El Mesías
Sinopsis de la película
La última película de Rossellini, Il Messia , explora el lado humano de Cristo. Está en la línea de sus proyectos de los años 60 para la televisión italiana. Completada en 1975, no fue estrenada hasta 1978.
Detalles de la película
- Titulo Original: Il Messia
- Año: 1975
- Duración: 140
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Opinión de la crítica
Película
6
20 valoraciones en total
Filme de Roberto Rosellini, se rodó con actores no profesionales, con un Cristo maestro de la palabra y un mensaje alentador e imbuido de su misión humana y menos en su faceta sobrenatural, con la imagen de un Jesús más cercano, más introvertido y menos elegíaco.
Esta interesante y sin duda poco conocida exploración de la vida de Jesús de Nazareth fue una obra de bajo perfil, la última dirección de uno de los padres del neorrealismo italiano, Roberto Rossellini, que falleció en 1977.
La cinta comienza cuando llegan los judíos de Egipto a la Tierra Prometida. Y cómo, pronto caen en los mismos vicios e inmoralidades que los pueblos de su entorno. Corrupción moral, egoísmo, envidia, lo cual que Rossellini contextualiza este mundo de vicio y degradación. En este punto es cuando llega el Mesías, para intentar redimir a los hombres. Rossellini ofrece una dosis de frescura, con un Jesús en su infancia, aconsejado por sus padres e incluso recreando el relato bíblico cuando Jesús se pierde en el Templo.
La narración es realista, fluida y natural. En su adultez, Jesús es bautizado por el profeta Juan Bautista en una primorosa escena por su candor y naturalidad. En realidad el tono del metraje es minimalista y cuasi naif.
Rossellini, más que ahondar en la dimensión divina de Jesús, se centra en sus bellos y aleccionadores discursos sobre la solidaridad, la paz, el perdón.
Excelente el último y alegórico plano de la Virgen María tras ver el santo sepulcro vacío, con su mirada puesta en un cielo con nubes, como esperando una señal.
Rossellini me parece uno de los mejores directores de la historia. Películas como Roma, città aperta, Viaggio in Italia, Stromboli, etc. quedarán para siempre.
En los últimos años se embarcó en producciones para la TV como en Sócrates o La toma del poder de Luis XIV (en mi opinión la mejor).
Esta no tiene casi mérito alguno, por su pobrísimo , sus saltos por querer contar todo. Un guión pésimo y, sobre todo, un olvido voluntario de cómo era Jesús, según la fuente que tenemos, el Evangelio. Todo lo que es interioridad, corazón, unión con el Padre desaparece aquí.
Los actores no tienen consistencia. La música es bastante anodina.
Es la última película que recomendaría sobre la vida de Jesús, y mira que las hay muy mediocres.
Alguien puede decir: es la visión de Rossellini. Vale, pero es una visión muy pobre, inconexa, como hecha a trozos.
Más tarde, Pasolini, que también siguió esa ruta del pobrerío lo hizo mucho mejor.
65/04(07/04/17) Más que interesante esta poco conocida revisión a la vida de Jesús de Nazareth, obra de bajo perfil que fue la última dirección del uno de los padres del neorrealismo italiano, Roberto Rossellini (murió en 1977), que al igual que otro realizador italiano que hizo otra versión de los bíblicos hechos, Pier Paolo Passolini, era ateo, es por ello que quizás retrata a un Jesús más humano, más cercano, más introvertido y menos elegiaco y divino. El guión es del propio realizador y de Silvia DAmico Bendicó (Ojos negros) y Jean Gruault (Jules y Jim), inspirándose mayoritariamente en el Evangelio de San Marcos, sesgando los componentes políticos a favor de la humanización del Icono, llamando la atención como lo vemos trabajar con sus manos de carpintero mientras recita parábolas, lo vemos sudar, lo vemos cansado, ello en sintonía con el neorrealismo italiano de intentar dar la mayor autenticidad posible, aquí no hay alardes técnicos, ni música de coros que nos sublimen, por no haber no hay ni apenas milagros, algo tangencial, aquí lo que prima es el mensaje evangelizador, de hecho se pasa en elipsis y fueras de campo de varios hechos cruciales en otras versiones, aquí no hay anunciaciones marianas, se ven las flagelaciones, no vemos a Judas con las monedas o ahorcándose, no veremos el vía crucis, ni como lo crucifican, lo veremos a Jesús ya crucificado, aunque si será recreada con brillantez la estampa religiosa de la Piedad.
