Gutland
Sinopsis de la película
Gutland comienza con la llegada de un forastero a la comunidad agrícola de Schandelsmillen. La temporada de cosecha está ya avanzada, pero Jens, un vagabundo alemán, está buscando trabajo. Allí es tomado por granjero y pronto seducido por Lucy, una madre soltera que le recoge en la cervecería del pueblo para llevarlo hasta su cama. Taciturno y solitario por naturaleza, Jens no se mezcla con los lugareños, y aún así ellos le toman por amigo al instante, llevándole a fiestas, regalándole una trompeta e invitándole a unirse a la banda del pueblo. Los primeros días de Jens en su nuevo hogar fluyen con una tranquilidad bucólica, pero con el tiempo comenzará a descubrir pistas sobre el lado oscuro de Schandelsmillen, justo cuando los aldeanos se van acercando poco a poco al también sombrío pasado de Jens.
Detalles de la película
- Titulo Original: Gutland
- Año: 2017
- Duración: 107
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Opinión de la crítica
5.6
60 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Arsène Streveler
- Christiane Hoffmann
- Davy Mertens
- Franco Ariete
- Frederick Lau
- Gérard Blaschette
- Gerdy Zint
- Guy Schwickerath
- Irina Blanaru
- Ismael Backes
- Jean Koch
- Leo Folschette
- Marcel Heintz
- Marco Lorenzini
- Marie-Louise Schaack
- Martine Kohn
- Nathalie Maas
- Nico Schlesser
- Paul Hoffmann
- Pierrette Heintz
- Pit Bukowski
- Roger Origer
- Sandro Pantanali
- Sandy Schott
- Theo Lieser
- Vicky Krieps
- Yvette Müller
Jens Fauser (el actor alemán Frederick Lau, visto en La fiebre del ladrillo), llega desde Alemania a un pequeño poblado rural de Luxemburgo y obtiene un trabajo temporario para la cosecha de maíz y el ordeñe de vacas. Al mismo tiempo, entabla una relación con Lucy (Vickey Krips). Con el tiempo nos iremos enterando de las razones de Jens y de cómo irá relacionando con ese pueblo.
No es fácil la película del director luxemburgués Govinda Van Maele (proyectada en el BAFICI) , ya que empieza a mostrar sus cartas avanzado el metraje. No se trata sólo de un thriller noir sobre forastero extraño en pueblo chico , ya que a medida que progresa va incorporando otros géneros. Por momentos parece que veremos algo estilo Hors Satan (la gran película de Dumont) o Midsommar, o de David Lynch, pero no, o no del todo, ya que hay como un desarme sistemático de las referencias lo que dificulta la empatía con el protagonista y el lenguaje de la película a medida que se enrarece su discurso.
En definitiva, son varias las lecturas de Gutland (buena tierra o buen país, en alemán) , que. a pesar de su morosidad inicial, logra intrigarnos a medida que se enrarece y proponernos un desenlace interesante.
Magnífica, triste, compleja, agradecida, siniestra, extraña, desconcertante… Podría continuar adjetivándola, y todos ellos encajarían perfectamente en Gutland.
Se ofrece y se muestra convincente, hasta el último tramo, donde esa oferta, encaminada a perder la batalla, de producirse, nunca resultaría tan dolorosa.
Su final extraño, incluso acomodaticio, no responde al desarrollo previo, pero eso sí: El único posible. Razón por la que bajé un punto su nota.
Aparece un forastero en un pueblo y es recibido con hostilidad. Luego que es acosado por una joven hasta que prácticamente se ve obligado a tener relaciones con ella, todo cambia: le dan trabajo y vivienda para que se quede. El forastero, calificado como taciturno y solitario por naturaleza (no se en base a qué rasgos ya que nadie sabe cómo era antes de llegar), resulta ser muy hábil con las tareas rurales, algo extraño porque se supone que provino de un ambiente urbano. Luego de algunos sucesos propios del cine negro, en este caso más que surrealistas rayanos en lo ridículo, se llega a un final anodino.
Para algunos críticos esta película contiene escenas simbólicas y una faceta metafórica y está hecha a partir de tres películas distintas . Todas estas apreciaciones son respetables, pero para mí mente sencilla, el argumento no refiere a nada que no pueda ocurrir en la realidad y es entendible sin tener que buscar mensajes en segundo plano. El guión tiene muchos vacíos que se podría creer son un recurso para resaltar la extraña naturaleza del recién llegado y de los habitantes del pueblo, pero en mi opinión son el producto de un desarrollo desprolijo. Por otra parte los personajes están perfilados tan torpemente que todos parecen algo tontos.
