El padrino. Parte II
Sinopsis de la película
Continuación de la historia de los Corleone por medio de dos historias paralelas: la elección de Michael como jefe de los negocios familiares y los orígenes del patriarca, Don Vito Corleone, primero en su Sicilia natal y posteriormente en Estados Unidos, donde, empezando desde abajo, llegó a ser un poderosísimo jefe de la mafia de Nueva York.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Godfather Part II aka
- Año: 1974
- Duración: 200
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Opinión de la crítica
Película
8.9
48 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Abe Vigoda
- Al Pacino
- Amerigo Tot
- Bruno Kirby
- Carmen Argenziano
- Carmine Caridi
- Danny Aiello
- Diane Keaton
- Dominic Chianese
- Erica Yohn
- Fay Spain
- Francesca de Sapio
- Frank Sivero
- G.D. Spradlin
- Gastone Moschin
- Gianni Russo
- Harry Dean Stanton
- Ignazio Pappalardo
- Ivonne Coll
- James Caan
- James Murdock
- Joe Spinell
- John Aprea
- John Cazale
- Joseph Della Sorte
- Kathleen Beller
- Lee Strasberg
- Leopoldo Trieste
- Maria Carta
- Marianna Hill
- Mario Cotone
- Michael V. Gazzo
- Morgana King
- Oreste Baldini
- Peter Donat
- Richard Bright
- Richard Watson
- Robert De Niro
- Robert Duvall
- Roger Corman
- Talia Shire
- Tom Dahlgren
- Tom Rosqui
- Troy Donahue
- William Bowers
Si a mi me preguntasen si una de las dos partes de El Padrino es mejor que la otra, hace unos años habría dicho que la I, pero tras revisionarla varias veces, me he dado cuenta de que no pueden separarse, pues las dos alcanzan unas cotas de perfección en todos los aspectos casi nunca alcanzadas en el cine. Son dos historias aparentemente indepenientes una de otra, pues ocurre en lugares distintos, los protagonistas cambian en su gran mayoría y las tramas son diferentes. Pero hay un nexo de unión: Michael Corleone.
Ambas peliculas nos muestran a la Mafia en sus altas esferas, pero esta segunda parte nos muestra sus consecuencias. Aquellos que decían que la primera parte glorificaba a los gangsters tuvieron su reprimenda, pues esta cinta muestra para mi el desencanto del propio Coppola con su famosa trilogía, pues hizo la película casi obligado, y estuvo a punto de ser sustituido del mando de la pelicula por un entonces joven Martin Scorsese. Mucho más oscura, y con una trama quizás más negra y complicada, Coppola nos empieza mostrando a un Michael en el cénit de su poder, temido por todos, y nos acaba demostrando un Michael desgarrado por el dolor, convertido en un asesino que no tienen en cuenta ni la propia sangre, y anteponiendo la Familia a la familia. El hace las cosas ciegamente, pensando en que eso puede beneficiar a su familia, cuando en realidad lo que hacen es distanciarlo más y más, pero cuando se da cuenta es demasidao tarde… Y a todo ello se le añade el nacimiento del primer Don Corleone. Una historia que por sí sola alcanza una profundiad que para sí quisieran bastantes películas. Y una ambientación única, que sirve de constraste para mostrar las formas de ser de padre e hijo, uno basado en el honor, y el otro en el mero asesinato y el miedo. Aunque también esta película es una crítica a una sociedad americana que ocultaba sus problemas bajo una capa de corrupción de la que poco se sabe.
