Explota Explota
Sinopsis de la película
Cuenta la historia de María (García-Jonsson), una bailarina joven, sensual y con ansias de libertad a principios de los años 70, una época que en España estuvo marcada por la rigidez y la censura, especialmente en televisión. Con ella descubriremos cómo hasta el más difícil de los sueños puede convertirse en realidad. Y todo ello contado a través de los grandes éxitos de Raffaella Carrà.
Detalles de la película
- Titulo Original: Explota Explota
- Año: 2020
- Duración: 116
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Opinión de la crítica
Película
5.3
68 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Ainara Arizu
- Ainhoa Aierbe
- Ana Costa
- Ane Leturiaga
- Aroa Garez
- Carlos Hipólito
- Carlos Olalla
- Eva Conde
- Fernando Guallar
- Fernando Tejero
- Fran Morcillo
- Giuseppe Maggio
- Ingrid García Jonsson
- Lorena de Orte
- Malala Díaz
- Marta Arteta
- Mary Villafaina
- Nacho Otaola
- Naima Sakho
- Natalia Millán
- Núria Torrentallé
- Pedro Casablanc
- Sara Martín Aparicio
- Tamar Vela
- Teresa Poveda
- Toni Espinosa
- Verónica Echegui
Se agradece que se haga un musical en España, y que se haga bien, aunque use como base musical materia prima italiana. Probablemente en Italia estén esperando los resultados de este film para el remake italiano, ahora que todas las ideas comerciales van de un país a otro.
Explota Explota es un buen producto cuyo principal objetivo es la taquilla, es una prefabricada operación de marketing en que todos los elementos están estudiados para contentar al público objetivo. Esto tiene cosas buenas y malas. Es alegre y entretenida, y se ha invertido en decorados, vestuario y medios en general (aunque no demasiado). Hay un buen equipo técnico y artístico trabajando pero imagino que con poca libertad creativa. Saben que el público no exige mucho a los guiones de las comedias, y menos aún de los musicales, y presenta una historia fácil de ver sin profundidades ni complicaciones, cuyos principal mérito es encajar las letras de las conocidas canciones en una historia romántica que gira en torno a la censura en la España tardofranquista. Y su peor defecto la poca profundidad de los personajes, especialmente los masculinos.
El reparto es muy desigual, las chicas brillan mucho más, Ingrid García-Jonsson demuestra ser una actriz todoterreno, con vis cómica y que todo lo hace bien. Echegui está divertida, pero cansa que el personaje gracioso sea andaluz una vez más, sobre todo cuando la actriz no lo es. En cambio los actores masculinos protagonistas apenas destacan, y en el caso de Giuseppe Maggio no es su culpa, es que directamente no tiene papel, más que un personaje es un McGuffin.
Los números musicales están bastante bien pero realmente se echa en falta alguno espectacular de verdad. Casi todos tienen un grupo no muy numeroso de bailarines que a veces no llenan del todo la pantalla. En algunas películas con uno, dos o tres personajes se crean números memorables, no es el caso. En cualquier caso destacan el del avión que es pura fantasía y el del metro. Pero ni teniendo a la Carrá como base hay ningún número realmente loco y divertido. Cualquier videoclip de ella es más memorable.
Lo mismo pasa con el vestuario, bastante bien pero nunca se atreve a la horterada máxima con la que nos podían sorprender en los 70.
Y es que la Carrá es mucha Carrá, y las canciones sin su voz, sin su potencia, sin su alegría, sin su personalidad, y sin su acento italiano, pierden bastante. También era inmensa bailando. Y en la película no se la ha sustituido con grandes voces ni excepcionales bailarines, aunque están correctos deberían haber apostado más por talentos musicales que por actores… porque total para las interpretaciones que ofrecen. Quizás Ana Guerra, que canta una canción en los créditos, hubiese sido una gran opción.
Muy simpática comedia musical, coproducida entre España e Italia, que contagia la alegría de vivir y de cantar al respetable.
La historia, en sí misma, no es para echar cohetes, pero su visión es muy agradable por el buen hacer de todos sus intérpretes (chispeante Verónica Echegui), las bonitas, pegadizas y y súperconocidas canciones de Raffaella Carrà y el colorido y vistosidad que otorga su excelente dirección artística, con vestuario, peluquería y decorados perfectamente conseguidos.
Se ve fácil y a pesar de sus casi dos horas de duración te lo pasas bomba… si no eres demasiado exigente. Además hay una evidente crítica política hacia la España de los setenta, todavía franquista, que encorsetaba la libertad de lo/as españole/as.
Humor, canciones y amor, todo unido en feliz armonía que hace se recomiende la visión de esta burbujeante película.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
Hay ideas que funcionan por sí solas. Y la de Nacho Álvarez proponiendo un musical al hilo de las canciones de Raffaella Carrá se gana de antemano la simpatía de cualquier espectador.
La cantante italiana es un referente indiscutible de la música popular y no solo en ese subgénero que se ha bautizado como «canción del verano». Para varias generaciones, su nombre y su estilo es sinónimo de fiesta, baile, alegría, verano y, también, de desenfado y picardía. Por eso, si de las canciones de Abba han salido, no una sino dos, películas musicales ¿por qué no se iba a poder hacer lo mismo con las de Raffaella?