La cinta entre sus singularidades está el modo original en que empieza, arranca con la llegada de los judíos de Egipto a la Tierra Prometida, como allí caen en los mismos vicios que todos las naciones de su alrededor, con ello llega la corrupción moral, el egoísmo, la envidia, con ello Rossellini pone el contexto de un mundo degradado y con gran podredumbre en el alma, y entonces llega el Mesías que de intentar redimir a la humanidad, aquí también poniendo dosis de frescura, pues vemos a Jesús en algunos momentos de su infancia, de cómo su madre y padre (adoptivo) intentan aconsejarle, recreando cuando se pierde Jesús en el Templo (hecho bíblico). Todo esto narrado de modo realista en como vemos a grupos de gente viviendo en jaimas, sin subrayados, todo muy fluido y natural, Llegamos a la edad adulta de Jesús cuando decide este ser bautizado por el profeta Juan Bautista en la mejor escena de la cinta, por su sencillez y autenticidad, señalando el tono del resto del metraje en su minimalismo, este remarcado por los pocos extras manejados.
Rossellini intenta sesgar cualquier rastro de divinidad en el protagonista, prefiere ahondar en su mensaje apostólico, con lo que se puede llegar a pensar que el realizador juega a la ambigüedad del personaje, a si es un enviado de Dios o simplemente un trastornado con buenas intenciones. Solo se habla de dos milagros (que recuerde), uno el de la pesca abundante, pero bien podría ser fruto del azar, y hay un tipo que dice haber sido curado de la ceguera, pero a este hombre nunca lo vemos interrelacionado con Jesús, por tanto, a mi modesto entender queda claro el sentido humanizador de Rossellini. Se centra en sus bellos y aleccionadores discursos, sobre la solidaridad, la paz, el perdón, sobre cómo se erige en porteador de nuestros pecados, estos de hecho realizados sin remasticados, de modo lineal, sin pompa alguna, su espiritualidad sobre el amor y el perdón nos llega de forma liviana y muy humilde, un rabino tímido y apocado en sus maneras, pero claro en su mensaje.
Rossellini en para mí controvertido (por su tufillo xenófobo) arremete contra los judíos ( en este caso la rama de los fariseos) al poner a sus líderes del sanedrín como los culpables del calvario de Jesús, ellos son los que elevan su discurso para después atacarlo vilmente, dejan a los romanos en la figura de Poncio Pilatos como alguien bueno que no desea la muerte de Jesús, son los pérfidos judíos los que conspiran hasta el último momento (llamando a gente para elegir salvar a Barrabas en vez de a Jesús de la Cruz).
Rossellini en su intimista propuesta deja de lado las dudas e inseguridades de Jesús reflejadas en los Evangelios, no lo vemos interactuar en la cruz, no oímos su Señor. Porque me has abandonado?. Esta ejecución nos es mostrada de modo peculiar, desprovista de cualquier épica, acentuando el sentido de humano del protagonista, y en mi modesto entender resaltando la ambigüedad de Jesús. Si nos enseña por el contrario las dudas de los apóstoles, su miedos y temores a ser perseguidos, como también hay la originalidad de mostrárnoslos en varias viñetas de ellos predicando solos a sus posibles fieles, evangelizando como les propuso Jesús.
Existen las taras de un ritmo demasiado lánguido, que en su frugalidad llega a provocar algo de tedio, esto ayudado por haber pocas escenas climáticas al ser todo relatado en un tono bajo. Asimismo reseñar que el tramo en que aparece Vittorio Caprioli como Herodes el grande se siente otro film, chirriante actuación desfasada en su caduco histrionismo rozando lo caricaturesco.
Pier Maria Rossi encarna con una naturalidad notable a Jesús, lo dota de humanidad, despojándolo de misticismo y grandilocuencia en sus maneras y oratoria sencilla y sin pompa. Carlos de Carvalho como Juan Bautista le impregna de un tremendo carisma en su autosuficiencia y arrogancia arrolladora. Jean Martin como Poncio Pilatos demuestra temple y sobriedad que se le cree al tipo que hizo famoso aquello de Yo me lavo las manos. El resto de secundarios tiene poco espacio para tener peso dramático.
La última película de Rossellini, Il Messia , explora el lado humano de Cristo. Está en la línea de sus proyectos de los años 60 para la televisión italiana. Completada en 1975, no fue estrenada hasta 1978.
Más que interesante esta poco conocida revisión a la vida de Jesús de Nazareth, obra de bajo perfil que fue la última dirección del uno de los padres del neorrealismo italiano, Roberto Rossellini (murió en 1977), preferio quitar todo rastro de dividad en la persona de jesus, y centrarse en la mensaje del evangelio. En esta película estan omitidos los milagros, solo hacen alusión a dos de ellos, en cuanto a sus escenarios interiores y exteriores son demasiados planos y como elaborados, una música poco elaborada, y sobre todo se hecha de menos a los extras pues es una película con pocos extras para las escenas que se necesitan. La interpretación de Jesús no está del todo mal, pero muy marcada por si humanidad le falta el toque de mostrar al mesías divino, sin duda alguna está película itialana junto con la película de el evangelio según san Mateo son las más frías, sin alma, y las que menos transmiten de todas las películas echas sobre la vida de Jesús.
Tambien se debe mirar desde la perspectiva que su director había enfocado la película desde una perspectiva surrealista sello personal del director, una vision nueva y muy atrevida.