Elizabeth: La edad de oro
Sinopsis de la película
Inglaterra, siglo XVI. La reina Isabel I Tudor (Cate Blanchett) debe enfrentarse no sólo a la traición de su propia familia, sino también a los conspiradores que tratan de arrebatarle el trono. Isabel es consciente de lo beneficioso que es para la Corona inglesa el hecho de que el Rey de Inglaterra sea, al mismo tiempo, el jefe supremo de la Iglesia Anglicana. El Acta de Supremacía de 1534, promulgada por su padre, Enrique VIII, había significado la ruptura total con la Iglesia de Roma. Sin embargo, el poderoso rey de España Felipe II (Jordi Mollà) se ha propuesto restaurar el catolicismo en Inglaterra (Armada Invencible, 1588).
Detalles de la película
- Titulo Original: Elizabeth: The Golden Age
- Año: 2007
- Duración: 114
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Opinión de la crítica
5.6
34 valoraciones en total
Ummmh, veamos. A mi me gustan mucho las películas históricas y me gustó bastante Elizabethasí que confieso que tenía ganas de ver esta segunda parte. Y cuando lo he visto lo que he pensado es que es una yanquilada made in Britain
También reconozco que incluso iba con buena voluntad a verla. Acepté como una necesidad del guión el que Cate Blanchett (38 años) interpretase nuevamente a Isabel I de Inglaterra aunque ésta última tenía más de 50 añitos cuando sucedió el desastre de la Armada Invencible. También iba prevenido para ver que los españoles íbamos a ser los malos malísimos.
Pero tenía esperanzas. Si hay algo que saben hacer bien los habitantes de la pérfida Albión son las películas históricas. Sólo hay que recordar la serie sobre Isabel I que pusieron por la TV española en los años 80. Y además generalmente suelen pintar a sus enemigos dignamente ya que siguen la máxima de el enemigo era bueno, pero nosotros somos mejores porque les derrotamos. Pero esto, esto ha sido un insulto a la inteligencia de los espectadores. Sobretodo en el aspecto de mostrar a unos enemigos no sólo malos malísimos, sino que además tontos. Es el mismo tipo de error que uno ve en las películas españolas como Las trece rosas. Ese tipo de malos es que no me lo creo en absoluto.
Al principio crees que será una buena película. Buena ambientación, buen vestuario. Pero al poco te preguntas ¿Y el guión? Sobre los aspectos históricos de esta cinta no voy a entrar porque lo dejos para mi blog. Si señalaré que al contrario que en Alatriste aquí casi todo el presupuesto se lo han fundido en efectos especiales digitales. Algo escasos, pero al menos bien utilizados al final. Aunque a esas alturas ya estaba bastante cabreado porque he tenido que esperar casi dos horas de aguantar una historia sin guión para ver unos efectos digitales estilo Piratas del Caribe. Eso está bien para quienes gusten de las escenas navales de ese tipo y supongo que el holligan británico medio (IQ menor a 5) disfrutará un montón. Yo no.
Sin embargo una cosa que si ha sabido hacer bien el director es lo siguiente. Demostrar de forma fehaciente porque un actor británico actual es superior a uno español. Cuando el primero lo hace mal, el segundo lo hace peor. Sólo hay que ver al Jordi Molla en la piel de Felipe II para confirmar este punto.
En fin, unas recomendaciones finales: si alguien va a ver esto por el interés histórico le recomiendo que no lo haga. Alquílese La reina Margot o incluso Alatriste. Si alguien quiere ir a ver efectos especiales que se alquile Piratas del Caribe y si alguien quiere ver una película de aventuras marina con buenos actores que se alquile El capitán Blood.
Vestuario impecable, Vestuario impecable, VESTUARIO IMPECABLE, una verdadera obra de arte. Los interiores, decorados, iluminación, ambientación en general… ni te cuento, perfectos. Pero, la ves y sientes que no has visto nada, un par de buenas frases para la vida diaria en cuanto a como enfrentarse a los acontecimientos, una misma pose en casi todos los planos de Clive Owen (debe ser su lado bueno), una banda sonora que bebe en las fuentes de Nino Rota, pero sin llegar, ni mucho menos, a su genialidad, bien documentada pero lejos del rigor histórico que yo esperaba y centrada en una (otra vez) absurda relación amorosa con pocos visos de credibilidad (supongo que para no dañar al inmenso público anglosajón que irá a verla). MENOS VESTUARIO Y UN SUELDO MEJOR PARA EL GUIONISTA NO HUBIESE VENIDO MAL o, espera… ¿Pero el guionista ha cobrado por esto?
Ayer mismo vi en el cine la película de Robin Jú (la de Ridley Scott) y salía Cate Blanchett montada a caballo con una armadura… Pero se me olvidó comentar en mi crítica de Robin Jú ese tema… Es la típica escena de las mujeres también pueden ser guerreras que parece que te lo digan como dándote una lección, en plan ¿Tú decias que NO era posible? ¡Pues toma! parece como si quisieran que te sintieras mal por haber pensado que seguramente la chica se quedaria en casa mientras luchan los hombres… te dicen ¡Toma cabron! que te den . Pues a mi no me gusta que me hagan eso, no soy un gorila, estoy de vacaciones.
