Irina Palm
Sinopsis de la película
Maggie debe encontrar dinero para el tratamiento de su nieto, además de animar a su hijo Tom y su mujer Sarah. Al ver un anuncio que reza Se necesita azafata , Maggie entra. Cuando descubre de qué tipo de acompañante se trata, se queda sorprendida, pero acepta el trabajo. Maggie es tímida y lo pasaría francamente mal en el imperio del sexo si no fuera por Luisa, una compañera que le enseña los trucos del oficio hasta convertirla en la muy solicitada Irina Palm. Pero la doble vida de Maggie no pasa inadvertida a sus vecinos y deberá enfrentarse a la doble moral provinciana y hacerse serias preguntas.
Detalles de la película
- Titulo Original: Irina Palm
- Año: 2007
- Duración: 103
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Opinión de la crítica
6.8
86 valoraciones en total
Sí, de eso va poco más o menos esta película. Se trata de una señora rondando los sesenta y muchos (os podéis imaginar a vuestra madre o abuela según los casos) que, con el fin de conseguir dinero para un tratamiento de su nieto enfermo, se mete a pajillera y obtiene un exitazo en su tarea tal que el empresario para el que trabaja, propietario de un club de streaptease, pues se forra gracias a las pajillas de Irina. Bueno, tanto es así que hasta se ve aquejada de una enfermedad profesional similar al codo de tenista: el codo de pajillera.
Que no es coña, os lo prometo. Bueno, ya podréis imaginaros el lote de reir que te pegas con la peli. Y es que contándolo no tiene ni la mitad de gracia, porque ya si veis a la señora con unas pintas que te mueres, el bolsito de la abuela Cleta y la cafetera al lado para tomarse un cafetito con una mano mientras con la otra se dedica a su ardua y exitosa labor zambombera, os partís el culo de arriba abajo. Pero lo mejor es que la peli está planteada como drama social, vamos, en plan serio. Un flipe total.
Pongamos que nos creemos que una señora de esa edad y esas pintas llega a un puticlub a ofrecer sus servicios y el empresario, lejos de descojonarse en su cara, la contrata entusiasmado. Hasta ahí podemos ir tragando. Pero por el amor de diossss, que se formen unas colas de metros a la puerta de la cabina de la abuela mientras el resto de putillas del antro ven cómo su clientela desaparece y se mueren de la pena… Hombre, yo qué sé. No me veo yo a una patulea de tíos que se han puesto berracos como cerdos viendo a las bailarinas de streaptease o un espectáculo porno aguantando horas para una simple paja, por muy bien que pueda hacerlas la abuela Irina, mientras al lado las demás cabinas están libres.
No es que yo domine profesionalmente el mundo de la paja masculina ni mucho menos, pero vamos, salvo que se sea especialmente torpe, yo creo que hacer una pajilla con un mínimo de arte y un poco de cremita no tiene mayor dificultad. Que los señores me corrijan si me equivoco. Al menos a través de un agujero en la pared y sólo usando las manos, que no os creáis que la señora esta le pega a otra cosa, ni a la boca, ni a los pies, ni siquiera una vil cubanilla. Nada, manivela al canto con el agujero de por medio y pare usted de contar. En fin, que no termino de entender muy bien dónde puede residir la dificultad de la tarea como para dejar sin trabajo a todas su otras compañeras. Llamadme ignorante pero yo diría que hasta la puta más novata conoce los misterios ancestrales de una buena paja. O por lo menos debería conocerlos porque vaya ful de puta si no.
(Sigo en spoiler por falta de sitio)
Una originalísima historia muy bien contada y una actriz en estado de gracia – la inmensa Marianne Faithfull – serían en mi opinión las principales virtudes de esta excelente película que es Irina Palm.
Maggie es una mujer de avanzada edad que tiene que conseguir dinero como sea para curar a su nieto. Tras recibir varias negativas debido a su edad, se aventura a aceptar un trabajo en un sórdido Sex Shop. ¿Cómo contar una historia así?. Sam Garbarski lo hace brillantemente, apoyado en un guión con giros sorprendentes y buenos diálogos, y apoyado también en una actriz en estado puro, de la que el director arranca expresividad hasta en la forma de andar, por no hablar de esas miradas llenas de dolor y desesperanza en las que la Faithfull nos arrastra hasta el corazón mismo del personaje. El cine que expresa con silencios es el más puro y por tanto el más difícil y arriesgado.