Y para unir dichas historias, Coppola hace gala de un dominio del montaje sencillamente extraordinario. La manera tan perfecta con que nos cuenta ambas historias y las une son dignas de una tesis, ya que jugar así con el tiempo de una película sólo está al alcance de muy pocos privilegiados. Amén de un apartado técnico que quita el sentido. Una película perfecta, acompañada de un diseño de producción único, una banda sonora primorosa, una fotografía excepcional, y el ya comentado genial montaje. Y unas interpretaciones que alcanzan la perfección. Si interpretar a Vito no fue fácil, el hacerlo una segunda vez y por otro actor es digno de alabanza. Y cómo no, Michael. Que Pacino no ganara el oscar es sencillamente de broma. Su interpretación es de las mejores de la historia del cine. Maravillosas Talia Shire y Diane Keaton, un personaje más importante en la trilogía de lo que muchos creen. Y un John Cazale que sobrecoge en cada plano. Amén de Duvall, con un personaje de mayor importancia en la trama.
Visionado obligatorio.
La obra cumbre de la historia del cine. Superior a la primera por la recreación de la infancia de Vito y su posterior ascenso en el mundo de la mafia, interpretado por un magistral Robert de Niro, actuación que la valdría un oscar, y que lo llevaría al estrellato, siendo considerado hoy uno de los mejores actores de todos los tiempos, sino el mejor. Al Pacino hace la mejor actuación de la historia del cine. Un alarde de saber actuar que lo consagraría en el mundo del cine como uno de los mejores actores de la historia, con una sólida carrera cinematografica al alcance de muy pocos. Su actuación es magistral, soberbia, poderosa, como también lo fue en la primera, pero en esta la supera con creces. Esa mirada de hielo que te estremece cuando la ves y te hiela la sangre, te penetra como si dos cuchillos te apuñalaran, esa pasividad cuando se encuentra enfrente de su mujer es histórica, una de las mejores imágenes de la historia del cine, también magistral ese beso con el que condena a su hermano Fredo, simplemente espectacular… Estos son algunos de los detalles que hacen de Pacino un mito, una leyenda. En cuanto a la dirección me quito el sombrero. Espectacular Francis Ford Coppola, sin duda su trabajo más logrado. El filme rebosa perfección, la fotografía magistral y la banda sonora un clásico, la banda sonora que mejor se conjunta con las imagenes. Jamás había visto una película con una banda sonora más brillante. Coppola hace unos flashbacks entre Michael y su padre Vito indispensables, soberbios. En cuanto al guión, puede que jamás se haya escrito ni se escriba un guión mejor. Espectacular Coppola y Puzo. Sencillamente la mejor pelicula de la historia del cine, una décima por encima de su predecesora, dos películas que son sin lugar a dudas la cima cinematográfica de toda la historia (la tercera , siendo por mucho la peor de las tres es un película soberbia. Una de las mejores de los 90). Sin palabras.
[Secuela]
Michael Corleone vive confinado entre los cuatro márgenes de un Rembrandt. Es un retrato de familia. El claroscuro lo separa del entorno.
[Precuela]
Don Vito empieza desde cero. Construye su linaje, pieza a pieza. Sonríe satisfecho. Su inteligencia es sobre todo emocional. Lleva el as de la violencia en el reverso de la manga.
[Secuela]
La tela se ensombrece con el paso de los días. Michele trata de salir fuera del cuadro. Quiere rasgar el lienzo con los dientes. Golpea. Y cada golpe es una sombra más en la pintura.
[Precuela]
Respeto, fuerza. La oferta irrechazable. El odio es un caudal que desemboca en la venganza.
[Secuela]
Lo que empezó siendo un retrato de familia acaba siendo un cuadro de hombre solo.
Cernuda pone voz a la conciencia de Michele: Cuando la muerte quiera / Una verdad quitar de entre mis manos, / Las hallará vacías…
Es recomendable hartarse de buen cine con esas 6 horas que conforman El Padrino 1 y 2 al menos cada lustro. Tengo insertada en mi memoria cinéfila planos creadores de escuela, que a partir de estas dos obras maestras y con el paso de los años, fueron conformando una manera de hacer clásica. Cineastas como Fincher y Campanella beben continuamente de esta manera de hacer en los planos de interiores, juegan con la misma perspectiva, aplican el mismo tempo en sus obras, juegan con las sombras y los trasluces en las cortinas, calcando planos y atmósferas puramente coppolianas . En ese sentido, en ambas partes, el padrino, se sustenta en unas cualidades técnicas del genio que es Coppola casi como condimento definitorio para dar a la obra su qualité bien merecida, aunque la dirección de actores y el talento de estos, la elección de Nino Rota, la fotografía y un guión sólido y eficaz, son otras grandes virtudes no dejadas al azar.
