenta distraer nuestra atención a través de 2 o 3 premisas a priori interesantes ( morbillo habitual fruto de una infidelidad conyugal, retorno a la ciudad de un exconvicto pedófilo, introducción en la trama de un violento y reaccionario expolicía con un oscuro pasado ), el implacable avance del metraje no impide traslucir el verdadero mensaje mezquino, demagógico y aleccionador que casi siempre suele llevar enquistado cualquier producto de la puritana industria cinematográfica norteamericana.
La historieta es tremendamente banal y los personajillos son dignos del peor chiste malo que acierto a recordar pero, lo peor de todo es que esta peli no es una comedia, sino que pretende ser una especie de thriller dramático. Y cuando eso ocurre el resultado suele ser espantoso.
Dos momentos absolutamente vergonzantes a revisar en el spoiler.
Los cinco puntitos van todos ellos para Kate Winslett. Diametralmente opuesta a la perfecta Jennifer Connelly, la Winslett encarna lo único tangible y natural que contiene esta peliculilla. Una mujer de ceja espesa, cadera ancha y que suda cuando folla. Una mujer de verdad.
Película desafiante, hermosa, provocativa, de un magnetismo hipnótico y con un trasfondo profundamente realista. Juegos Secretos , o mejor dicho Little Children , se erige de manera inmediata como la confirmación del talento de un director que desde ya nos augura futuras obras tan grandes como ésta. Todd Field ya demostró con su opera prima En la Habitación que poseía una visión diferente, más madura y desde luego más realista y estilizada. Y aunque aquella era una excelente muestra de lo que es hacer buen cine aún le faltaba algo para acabar de ser una gran película. De esta manera la segunda obra de este prometedor director se nos muestra ante nosotros con todas las aristas pulidas, aquellas que su primer film no había acabo de perfeccionar.
Juegos Secretos no es una película apta para todos los públicos, y eso queda más que claro ya desde la puesta en escena del film donde comenzamos a intuir el caliz y el tono que tomará a lo largo del metraje. Se toma su ritmo para presentarnos debidamente a los que serán los verdaderos niños pequeños de la historia, una mujer en un matrimonio en el que no hay amor, y un hombre encerrado en otro matrimonio en el que siente eclipsada su propia vida por la de su esposa. A lo largo de la historia vemos como los propios niños, los hijos, acaban actuando con mucha más cordura que la de sus progenitores, que deberán aprender a crecer y a madurar para descubrir que la vida no es siempre como todos queremos que fuera.
Entre todo este grupo de personas algo perdidas en si mismas destaca una inmensa Kate Winslet que demuestra (una vez más) el porqué es considerada como una de las mejores interpretes de su generación, Jennifer Connelly le pisa los talones y se nos hace difícil por cual de las dos decantarnos, y Patrick Wilson confirma de manera definitiva el gran talento interpretativo que ya nos dejó intuir en ese excelente Tour de Force que fue Hard Candy . De los secundarios hay que destacar al pedófilo Jackie Earle Haley, porque realmente llegas a creertelo como una persona real, y a su madre Phyllis Somerville, una actriz desconocida para mí y que se hubiera merecido un mayor reconocimiento debido a su gran trabajo.
En cuanto al guión, este es sencillamente de los mejores del año, crea unos personajes con entidad propia y con multiplicidad de matices y evita caer siempre en el tópico fácil, llegando a sorprendernos cuando creemos que ya lo hemos visto todo. Thomas Newman pone musica a esta joya y es bastante reconocible su peculiar estilo muy en la onda de aquella inolvidable Banda Sonora que pudimos escuchar en otra gran película, American Beauty .
Finalmente Juegos Secretos acaba por posicionarse de esta manera como una hermosa película de pura realidad, con grandiosas interpretaciones y con una fotografía que deleita la vista, además de situarse como lo mejorcito, hasta ahora, de este año 2007
Lo reconozco, me he columpiado con mis previsiones de los Oscars de este año pensando (inocente de mi) en la tónica habitual, es decir, que la academia preferiría Banderas de nuestros padres a Cartas desde Iwo Jima, que descartaría a la estupenda Pequeña Miss Sunshine por Dreamgirls y que Volver le pondría las cosas más difíciles a El laberinto del fauno, aunque ese descarte huele a premio seguro para el de Del Toro y preferido de la prensa americana, convirtiéndose automáticamente en una lluvia de votos para Penélope Cruz debido al favoritismo de la academia por el manchego y que le ponga las cosas más complicadas a Helen Mirren, que ha ganado TODO este año.
Parece que los Oscars se han convertido en un escaparate de la crítica americana, aunque sigue obviando otro tipo de cine más arriesgado, ese que arrasa en festivales europeos y que no tiene tanta cabida entre las distribuidoras, cuyas campañas de marketing deciden unos premios que pretenden airear el adjetivo devaluados, aunque en un año en el que las buenas películas se pueden contar con los dedos vivos de un personaje de una de yakuzas y donde la crítica de EEUU ha tenido que recurrir al atrasado estreno de El ejército de las sombras (ha encabezado prácticamente más veces la mayoría de las listas) para dar algo de heterogeneidad a un reducido grupo de títulos.
Por supuesto, todos esos filmes han recibido sus merecidas nominaciones y Juegos secretos, con buenas críticas y entre las favoritas de parte de la prensa, ha pescado tres (guión adaptado y a las interpretaciones de Kate Winslet y Jackie Earle Haley). Y es que esas nominaciones denotan que el segundo largometraje de Todd Field es un filme de guión y actores.
Aunque lo mejor de Juegos secretos es su trailer, uno de los mejores del año, construido sobre las imágenes, los silencios, la banda sonora y el choque de dos trenes, que avecinan que no es un filme para masas. Su duración puede dar más pistas.
Lo que queda claro es que desde su inicio, con ese narrador en forma de voz en off fría y ronca de Will Lyman (que también pone su voz a bastantes documentales), Field va a diseccionar a los personajes como si de un antropólogo de emociones se tratase. Ya lo hizo en su anterior y estupenda En la habitación, aunque también puede recordar en bastantes aspectos a Mi tío de América, donde Resnais relacionaba las relaciones humanas con el comportamiento animal y diversos experimentos, que ahora se han convertido en juegos que hacen que los protagonistas interactúen y desencadenen los acontecimientos, como si se tratase de un malabarismo narrativo con reminiscencias de Altman.
Más emparentada con Happiness que con American beauty, Juegos secretos es el retrato de una sociedad hipócrita e inmadura donde pagan justos por pecadores y éstos últimos, los que no esconden sus emociones, son condenados y castigados irónicamente a lo Madame Bovary.