También se podría destacar el excelente casting de secundarios, sobre todo ese friso de señoronas en tono pastel que son las amigas de Maggie, cuya moral bienpensante se da de tortas con la roña y el vicio que se le presupone a un Sex Shop. Las amigas de Maggie, aunque resulten algo tópicas, dan lugar a algunas de las secuencias más divertidas de la película, en las que brota si no la risa sí la sonrisa de todo el cine en algunas secuencias memorables, desternillantes. ¡Qué gozoso reírse de los bienpensantes!
Irina Palm es muchas cosas. Es un drama pespunteado de finísimo sentido del humor, es una crítica a la moral rancia y provinciana que no perdona al que es diferente, y es sobre todo un canto a la superación y al optimismo: nunca pienses que no sirves para nada y que no te queda nada por vivir.
Me gusta lo que me sorprende y desde luego Irina Palm me sorprendió cuando la vi. No es una gran película, buenas interpretaciones, guión correcto y una dirección de actores a la medida de lo exigible.
Si tienes ganas de enfrentarte a algo diferente, con planteamientos alejados de tópicos, estoy seguro que la encontrarás entretenida. Lamentablemente no es un film que permanezca en la memoria.
Sencillamente magnífica, brutalmente emotiva, no tengo palabras para poder definir como se merece esta película. Irina Palm te hace experimentar un cúmulo de sentimientos de amor, odio, rencor.
La película trata un tema tan delicado como es la enfermedad de un nieto que se muere, y la impotencia de no poder ayudarlo por falta de recursos económicos, y a la vez nos introduce en una historia de amor tan sutil que te envuelve en ella.
Marianne Faithfull está soberbia, con su interpretación nos transmite en cada momento lo que siente su personaje, su coraje, una abuela dispuesta a todo con tal de que su nieto no muera y su familia no se hunda. Con un toque de humor en su justa medida ya que la temática principal es un drama. Y una historia de amor que emotiva y que sin ser espectacular en su exposición, llega hasta lo más profundo de ti.
Quizás no le de más nota ya que puede llegar a hacerse lenta en algunos tramos y deja sin concluir una de las pequeñas historias que se cruzan con Maggie que explico en el Spoiler.
Concluyendo, se la recomiendo para todos aquellos amantes de las películas del género drama que mezclado con un toque de humor inglés (apto para todos) y una enternecedora historia de amor que te gana por minutos, la hacen digna de ser vista y juzgada ya sea para bien o para mal (yo le he dado una oportunidad y no me ha defraudado).
La concisión con la que Sam Garbarski desarrolla su trabajo, nos ayuda con creces a introducirnos en ese pequeño mundo donde Maggie deberá lidiar con una situación más que comprometedora, ya que el pulso del realizador, austero y valeroso al mismo tiempo (por no tomarse ninguna licencia con el guión y rodar las secuencias con una compostura digna de elogio), nunca se presta a ofrecer más de lo que el público reclamaría en un film de estas proporciones.
Sólo una de sus secuencias iniciales, donde Maggie entra por primera vez en el lugar que la transformará en Irina Palm, ya vale más que varias líneas de guión, pues en ella se retrata la aspereza y el sinsabor que rondarán todo aquello que la rodea por tener que esconder algo que, no la honrará, pero hará de ella un personaje plausible con merecimiento, por llevar con tanto temple y sabohacer una situación de ese calibre.
La calidad de los intérpretes, hace lo demás, ya que pocas actuaciones me habían clavado últimamente a la butaca en algún momento dado, y aquí tanto Marianne Faithfull como Kevin Bishop lo consiguen en un par de ocasiones donde todo les rebasa y no les queda otra alternativa que llevar al extremo sus caracteres, haciendo que aquello por lo que discuten o luchan te empape, y te deje un regusto amargo, pero excelente, de buen cine.
La nota negativa, en este apartado, es que se le podría haber sacado muchísimo más partido al personaje de Miki Manojlovic, que termina siendo desaprovechado y no tiene, en realidad, ninguna intervención que resulte notable como para alabar su trabajo, que es bueno, de ello no quepa la menor duda.
La pena, es que una película que había adquirido un rumbo tan bueno como Irina Palm , se encharque antes de llegar a su conclusión abriendo un par de frentes en el guión, que no sabes a cuento de que vienen, y que nunca llegan a cerrarse ya que son despachados en dos secuencias. Pese a ello, en Garbarski se nota un oficio que podría darle grandes salidas, y que a partir de ahora debería escoger con predilección sus proyectos para explotar todo su potencial al máximo. Habrá que esperar, pues, que nos depara este talento salido de Europa central.