Inspector Bellamy
Sinopsis de la película
Como todos los años, el comisario Paul Bellamy va a pasar unos días a Nîmes a casa de la familia de su mujer. Ella sólo piensa en hacer algún crucero por países lejanos, pero Paul odia viajar. En esta ocasión, tiene un doble pretexto para no hacerlo: por una parte, su hermanastro, un tarambana aficionado al alcohol, se presenta sin previo aviso, por otra, llega a la casa pidiendo socorro un hombre al que persiguen. Llevado por su impulso natural de ayudar a los demás, Paul les dedica todo su tiempo y energía.
Detalles de la película
- Titulo Original: Bellamy
- Año: 2009
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
5.7
69 valoraciones en total
Esta obra póstuma es menor respecto a la filmografía de Chabrol (aunque hizo otras mediocres) pero es magistral en el modo de crear personajes y los sentimientos entre ellos. Aquí hay dos historias. La que parece principal, el caso que interesa al inspector, un asesinato que puede ser suicidio es la más floja. La otra, la relación del inspector con su mujer y con su hermanastro.
Esta última está llena de matices, con una ambigüedad muy de Chabrol. La diferencia de calidad en el modo de contar las dos historias hace que la película resulte un tanto irregular. Pero el 7 que le doy es una especie de homenaje a uno de los grandes directores franceses.
Gérard Depardieu, con tantas tablas ya, borda el personaje. Espléndida también Marie Bunuel. Y el mejor, en mi opinión es Clovis Cornillac, en el papel de hermanastro.
El inspector Bellamy (Gérard Depardieu), de vacaciones en el sur de Francia (Nimes) con su hermosa y simpática mujer (Marie Bunuel) protagonizan un policial negro acompañado paralelamente por problemas familiares promovidos por la aparición indeseable del hermanastro menor del inspector, un conflictuado alcohólico. Dedicada la película a la memoria de Georges Simenon y de Georges Brassens (enterrado en el cementerio que se ve al principio, y un abogado estrafalario defiende al acusado cantando a Brassens), tiene el inspector Bellamy costumbres similares a las del inspector Maigret (le gusta beber y en lugar de fumar en pipa fuma cigarros). La vida personal, familiar y profesional se describen simultáneamente en la investigación de un crimen y las circunstancias familiares parecen un espejo de los hechos investigados. Extraordinaria actuación de Gérard Depardieu y Marie Bunuel, notable relación con mucho encanto y excelentes diálogos y, como curiosidad, el actor que encarna al confeso asesino (Jacques Gamblin) también encarna otros dos personajes. Todo el asunto está lleno de ambigüedades que dejan pensando luego de una deliciosa historia del legendario director de la nouvelle vague , pues como dice el epílogo: Siempre hay otra historia. Hay más de lo que los ojos pueden captar .
Aunque aún unos cuantos críticos insistan en quedar deslumbrados con cada nuevo estreno suyo, habría que remontarse casi una década atrás, a la intrigante Gracias por el chocolate , para encontrar una película realmente digna del prestigio que el veterano Claude Chabrol ha cimentado a lo largo de 50 años de carrera. Sus monótonas y lánguidas cintas de los últimos años, como La flor del mal o La dama de honor , estaban acercando peligrosamente a este casi octogenario sobreviviente de la Nueva Ola francesa a la categoría de pieza de museo, alguien que filma los mismos temas y atmósferas sin demasiadas variaciones, mezclando la compleja moral de la burguesía en las ciudades de provincia, los relatos criminales que esconden sorprendentes vuelcos y personajes al borde de la caricatura.
A primera vista, Bellamy , su primera colaboración con Gérard Depardieu, podría parecer más de lo mismo. Sin embargo, afortunadamente se siente como un soplo de aire fresco. De partida, por la creíble y bonachona presencia física que el cada vez más obeso actor aporta a su personaje de un detective que a pesar de estar de vacaciones en un pequeño pueblo, no puede dejar de involucrarse en un caso policial. Asimismo, por la forma en que Chabrol logra retratar la rutina de estos curiosos y a veces grotescos personajes, el ambiente de la aldea y los a menudo cómicos giros de la trama. Y en especial por la relación -teñida de resentimientos y cuentas pendientes- entre el protagonista y su medio hermano, que finalmente importa incluso más que la propia investigación policial. Sin ser sobresaliente, este film resulta ser una grata sorpresa que nos demuestra que aún se puede tener algo de fe en Chabrol…
Último entretenimiento que nos donó el gourmet del cine. Menos de 1 año después de su estreno fallecía éste longevo y octogenario creador de tantas atmósferas y unas 50 historias con su sello.
La que nos ocupa, es en cierto sentido amable, rozando por momentos la comedia y el vodevil policíaco, si eso existe. Lo más destacable, el dueto: Depardieu- Marie Bunel, dando consistencia psicológica a sus personajes y credibilidad, a su monótona relación tras la pantalla. Despiden gran empatía como marido y mujer. Con mucho lo mejor del filme.
Claude Chabrol se está empeñando en proseguir su carrera cinematográfica y la verdad es que es digna de admiración la forma en que este director sigue manteniendo una esencia y una forma de hacer cine que demuestran y asientan verdaderamente lo que es el cine de autor.
Por supuesto que no estamos ante su mejor película (como parecen pretender algunos), pero es que eso sería ya de locos. ¿Acaso no es suficiente que un director tan consagrado, con casi ochenta años, continúe haciendo películas con un estilo tan definido y, únicamente, con las directrices que se marca él mismo?
Además, el hecho de contar por primera vez con Gerard Depardieu (impecable junto al resto del reparto), el homenaje a los dos Georges (Simenon y Brassens) y la cita final de W.H.Auden, engrandecen aún más si cabe la figura de Chabrol.
Bien es cierto que los que se propongan admirar este film con ánimo de encontrar una cinta plagada de acción y misterio de las que ha hecho Depardieu últimamente lo llevan claro. El registro de Chabrol es más sórdido, aunque siempre haya hueco para almuerzos y vinos variados, piezas de Tchaikovski, mujeres atractivas, pasados turbulentos y, lo que más le gusta, burgueses en decadencia.
El personaje del inspector Bellamy me da una sensación extraña: tiene mucha fuerza gracias a Depardieu y aparece desde el principio como si ya conociéramos su pasado. Por eso, toda la trama me ha ido pareciendo un tanto ambigua, porque en cierta forma muchos aspectos centrales parecen sobreentendidos. Y, seguramente llevaran mucho tiempo en la cabeza de su creador, pero no en la del espectador, y eso deja bastante descolocado en medio de tanta incógnita, que no hace amagos de zanjarse en ningún momento.
De este modo, no creo que esta película sea el mejor ejemplo del cine de Chabrol, pero no deja de serlo, y bien claro, además. Por lo tanto, vista desde una perspectiva general de su carrera le otorga algo de ventaja. Una ventaja de unos cincuenta años, que se dice poco.