Esa pregunta debió de hacerse Nacho Álvarez, un director novel uruguayo recién afincado en Madrid. Y manos a la obra, ideó un pequeña historia romántica, sencilla pero eficaz, que sirviera de punto de unión a las canciones elegidas. La ambientación en la España de los años 70 se adecua al estilo de la música y le da coherencia a unas melodías que nos retrotraen, por nostalgia o simple evocación, a épocas pasadas.
El resultado es una propuesta simpática, ligera e ideal para cumplir uno de los fines del cine que es el de entretener y pasar un rato agradable. Si pensamos, además, en el año 2020 que llevamos, no puede ser más oportuno el estreno de esta obra.
Sí que es cierto que no se trata de un guion redondo. A pesar del buen pulso que demuestra Álvarez, todo se alarga demasiado produciendo un descenso del interés antes del último cuarto del metraje. Tampoco ayuda que, sin mucha necesidad, introduzca una trama de denuncia a la cerrazón de la censura franquista. No es coherente con el tipo de argumento que plantea y le añade una seriedad que lastra por momentos el relato.
Impulsado por el toque transgresor de algunas letras de Raffaella, el realizador aprovecha para reflejar también el ambiente de la televisión en España en el año 1973. La represión y el ansia de libertad se ejemplifican en lo que se podía ver o no en la pequeña pantalla y sirven como desencadenante de las desventuras de María. Incidir en ello, sin embargo, oscurece el film y tampoco vale como documento histórico. Si lo miramos bajo ese parámetro habría que haber afinado más en el atrezzo (una colección de libros ofrecida por un periódico nacido en los 90) o no fallar en otros datos cronológicos. El primer desnudo no se vio en Televisión Española hasta después de haber muerto Franco y ¿gracias? a los títulos de Pedro Lazaga, Alfredo Landa o Paco Martínez Soria, ya se habían visto planos «indecentes» en las pantallas de los años 60.
No obstante, en la línea de lo comentado anteriormente, ¿qué más dan estos pequeños tropiezos si podemos disfrutar tanto y tan bien de una simpática historia de amor y de toda la vitalidad que se desprende de las canciones de Raffaella Carrá?
http://www.contraste.info
Vale, no es una película de 10. ¡Qué dolor! Pero no importa, es una película más que notable. El debut en la dirección de Nacho Álvarez nos hace ver a un director que promete y que incluso podría conseguir la nominación a dirección novel en los próximos premios de cine.
Todo un homenaje a la gran Raffaella Carrà. Escuchar las versiones de sus míticas canciones es toda una gozada. La película está hecha con mucho cariño, y eso se nota. El equipo de baile, todos los bailarines, están estupendos. La película tiene una fotografía, un vestuario y una dirección artística maravillosa. Lo que más me llamó la atención, ver cómo era el metro en Madrid en los años 70. Visualmente, la película es súper bonita y agradable.
En cuanto al reparto, están todos espléndidos. Si bien es cierto que Ingrid García Jonsson no era tal vez la mejor opción protagonista, defiende su papel con solvencia. Natalia Millán y Pedro Casablanc aportan una experiencia ante las cámaras exquisita. Pero sin duda, lo mejor a nivel del equipo artístico, es Verónica Echegui. Su papel de Amparo es sin duda alguna, maravilloso, y lo mejor que tiene la película. Espero que consiga muchas nominaciones y premios.
En definitiva, Explota Explota es una película muy entretenida y divertida, para pasar un rato más que agradable y terminar de ver la película con una sonrisa y una buena sensación. Te guste o no el género musical, disfrutarás mucho esta película. No dudéis en verla, porque merece la pena.
¡Ay, cine español! ¡Qué difícil es quererte! Me lo pones muy complicado con este tipo de producciones. Si bien es cierto que me dio mal rollo de inicio, quise ver por mis propios ojos si ‘Explota Explota’ era el desastre que parecía. Y lo es.
A pesar de que es una película repleta de buenas intenciones, de eso no se vive. Soy de los que creció con las canciones de Raffaella Carrà de fondo y viendo este tipo de películas inocentes que proponía, entonces, la industria del cine. Pero ahora, han pasado ya casi treinta años de todo aquello, y si ruedas algo así, moléstate en que, al menos, no parezca tan artificial, tan colorido, tanto atrezzo y con vestuario desfasado… bueno, como con todo, absolutamente TODO lo que se ve en pantalla.
Actores esforzados sí, pero que no pueden funcionar en ningún momento (de Verónica Echegui hablamos otro día), porque no conecto con la historia (que es bastante torpe y se ha visto mil veces en cine). Si quieres que esto te guste, tienes que obviar todos los defectos que tiene, pero son demasiados, es un peaje tan caro que no merece la pena pagarlo. Además, tienen la poca decencia de alargar la duración cuando un metraje de hora y media escasa le hubiera venido fenomenal.
Lo he intentado, pero no. En esta fiesta no descubrí su amor.
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