Fatal Frame
Sinopsis de la película
La estudiante Aya Tsukimori queda maldita, y es incapaz de salir de su habitación en la escuela. Mientras tanto, muchas estudiantes empiezan a informar de avistamientos de fantasmas en la escuela, mientras que otras desaparecen, apareciendo luego ahogadas de manera misteriosa. Aya intentará comunicarse con la estudiante Michi Kazato, que empieza a investigar las desapariciones de sus compañeras.
Detalles de la película
- Titulo Original: Gekijô-ban: Zero (Fatal Frame)
- Año: 2014
- Duración: 104
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Opinión de la crítica
Película
5
77 valoraciones en total
Pues sí, esta película, de la que no esperaba absolutamente nada, ha resultado ser el film J-Horror del que más he disfrutado en muchos, muchos años. Una auténtica delicia. Y no, no estoy diciendo que sea perfecta: tiene ciertos giros de guión dignos de Lindelof puesto de tripis. Pero, oye… El chute de buenas sensaciones y el orgasmo retiniano que me ha dejado lo bueno ha sido tan brutal que le perdono lo torpón de buena parte del desarrollo narrativo.
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Lo primero, un aviso a navegantes: Esta película se vendió como la adaptación de la famosa saga de videojuegos de terror Project Zero (Fatal Frame) y NO lo es en absoluto: Es una historia completamente independiente cuyo único nexo de unión con la franquicia es un serie de guiños y homenajes menores: el nombre de algunos personajes, un doppelgänger, un par de gemelos, un cordón rojo, una vieja cámara decimonónica que fotografía un fantasma…. Al parecer, la directora ya tenía perfectamente claro qué quería contar mucho antes de que los de Nintendo le soltasen pasta a cambio de poner Project Zero en el título (viniera a cuento o no). Así que puedo entender que algún fan especialmente talibán pueda cabrearse, pero no es mi caso. Yo, que idolatro insanamente la saga, prefiero mil veces algo como esto a una adaptación fan service que ensucie la reputación del producto con chorradas pueriles.
Dicho esto, a la película:
Estéticamente, es una MARAVILLA. Así de claro. Me dejo las manos aplaudiendo. Es probablemente una de las películas más preciosistas y mejor fotografiadas que he visto en mi puñetera vida. Impresicindible verla en HD y en pantalla grande: cada fotograma un homenaje directo al romanticismo pictórico inglés (en especial a la Ofelia muerta de Millais) donde nada, ni la luz, ni el color, ni la composición, se dejan al azar. El resultado, en combinación con los hermosos y lánguidos rostros de las protagonistas, es de una belleza hipnótica y apabullante. De hecho, no disfrutaba tanto con lo puramente visual de una película desde Argento… Una comparación a lo mejor no tan descabellada: esta película, que transcurre en un internado femenino como Suspiria, tiene también un soundtrack sospechosamente parecido.
¿Dónde está el problema? Pues en el guion, que deja mucho que desear: La primera hora es sobresaliente y te mantiene completamente pegado a la pantalla (conviene aclarar que el film tiene más de thriller sobrenatural que de película de terror al uso). Pero, pasado ese punto, la cosa empieza a desbarrar dando un par de giros completamente surrealistas. Así, por ejemplo, la introducción de cierto médium maquillador de cadáveres me parece un completo despropósito que solo puedo entender en la medida que la tal Asato le dé al sake más que la cuenta.
Pero, sobre todo, donde el guion pierde completamente toda verosimilitud y seriedad (una lástima) es en la resolución de la trama. Especialmente, cuando se nos muestran los verdaderos malos de la historia, culpables de la maldición que azota el internado, y nos explica sus inverosímiles motivaciones. Evidentemente, no voy a hacer spolier, pero no deja de resultarme gracioso la poco amigable visión de los internados catolicos que se nos muestra. Algo que no es de extrañar, recordando que los japoneses, en su mayoría sintoístas o budistas, siempre han visto el cristianismo con bastante hostilidad.
En resumen, un espectáculo irregular y descompensado: visualmente exquisita y con una primera hora absolutamente fascinante, pero con un final torpe, inverosímil y ridículamente folletinesco que jode con las patas de atrás buena parte de lo logrado. Aún y todo, y en conjunto, una gratísima sorpresa que recomiendo a todo amante del género.
Se supone que esta película es una adaptación a la pantalla grande del videojuego del mismo nombre, pero la verdad es que lo único que comparte con el juego es el titulo, por esta y por varias otras razones no le doy una mayor nota a esta película. La historia es más o menos buena pero a veces carece de lógica y sentido común, además de que gira casi toda en torno al lesbianismo.
Uno de los elementos fundamentales en el videojuego era que se podía fotografiar y capturar a los fantasmas usando una cámara de fotos, algo que nunca pasa en la película. En la película si sale una cámara de fotos pero esta no es usada para ver fantasmas más de dos veces y la razón por la que resalto todo esto es por que (repito) se supone que esta película es una adaptación del videojuego.
¿No y que los asiáticos no tienen alma? ¿Y de verdad existen escuelas católicas en Japón? En fin, me gustó esta película aunque no me produjo ni un solo segundo de miedo, ansiedad o susto, pero si me produjo mucha curiosidad por descubrir el misterio.
Lo que no me gustó fue todo el lesbianismo que destila la película, se nota que tuvieron que hacerla con puras chicas porque no me imagino a un grupo de varones andar tan maricones como esas adolescentes pedorras, aunque eso es la moda actual, ser adolescente y ser lesbiana, bisexual o en su defecto, hetero curiosa o hetero flexible. Este mundo se lo están llevando los demonios.
En resumen, la historia me gustó, se me hizo muy interesante, la música muy buena, la dirección buenísima, muchos paisajes muy bonitos y muchas escenas muy buenas y esas japonesitas son bastante lindas, ojala sean heterosexuales, pero de las de verdad.
Y la historia aunque me gustó, tuvo varios errores de lógica y de sentido común.