Opino que esta película no aporta nada mas que su irrelevancia.
Gutland es la primera película del director y guionista luxemburgués Govinda Van Maele, el film nos cuenta la historia de Jens Fauser, un misterioso alemán de aspecto desdeñado que llega a una pequeña villa luxemburguesa ubicada en la frontera con Alemania, allí se encontrará con una comunidad que, tal como él, parece estar llena de secretos. El largometraje estrenado al público general el pasado 3 de mayo en Alemania, ha recorrido un buen número de prestigiosos Festivales Internacionales de Cine como Toronto donde fue presentada, Tokyo o Rotterdam, y ganado dos nominaciones este año: en el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires y en el Lucca Film Festival. En España a la espera de distribuidora y fecha para su estreno.
Uno de los principales aciertos de Gutland es situar al espectador en una trama que se va desenvolviendo en un contexto de constante intriga. Conocemos al protagonista, Jens Fauser, interpretado por el actor alemán Frederick Lau, pero sabemos poco sobre él, se crea una desconfianza protagonista-espectador: estamos ante un dilema ¿Confiar o no en el personaje principal?
La película empieza con Jens llegando a Schandelsmillen, un pequeño pueblo ubicado en la frontera luxemburguesa con Alemania. No transcurre mucho tiempo para que sepamos que algo raro pasa también en esa comunidad, se crea entonces una distorsión del modelo básico narrativo que plantea un protagonista bueno y un antagonista malo, las dos figuras se mezclan y complementan durante toda la película, incluso turnándose esos roles.
Gutland se plantea como un ejercicio de constante suspense, el espectador no sabe quién lanzará un golpe o quién está observando algo en el momento menos pensado. Jens parece una amenaza para el pueblo, pero la gente de la villa también puede ser considerada un peligro para el personaje principal de esta confusa trama.
El ritmo con el que se desarrolla Gutland es bastante lento, pero no aburrido, ni mucho menos pretencioso, ya que tiene una razón de ser y ésta es dejar crecer la trama exponencialmente a medida que el espectador se sumerge más en Schandelsmillen.
La facultad del director Govinda Van Maele reside en suministrar pequeñas dosis de información al espectador, poniendo en cada escena puntos importantes de la trama, algunos codificados para que quien está del otro lado de la pantalla tenga la obligación de involucrarse en la historia.
Una ovación de pie para el trabajo de Govinda Van Maele en su faceta de guionista, porque, en compañía del editor de guión, Razvan Radulescu, supo crear una estructura narrativa que se toma su tiempo para contemplar todos los detalles que demandan esta historia, en otras palabras, esta pareja de escritores supo crear un panorama desolador y amenazante a través de un ritmo pausado en el relato. Tan bueno es este trabajo, que una simple invitación de un miembro de la comunidad a Jens para que aprenda a tocar la trompeta, despierta cierta suspicacia e incomodidad en el espectador.
El factor fundamental de esta infravalorada obra del cine es su faceta metafórica, el mensaje que busca transmitir (o mejor, generar) está bien representado a través de elementos que se añaden a la trama principal de forma muy orgánica, una historia que nunca detiene su desarrollo, aunque lo parezca, y personajes que siempre están en constante crecimiento.
La manera en la que Gutland mezcla factores algo místicos con lo que es real a los ojos del espectador, supone un ejercicio brillante de alteración de la realidad nada forzado y muy natural, que además colabora a darle ese sentido metafórico a todo lo que sucede en el tercer acto de la cinta.
Gutland es un film que mezcla muchos géneros sin caer en el desorden narrativo, va y viene de elementos fantásticos a componentes de thriller de forma muy efectiva, siendo el resultado una película claustrofóbica con una trama interesante, personajes misteriosos, escenas simbólicas y muchos acertijos a descubrir. Una película donde el director sabe manejar los tiempos e impregna de misterio a cada personaje, Govinda Van Maele crea una metáfora con todos estos elementos y sin caer en la sobre explicación a la que nos tiene acostumbrados el cine por estos días.
Escrito por Andrés Tejada
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