El terror
Sinopsis de la película
A principios del siglo XIX, un joven oficial del ejército napoleónico es salvado de la muerte por una bella mujer que, a continuación, desaparece. Obsesionado con ella, el teniente, sigue sus huellas hasta llegar al remoto y solitario castillo del Barón Von Leppe (Boris Karloff), un lugar que esconde un terrible misterio.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Terror
- Año: 1963
- Duración: 81
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes conseguir una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te citamos un listado de opciones de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
5
70 valoraciones en total
La película tiene algo (no se qué) por lo que animo a verla. Es una película al estilo Drácula, un viajero perdido, magia, un castillo con un viejo y mayordomo, un secreto, un misterio. Sin duda un ejemplo claro del tipo de cine serie B, rodada deprisa y corriendo y con cuatro duros, lo que la excusa de que no sea del todo buena (ese mismo año Corman rodó 5 películas).
Si concreto porque no me ha gustado podría ser porque no acaba de enganchar, que las escenas de suspense son tan largas que acabas pensando en otra cosa y cuando te llega el gran momento de la escena, resulta que te pilla por sorpresa porque ya no estás en lo que tienes que estar, las actuaciones son bajillas, el guión es de drácula como ya he comentado en el sentido de que ya lo tenemos visto y nos basta, y algunas cosas más. Claro que algo bueno tiene también, entretiene algo, lo justo, pero aguantas la hora y veinte que dura, tal vez con algún bostezo, pero viendo como fluye, no se hace demasiado lenta. Y que nadie se engañe con el título, que miedo no da nada, tal vez en su época a algún asustadizo, pero de terror floja.
Algunas curiosidades:
-Aunque acreditado a Corman, partes de la película fueron filmados por Francis Ford Coppola, Hellman Monte, Jack Hill, y Jack Nicholson.
-Se utilizaron sobras (decorados, imágenes de archivo) de otras películas como El cuervo o El palacio de los espíritus, de Corman las dos.
Un fulgor de color rancio, un telón de fondo con un irreal cielo pintado, la niebla artificial, excesiva y casi sólida. Un plano fijo, la embaucadora iluminación, el juego constante al despiste.
Corman, por la escasez de presupuesto, tuvo que aguzar el ingenio y construir películas que ocultaran sus limitaciones buscando por encima de todo el entretenimiento. Una lucha constante por desviar nuestra atención mediante su talento sobrio para generar un clima de cuento gótico juvenil y romanticismo tétrico. El cine de Corman no es etéreo, no trasciende, no embruja. Es un cine artesanal que trata el miedo de forma directa y simple pero que mantiene el encanto humilde de la buena caricatura. Con él, entre páramos, pantanos brumosos, bosques y destellos de luz plastificada, podemos ver el andamiaje de la atmósfera cinematográfica. Su atmósfera no es prodigiosa (es eficaz, que ya es bastante), pero tiene un clima de decadencia que siempre encajó particularmente bien con este tipo de historias.
Por lo demás esta película no es ni mucho menos de las mejores. La historia es flojita pero el toque artesanal de Corman consigue que sea, al menos, curiosa (sin negar en absoluto la enumeración de errores que hace Kortatu). Y el final… qué decir. Casi bueno de puro despropósito. 5,8
Abordé la peli de Corman temiéndome lo peor. Aquellos años en los que flipaba con los títulos de la Hammer sobreviven heroicamente aún en las covachas más recónditas de mi memoria pero sospechaba que enfrentarme nuevamente a una peli de terror de bajo presupuesto podía tener consecuencias irreversibles. Lo que no tenía muy claro es si todo ello se traduciría en un ataque de tos o de risa.
Afortunadamente nada de ello aconteció. Me dejé llevar desde los primeros minutos por ese clima angustioso y esotérico que tan hábilmente consigue imbuir Corman merced a una serie de recursos tan convencionales como efectivos. Me estoy refiriendo, como no, a la inquietante musiquilla, a la bruma artificial, a la arquitectura gótica, al aspecto fantasmal de la baronesa Von Leppe, a los acantilados donde rompe el impetuoso oleaje…, elementos que, de la mano de un extraordinario artesano como Corman, trascienden su rancia pátina para retrotraernos hacia aquella mágica y romántica atmósfera de los relatos de E.A. Poe, E.T.A. Hoffmann o G.A. Bécquer.
Cierto es que rodar una peli en poco más de una semana conlleva cometer, irremediablemente, numerosos errores de forma y de fondo pero no seré yo quien los saque a relucir. No creo que, hoy en día, ningún director fuera capaz de concluir una peli con tanta premura y carestía sin incurrir en muchísimos más gazapos que los de Roger. Y si no que se lo pregunten al mismísimo Spielberg.
Con cariño, Stevie. Sabes que te quiero.
