GAL
Sinopsis de la película
Los periodistas que investigaron el Gal (Grupo Antiterrorista de Liberación) narran la guerra sucia que el gobierno de Felipe González emprendió contra ETA entre 1983 y 1987. Los Gal cometieron más de treinta atentados con el resultado de 27 muertos y más de cincuenta heridos en el sur de Francia. La acción de estos grupos se basaba en la máxima ojo por ojo, diente por diente , y en la creencia de que trasladando la guerra a territorio galo, el gobierno francés no tendría más remedio que colaborar en la lucha contra ETA. Y así fue. Gracias a las investigaciones periodísticas, la justicia española pudo demostrar que los atentados fueron organizados y financiados por el Gobierno español, y en 1994 fueron condenados el Ministro del Interior José Barrionuevo y once funcionarios públicos a penas que oscilaban entre los cuatro y los diez años de prisión. La investigación, que fue llevada a cabo por periodistas de Diario 16, supuso también el cese del director del periódico y de sus principales colaboradores, el resultado fue el nacimiento de un nuevo diario, El Mundo del siglo XXI , que prosiguió con éxito las investigaciones de un caso que algunos comparan con el Watergate.
Detalles de la película
- Titulo Original: GAL
- Año: 2006
- Duración: 111
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Opinión de la crítica
4.8
44 valoraciones en total
Película desaprovechada y carente de enjundia para tratar a los grupos antiterroristas de liberación, unos mindundis si los comparamos con el Batallón Vasco Español, aunténticos policías, militares y guardia civiles que se pasaron por la piedra a etarras, simpatizantes y manifestantes con la mayor impunidad y bestialidad y que no es comparable a ninguna nación europea democrática durante los últimos años de la década de los setenta y los primeros de los ochenta. La notoriedad de el gal la ocasionó que fuesen ahora socialistas en vez de fascistas quiénes recogieran el testigo de dar matarile a uno de cada tres, esto es, a un etarra y a dos inocentes, propiciando un caldo de cultivo que a día de hoy todavía no ha cesado.
El guión es, efectivamente, un serial de El mundo, pero no por ello hay que criticar a Courtois ya que sin Pedro J. y cía los Barrionuevo, Vera, Corcuera, Sancristobal, etc… jamás se hubieran sentado delante de la justicia. Lo cierto es que les salió de baratillo. Trincaron un pastón, asesinaron a inocentes (típico de un gobierno socialista) y no pasaron más que un par de años en la sombra con todo lujo de comodidades amén de tener servida una jubilación tranquila para ellos y para sus hijos. Y todo por no denunciar a la famosa X de los Gal, por entonces presidente español y que responde al nombre de Felipe González. Obviamente, la investigación sobre Amedo y Domínguez tenía razones políticas del mayor nivel y la objetividad sobre esta película y sobre las investigaciones que llevaron a cabo el equipo de investigación de El mundo están, cuando menos, tocadas por la mano de los diversos intereses que apostaban por derrocar los 14 años de mandato socialista que sufrimos la mayoría de los ciudadanos. Luego vendría Aznar a hacer bueno a aquel, pero eso ya es harina de otro costal.
Courtois se queda corto, él piensa que ha realizado un buen trabajo pero lo cierto es que lo ha filmado mal, ignoro si por la falta de presupuesto o por la falta de imaginación a la hora de plasmar en imágenes una historia que daba para mucho más. Me quedo con la Verbeke, su rostro me parece un monumento a la belleza de la mujer, me pone un montón y es una pena que no salga en bolas en esta cinta. Un cinco pelao, que tras verla… es mucho otorgar. En El lobo se nota que tuvo más libertad o audacia para presentar su visión de las cosas.
Qué decir de una película en la que todos los espectadores del cine se parten el pecho a reir con las actuaciones de Jordi Mollá y sus imitaciones a lo Torrente 4, pero claro, es algo imperdonable tratándose de una película seria…
Es increíble cómo actores ya rodados como Natalia Verbeke o Jordi Mollá, saquen sus peores actuaciones y el director las dé por buenas. Si de ellos se ven actuaciones desastrosas, del resto de personajes la actuaciones pasan a ser penosas. El que hace de compañero de Verbeke (Manuel, interpretado por José García), es para partirse la caja… ¡¿qué clase de acento chabacano es ese?! Todo un catálogo interpretativo con las mejores peores interpretaciones que he visto en muchísimo tiempo. Para enmarcar.
Pasemos ahora al plano musical, que bueno, es correcto en casi toda la película y los temas están bastante bien terminados y encajados, pero hay un par de cagadas impresionantes. La música de Iggy Pop y su Bang Bang, junto con un Réquiem de no sé quién, que de verdad… NO PEGAN en la peli!! (sobre todo la de Iggy Pop).
En cuanto a la cámara, ¿alguien le puede decir al que la cogía, que POR FAVOR, enfoque correctamente?, es alucinante, un plano enfocado y el otro absolutamente desenfocado. Al principio pensaba que tenía algo en el ojo, pero qué va… el que lo tenía era uno de los cámaras. Imperdonable.
En otras escenas (como la inicial, donde sale José Coronado), parece que los cámaras se han tomado 7 cubatas, porque no se están quietos… joder, es que termina por marear. Ese movimiento de cámara es absolutamente innecesario.
El guión, pues confuso, lleno de flashbacks sin sentido, mal montado y ordenado… en fin… una cagada. Además la relación entre Marta Castillo (Verbeke) y Manuel Mallo (José García), no viene a cuento, no tiene ningún tipo de lógica y además es totalmente hueca. Uno sale del cine y no sabe muy bien qué es lo que ha visto ni por qué.
Lo mejor sin duda es la actuación en plan Torrente de Mollá, que es lo que me ha hecho reir (a mí y a todo el cine).
