Jet Lag
Sinopsis de la película
Rose (Binoche) huye del hombre del que no quiere seguir enamorada. Félix (Reno) es un artista que sigue a la mujer que cree que ama. Ella es discreta, retraída y poco habladora. Él es conversador y extrovertido. Ella ocupa un asiento de turista. Él viaja en primera clase. Ninguno, en realidad, está preparado para conocer al otro.
Detalles de la película
- Titulo Original: Decalage Horaire (Jet Lag)
- Año: 2002
- Duración: 81
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Opinión de la crítica
Película
5.1
64 valoraciones en total
Film interesante de la relacción que surge entre una mujer que deja a su novio de toda la vida, y de un famoso chef que viaja a ver a la que cree que puede ser el amor de su vida. Sus vidas se cruzan en el aeropuerto parisino en medio del caos por los retrasos sufridos en los vuelos y las casualidades que se suceden. La localización de la película es casi siempre la misma, pero aún así, gana fuerza por la interpretación de los actores que acaparan toda la atención. Interesantes gags y diálogos.
Una comedia para todos los gustos.
Tal vez tengan mucha razón todos los que afirman que esta película es una copia de tantos otros productos hollywoodienses. El argumento no es original, no nos ofrece una historia digna de tirar cohetes, pero… Puede que, pese a todo ello, o quizás gracias a todo ello, esta historia discretita, modesta y sin pretensiones de grandeza llegue a disfrutarse con sencillez.
Dos grandes actores consolidados como Juliette Binoche y Jean Reno demostraron que los veteranos acostumbrados a trabajar en producciones de proyección internacional, a veces no vacilan en aceptar papeles en películas que no están destinadas a ser grandes éxitos ni de taquilla ni de crítica.
En el aeropuerto Charles de Gaulle de París, una mujer, Rose, cansada de una relación destructiva, se dispone a escapar de todo tomando un avión que la lleve a México, donde ha encontrado un trabajo. Su camino se cruza con el de Félix, un empresario de la hostelería muy estresado, que se dirige a Alemania para un funeral. Estas dos personas desengañadas, que han llegado a un punto muerto en sus vidas y se sienten desorientadas y solas, a causa de un retraso en todos lo vuelos inesperadamente tomarán la decisión de compartir una habitación de hotel y empezarán a conocerse.
Gran parte de la película transcurre en e hotel, mientras los dos protagonistas conversan, discuten, van descubriendo las manías del otro, sus gustos, sus cualidades… Los diálogos son naturales y vemos cómo dos extraños van habituándose a su mutua presencia, con sus roces y sus incomodidades. El resto de la película se desarrolla en el concurrido y ajetreado aeropuerto.
Por cierto, patético el papel de Sergi López, da la impresión de que está de más. Prescindible.
Por lo demás, entretenida y a ratos interesante. Lo mejor son los momentos en los que ambos se van confesando sus inquietudes, sus frustraciones y sus anhelos.
Le doy un notable, a pesar de no ser ninguna obra de arte, por varias razones:
-La primera es que disfruté mucho viéndola. La comedia romántica es un género del que pueden salir auténticos bodrios aunque lo protagonizen estrellas, o salir joyitas que disfrutas con ellas desde el primer minuto. Para mí, ésta pertenece al segundo caso. Parece que ya todo esta inventado en este género, por eso lo importante es que se haga amena y que haya química entre los protagonistas.
-La segunda razón es que la protagoniza Juliette Binoche, de la que soy incondicional.
-La tercera es que ya desde el principio la propia película te advierte (literalmente) de lo que puedes esperar de ella, un cuento de hadas a la americana, pero con sabor francés. Y no decepciona, yo al menos esperaba un poco más de lo de siempre.
-Y por último, Jean Reno, un hombre no precisamente guapo, pero que en este filme tiene una pinta impresionante, sin botox ni cirugía, como algunos actores maduros americanos. Y, claro, que los protas sean guapos ayuda, para qué nos vamos a engañar.
El breve papel se Sergin López no tiene desperdicio, machito ibérico en estado puro.
Al principio es aburrida. Después es irritante. Las situaciones inverosímiles se suceden, mientras la mente del espectador divaga a ratos y a ratos consigue centrarse, con gran esfuerzo. Y el final es muy, muy, muy cursi. Y no sé qué más añadir. Es que el validador de Film Affinity me ha dicho que lo escrito es un simple comentario, no una crítica, y me ha hecho repetirlo. Y aquí estoy, devanándome los sesos para ver si se me ocurre algo sobre una película completamente hueca. Ah, sí, ya sé: se supone que es una comedia, pero yo no he conseguido reírme ni una sola vez. Espero que con esto sea suficiente.
Lleva muchos –pero muchos más de los que creía– años Danièle Thompson metida en esto del cine. Como guionista se inició en 1966 y, tras trabajar con directores de la talla de Patrice Chéreau y Jacques Deray, particularmente especialista en la elaboración de los diálogos, tras una época ligada en especial a las películas de Louis de Funès, Gerard Oury y Claude Pinoteau, se lanzó a la dirección con una deliciosa comedia familiar titulada Cena de Navidad (La bûche, 1999), donde contó con algunas de las mejores actrices del cine francés actual. Su segunda película tampoco defrauda a los que gozaron con su debut en la dirección. Además, en esta ocasión cuenta con la inspirada presencia de una pareja de actores que demuestran cada vez que se ponen ante una cámara su capacidad para afrontar personajes de lo más diverso: Juliette Binoche y Jean Reno.
Es Jet lag una comedia romántica de tono similar al de la mayor parte de las que llegan desde Estados Unidos. Sin embargo, es en la habilidad para retratar a los personajes a través de la forma en que hablan y en qué cosas dicen, donde se encuentran las diferencias. Ingenio e inteligencia para un guión sincero, el firmado al alimón por la propia directora y su hijo, el ritmo necesario y las dosis de madurez necesarias para que la película no decaiga en ningún momento y, para postre, quince minutos de regalo (casi podría decirse que el film queda resuelto al minuto 75) con los que disfrutar de una de las escenas mejor montadas de la comedia actual, con respeto por el espectador y respeto a su sonrisa.
Las dos actuaciones principales (también aparece Sergi López cumpliendo con el estereotipo grosero de español grosero y burro) hacen resaltar todavía más esta película pequeña, rodada en un aeropuerto y la habitación de un hotel. Allí coinciden las vidas de dos personas corrientes, en un momento de súbita intimidad. Se trata de una peluquera y un cocinero, con suertes diversas en la vida: una, repentinamente separada de un novio impresentable, con una personalidad por sustentar, por reafirmar, el otro, un grand chef reconvertido en grand manager de una industria de congelados, con una personalidad por reafirmar en la compañía adecuada. No les destapo nada si les digo que esto es una comedia romántica y que del cine se sale con una sonrisa de oreja a oreja, ¿no?