¿Por qué nos gusta tanto Roger Corman a casi todos? Bueno podía dar mil respuestas, pero para no cansar a la gente diré que particularmente nos traslada a la juventud e infancia y nos recrea el cine como una historia entretenida y de suspense que ya no se puede ver en ningún sitio. Evidentemente a todos los que hemos crecido leyendo a Edgar Allan Poe, Corman nos resulta el mejor y más adelantado discípulo cinematográfico de todos los tiempos.
Y eso que siendo sinceros Roger Corman en realidad no tiene ninguna película magistral ni tampoco ninguna obra maestra, pero eso no nos preocupa, su cine es como esos goleadores de toda la vida de segunda división que siempre marcan goles pasen los años que pasen, es nuestro Tronquito Magdaleno particular. Sin lugar a dudas que sin sus películas de la década de los sesenta, la historia del cine, donde la serie B tiene su importancia, no sería la misma.
En este caso tenemos una de sus películas menores como es El terror, que es para que nos hagamos una idea, una de esas películas de fondo de armario que se hacen fundamentalmente para comer. En aquellos tiempos Corman producía y dirigía muchas películas al año. Creo que rodó cinco películas en el año 1963, lo que da una idea del ritmo vertiginoso que llevaba.
Esta cinta se puede decir que está rodada ante todo por un grupo de amigos que tenían sobre todo amor al cine y no tanto al dinero.
Rodada los interiores en tres días y utilizando decorados e imágenes de archivo de otras películas como El cuervo o La caída de la casa Usher y escrito el guión día a día, hace que todo ello le confiera un cierto desaliño, aún mayor de lo habitual en el cine de Corman.
Incluso el propio Francis Ford Coppola y también Jack Nicholson- que en esto del cine le debe a Roger Corman casi todo por sus comienzos- fueron los encargados de dirigir varias escenas de la película, y la mujer de este último la bellísima Sandra Knight, que había trabajado con Robert Mitchum en algún thriller, forma parte del reparto como protagonista. Todo esto sugiere ante todo camaradería más que jerarquía. Incluso el enorme Boris Karloff que había vuelto al cine debido a sus problemas financieros de la mano del propio Corman y Mario Bava trabajaba como podía en sus ratos libres.
La película tiene un argumento barroco, además de algunas piruetas de guión poco creíble pero que sin embargo en conjunto resulta bastante atractiva, sobre todo por unos decorados siempre sugerentes y un ritmo adecuado.
Digamos que la película y permitiéndoseme el juego de palabras, interesa para los que nos interesa. El resto es posible que no saquen nada en claro.
En la Europa del siglo XIX, un joven oficial francés es salvado de la muerte por una muchacha que a continuación desaparece. El teniente sigue sus huellas, hasta que es conducido a un siniestro castillo donde tienen lugar espeluznantes sucesos sobrenaturales.
El terror es una película poco conocida del género bizarro, que destaca por ser uno de los últimos trabajos de importancia del mítico Boris Karloff, coprotagonista de la cinta. La historia transcurre en alguna localización europea durante la ascensión napoleónica al poder, narrándonos la peculiar aventura de un oficial francés que queda fascinado con la belleza de una atractiva joven que desaparece misteriosamente entre las olas. El comienzo de la trama es correcto, incluso esperanzador basándonos en lo que se nos va a venir encima más adelante, conforme el relato va cogiendo cuerpo, el film se diluye cada vez más, llegando así al ecuador de una obra que hasta el momento no parece cumplir ninguno de los requisitos mínimos para resultar vagamente aceptable… y entre incredulidad y asombro ante tan pobre espectáculo, el espectador se va a encontrar, después de casi hora y media de metraje, con el esperado, y a la vez fatídico final. Atendiendo a todo lo anterior, no es difícil vislumbrar que el terror no es una película magistral en cuanto a guión se refiere.
La puesta en escena del film sin ser una obra maestra total, la verdad, es que se maneja con sorprendente sencillez y habilidad. Los decorados un tanto pobres, eso si, se contrarrestan con unos maravillosos exteriores costeros. La dirección de Corman es bastante mísera, achacando un uso de la cámara excesivamente plomizo, que convierte algunos momentos de la historia en auténticas agonías, imposibles de soportar para cualquier tipo de público. El reparto, es sin lugar a dudas el mayor acierto de este título, en él encontramos un curioso relevo generacional entre Karloff, que achaca el paso de los años, y Nicholson, un actor todavía por descubrir. La banda sonora no contribuye a mejorar el resultado de esta obra, el excesivo empleo de agudas partituras de cuerda, acaba por cansar, por no decir que desespera.
En conclusión, nos encontramos frente a un largometraje fallido, que aprovecha las sobras de otras producciones, cuajando un mal resultado, típico del cine de Corman. Recomendable si eres aficionado a las primeras obras bizarras de la serie B de los sesenta.