Nota: 3,5
Esta película es muy mala, por favor, ya está bien, te puede gustar o no gustar, pero la película es muy mala.
Así no vamos a ninguna parte. El cine, el cine CINE, está desapareciendo. Unos dirán que es el cambio climático, por decir algo. Yo digo que es la cultura basura, esa que nos invade el terreno espiritual y consuela con tecnología para la comodidad de cuerpo y mente: no pensar y no sacrificarse. Soy feliz.
El cine, el cine CINE, se está extinguiendo. Unos dirán que es porque Guti no es titular. Yo digo que Guti sí es titular, al menos de alguna revista, y que esto empezó en épocas de Solsona, Cardeñosa y Marañón.
En fin, nos queda algún dibujo de la tele y algún documental imparcial, serio, documentado y sin otra intención que la de informar, y NOSOTROS decidimos qué pensar.
Algunos dirán: ¡Es que sobre gustos no hay nada escrito!. Y yo digo que ya es hora de ir escribiendo algo.
Muy irregular, tenía ganas de verla y me esperaba mucho más. Como se nota, que los presupuestos que se manejan en España para hacer cine, son los que son, y el resultado, es que una película que tiene buenos mimbres para que sea grande, se queda en un intento fallido, rodanzo por momentos la medicoridad. ¿Para cuando una película en nuestro país que aborde un tema controvertido como este, con un presupuesto aceptable y con suficiente valentia para plasmarla con todos los puntos sobre las ies ?, ¿Para cuando una película sobre el 23-F, por ejemplo?.
Courtois se ciñe con supuesto rigor al guión oficial que todos conocemos,y no arriesga ni medio centímetro,pero entonces ¿por qué no usar nombres y apellidos reales?, no entiendo esta postura, parece que todavía haya que hilar fino al exponer este tipo de temáticas, tal y como al parecer les ocurría a los periodistas que investigaron y sacaron a la luz el caso GAL. ¿Pero es que todavía no se puede hablar claro en este país?. ¿No hubo condenas firmes del Tribunal Supremo para Barrionuevo, Vera, Amedo, y Galindo?. ¿No se puede mencionar el nombre de Garzón en vano?, que alguien me lo explique por favor.
El film por momentos se vuelve loco, y nos perdemos entre tanto flash back y seudónimos de personajes que conocemos en la vida real y que intentamos identificar en la ficción , el personaje de Amedo, interpretado por Mollá, por momentos parece Torrente, y no me refiero sólo a lo que dice, sino, como lo dice y al tono y timbre de la voz, que por momentos lo caricaturiza más que darle el caracter que se le supone, todo el elenco peca de sobreactuación, aunque sin duda y desde mi opinión se lleva la palma en este sentido el papel de Mollá, tampoco entiendo a que viene la historia de amor que nos cuelan entre la trama principal, ¿también está basada en hechos reales?, y de ser asi ¿que coño nos importa?, a mi nada, es un mero relleno ante el irregular discurrir de la cinta, que no aporta nada de nada.
Pues eso, ya esta vista,la peli, los tirantes del liberal Pedro J., la mala hostia del madero Amedo, el implacable y desdibujado Garzón, y un tufillo constante a telefilm semi-barato, que no acaba de convencer en ningún momento, y los que esperábamos algún guiño argumental contundente desde la dirección, nos quedamos con las ganas.
Decepcionante trabajo de Courtois, mucho mejor El lobo ,su anterior película.
A Miguel Courtois se le ve el plumero. Sinceramente no creo que se pueda hacer una película más cobarde, tendenciosa y maniquea que GAL .
Cobarde, porque si una está convencido y seguro de lo que dice, no debe tener problema en llamar a los personajes por su nombre, y no ocultarlos bajo pseudoacentos andaluces presidenciales, periodistas con tirantes, cuyo nombre empieza por P , y bigotes fascistoides.
Tendenciosa porque, aunque está demostrada la existencia del GAL, hay maneras y maneras de explicar el desarrollo de unos hechos. Y aquí la visión que se nos ofrece es la de unos luchadores por la libertad contra un mundo oscuro de conspiraciones (teoría de la conspiración? uhmmm a que me suena?), donde muestra sin rubor un pacto entre un gobierno siniestro y demagógico con fascistas y mercenarios de toda calaña, implicando directamente al presidente del gobierno, cosa que nunca (aunque muchos lo sospechemos) se pudo demostrar.
Y maniquea, porque no puede ser que Pedro J…digo Pablo y sus compinches…digo periodistas sean presentados como un dechado de virtudes y sean alabados a la altura de una Agustina de Aragón por su lucha por la libertad. Frente a ellos se presenta un cuadro de personajes y personajillos, que oscilan entre lo inmundo, lo inmoral y lo esperpéntico. Siempre operando en la oscuridad para sacar beneficio propio.
Eso, en lo idelógico, pero es que en lo meramente técnico la película también es un desastre. Ya no se trata de que el guión sea malo o de que el montaje sea incorrecto. Se trata de que las actuaciones son tan malas que se cargan cualquier virtud que pudiera tener este panfleto. Ilustrando esto tenemos a una Natalia Verbeke en franca caida libre, pero sobre todo a un Jordi Mollà, reconvertido en un Torrente de quinta regional, que se debió dejar el talento en casa, el día que empezó a rodar.
PD: Supongo que el próximo proyecto de Miguel Courtois se llamará 11-M, la conspiración oculta. Propongo a Luís del Pino como guionista, y que colaboren Pío Moa, Federico Jimenez Losantos y César Vidal. Todos ellos reconocidos luchadores por la libertad y la democracia.
Lo mejor: No está mal rodada
Lo peor: La visión sesgada de la historia