Ahora resulta que casualmente pongo la TV y vuelvo a verla en otra película haciendo exactamente lo mismo, dándome la oportunidad de expresar mi opinión sobre el asunto sin tener que rehacer la otra crítica y sin que parezca que no viene a cuento…
Casí diría que parece que Dios está de mi parte, pero mejor no lo digo, porque esta película demuestra claramente como Dios va con inglaterra. Bueno, o por lo menos iba con Inglaterra en el siglo XVI. Por otras películas ya sabemos que en 1776 fichó por otro equipo.
A ver, es que esta claro que los ingleses eran los buenos. Mientras España padecía la terrible tiranía de Felipe II, en Inglaterra vivian en un sistema justo en el que la reina era elegida democráticamente por su madre…. Ademas mientras los españoles eran católicos (y por lo tanto sometidos a toda una serie de supersticiones y creencias irracionales) muchos ingleses eran protestantes (algo mucho más científico y coherente).
Y Clive Owen…. vaya mierda de pirata ¿no? Con tanta lealtad a la reina y tanto patriotismo, que asco de pirata, que pirata menos pirata… Los piratas de verdad se mean en todas las banderas menos en esa que tiene un par de tibias y una calavera… Que pena de tío…
La Leyenda negra española lleva ya casi cinco siglos de existencia. Y continua. Incluso dentro de nuestro país, no citaré las Comunidades Autónomas donde su expansión es bastante destacada aunque están en la cabeza de todos.
Se ha debatido y se debate quienes fueron los creadores de ella, que si italianos, alemanes, judíos… es lo de menos, lo que sí que es indiscutible es que los británicos si no la crearon, la desarrollaron mejor que nadie.
En la cultura popular es donde mayor acerbo sigue teniendo. Como no en el cine. Hoy vamos hablar de una de esas producciones donde se enseña pseudohistoria como Elizabeth: La edad de oro, destinada a consumo interno anglófono, pero que se vende también al resto del planeta.
Que un muerto de hambre como Shekhar Kapur, el prototipo de lameculos indígena en suelo anglosajón, haga esta película sin importarle la veracidad es hasta comprensible.
Que actores como Cate Blanchett o Clive Owen, se presten a tomar partido en una crónica hispanófoba no es tampoco descabellado, ellos no van a venir a recoger un premio al Festival de Valladolid, son más cool, ya tienen Venecia, Cannes o los puñeteros Oscar.
Pero lo que produce nauseas, es que un tipejo como Jordi Mollà, se preste a representar, de la forma más vil y humillante, a uno de los mejores reyes que ha tenido España en toda su historia –y podría ser el mejor- Felipe II. Espero que no lo hicieras por ser catalán, en cualquier caso, te digo, que tu altura es la de David el Gnomo comparado con El coloso de Rodas que fue el de la Casa de los Habsburgo. Vete a vender tus puñeteros cuadros de fantoche a Londres, que seguro que por lástima alguno te compran para poner en un cobertizo.
Dicen que la productora de nuevo con Shekhar Kapur en la dirección prepara una tercera parte. Les sugiero argumentos: Como hicisteis el ridículo intentando tomar Cádiz, como vuestros ladrones como Francis Drake o John Hawkins les dieron para el pelo de gira por las Américas o de cómo los españoles dejamos como un solar Cornualles y celebramos Misa católica incluida.
Por cierto seguís haciendo el canelo y perdiendo en el Change cuando cambiáis las libras por euros en Tenerife. Pues venga, seguid dejando dinero paletos.
¿Ya se ha dicho que el vestuario es cojonudo verdad?
Aunque es un buen film, con magistral interpretación de Cate Blanchett, notable recreación del ambiente de la época, fotografía, vestuario y banda sonora, carece de rigor histórico.
Se centra demasiado en una pretendida leyenda blanca inglesa, contra una también pretendida leyenda negra española.
Resulta excesivo ensalzar a Isabel I hasta el extremo de convertirla en una mujer pía, cuando todo el mundo sabe que de santa no tenía nada.
Se omite y se niega la represión religiosa contra su propio pueblo (formado por protestantes y católicos) para imponer el anglicanismo. Enemistándose y apartándose incluso de Roma. Todo ello se obvia en el film.
Nada se habla de su política de agitación en Holanda, Portugal y Francia contra los intereses españoles. Ni de los saqueos e incendios de Drake en la costa española.
Nada se dice de la brutal represión y persecución católica en Inglaterra, Irlanda y Escocia.
Tampoco de las consabidas patentes de corso, que justificaban la piratería en las colonias iberoamericanas y el abordaje de galeones cargados de oro en alta mar, financiadas por ella misma, que acaban envenenando sus relaciones con España y provocan una guerra abierta.
Finalmente, es de sobra conocido por el pueblo que tuvo amoríos con Raleigh, Dudley y numerosos caballeros de la Corte, aún así, jamás supo mantener un compromiso sentimental estable, lo que demuestra su incapacidad para amar y entregarse, cuestionando el apelativo de Reina virgen.