Aún así, a pesar de guardar nitidamente la atmósfera de la familia Corleone, que encuentra un contrapunto estético ideal con las celebraciones católicas, repitiéndolas Coppola como liturgia del paralelismo entre ambas películas, ahora, recién revisadas los dos films, encuentro de más profundidad psicológica la segunda parte, encuentro, paradójicamente, mejor trazado un personaje que apenas habla, como es Michael Corleone.
Presupongo que el bueno de Mario Puzo ( escritor muy limitado, por cierto), vería necesario en la segunda parte conformar un pasado de Don Vito Corleone, para satisfacer curiosidades mitómanas en ese momento (la primera parte fue una de las películas más taquilleras de la historia), pero es tal el acierto en la puesta en escena, en el montaje y en la actuación de los actores, que parece que la parte precuela de la historia, no hace más que darnos una visión más amplia del alma de Michael Corleone.
(Continúo en el spoiler)
La segunda parte de la trilogía de El Padrino supera en calidad, por poco, pero la supera, a la primera por un elemento que ya señalaba en la anterior crítica: Su ambición.
No se trata ya de un simple retrato de los quehaceres de una familia mafiosa y su lucha por el poder, ahora las interrelaciones se han complicado y existe un verdadero entorno vivo fuera de ellos, desde políticos a empresarios, todos ellos forman parte de la historia en igualdad de condiciones. Es decir, lo que es la Historia, con mayúsculas, ya no es de género, es un relato sociológico, histórico, político y económico de un momento clave para los Estados Unidos. Y esto lo hace en el río de Pacino como en el de Robert De Niro. La llegada de los inmigrantes, su asentamiento en Little Italy, las relaciones con Cuba, las comisiones de investigación sobre la Mafia… estamos hablando ya de otra cosa, estamos hablando de Cine, no como un mero instrumento de sensaciones placenteras o impactantes, sino como un medio cultural de aprendizaje.
Pero no sólo en los grandes temas del guión la película es fantástica, sino en las relaciones humanas. Está mucho más trabajado los conflictos en las parejas, las mujeres recuperan su peso en la saga, y todo ello curiosamente con menos dosis de violencia que la primera, entre otras cosas porque ya no hace tanta falta. Ya se sabe quienes son, aunque intenten ser respetables, y por tanto se sugiere más que se muestra porque el espectador ya se ha hecho adulto.
El inserto de Robert de Niro es por definición uno de los mejores que se han hecho jamás en toda la historia del cine. Su ambientación y puesta en escena, merece por sí sólo un Oscar. También Pacino se hace grande, y desde luego que prefiero al padrino Michael Corleone que a Vito Corleone.
El Padrino II por tanto es mágica y enorme, y ayuda aún más a engrandecer a su predecesora, aquí el guión se reescribe y se retoca constantemente hasta que todos, hasta el último miembro de la película quedan satisfechos, cosa que no pasó con la anterior. Casi todos los secundarios están magníficos, aunque si tuviera que citar alguno no podría eludir a John Cazale, en un papel que atormenta al más pintado.
Dicho esto, quiero señalar que aún así, del cine de Francis Ford Coppola considero que su mejor película sigue siendo Apocalypse Now, es una cuestión meramente personal obviamente, pero eso no quita que diga que en especial El Padrino II sea una de las cumbres del cine norteamericano de todos los tiempos, y que cada vez que se revisite se encontrarán nuevos elementos para admirarla como obra de arte que es.
Nota: 8,9.