El imperio del terror
Sinopsis de la película
Un pueblo de Alabama está casi completamente dominado por el crimen organizado, que adquiere cada vez más poder a través de la prostitución y el juego ilegal. Un joven abogado (Richard Kiley) intenta contribuir a resolver el problema animando a su padre (McIntire) para que presente su candidatura a Fiscal de Distrito.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Phenix City Story
- Año: 1955
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
7.1
45 valoraciones en total
Es una lástima que no sea una película cien por cien de género, esos primeros quince minutos en plan documental penalizan mucho. Lo cierto es que la vida en Phoenix, Arizona, no debía ser fácil para aquellos que no saben mirar para otro lado. La moral cristiana, ya se sabe, censuraba todo lo que sucedía en esa lamentable calle del vicio de la ciudad, de manera que los buenos ciudadanos, buenos cristianos por supuesto, se posicionan en contra de cosas como la prostitución, el alcohol, el juego y sobre todo la violencia, que en último lugar se concreta en asesinatos.
La parte central de la película es en muchos tramos un lujo, si dejamos de lado la parte de moralina cristiana por supuesto, porque aquello de ponerse a la misma altura de los malos o usar sus mismas técnicas no es cristiano, si matan a tu padre, por poner un ejemplo, y eres un buen cristiano, jamás matarás al que lo haya hecho en el caso de poder vengarte. Eso está feo. No debía ser fácil ser cristiano de arriba abajo en Phoenix en esa época…
El caso es que como cine negro está bastante bien, entretiene mucho pese a que esos quince minutos del inicio sea un spoiler de los que duelen los ojos: es exactamente el anuncio de lo que va a venir, exactamente lo que no querría saber nadie, exactamente una buena metedura de pata. Pero está bien hecha, las cosas como son. Y lo que es mejor (o peor), era algo tan actual como hacer una película del 11S en octubre. Eso es lo que dicen.
El 10 de Junio de 1954 Albert Patterson a los 60 años ganó las elecciones a Fiscal General del estado de Alabama. Ocho días después antes de tomar posesión de su cargo fue asesinado por miembros de la mafia local de Phenix, ciudad donde residía. Un año y un mes después los hechos ya estaban en la pantalla. La práctica inmediatez es una de las principales virtudes de la cinta de Philp Karlson (1908-82) un destajista del celuloide con más de cuarenta títulos a su cargo. El cine de Karlson da una visión realmente sombría de la sociedad estadounidense, un mundo donde todo está a la venta, donde no se puede confiar en nadie, donde toda la autoridad es corrupta, y los hombres y mujeres honestos no tienen a quién recurrir sino a sí mismos si quieren alguna medida de justicia. Para Karlson, todo tiene un precio: en sangre, muerte y traición. … (Wheeler Winston Dixon / Historiador cinematográfico).
El director juega con el tono documental añadiendo un preámbulo con entrevistas a personajes reales forzando así el sentido de realidad del asunto y no tiene empacho en añadir hechos excesivamente cruentos que en realidad no ocurrieron para reforzar el dramatismo de la narración. Juega en el limite entre lo oportuno y lo oportunista. En cualquier caso crea conciencia social, y se mueve con soltura y eficacia en las reglas del noir con un reparto coral efectivo. Destacan las atmósferas realistas sobre todo en exteriores, la fotografía y el uso descarnado de una violencia sin concesiones que mete miedo en el cuerpo ante el poder corrupto que no se detiene ante nada. Alabama es uno de los estados norteamericanos donde la lucha racial cobró protagonismo tema que Karlson toca de refilón aunque en la realidad el futuro Fiscal General hijo del asesinado apostó por una política que mantenía la segregación. La historia de la ciudad de Phenix , rompió moldes en unos años donde el cine social, de actualidad, sin concesiones a la galería no copaba precisamente las pantallas. Abrió una puerta por la que entraría otros muchos después.
cineziete.wordpress.com
El imperio el terror narra la historia de Phenix. Es una ciudad azotada por el juego, la prostitución, la violencia, la corrupción… es decir, todo un imperio del crimen. Sólo unos pocos hombres tendrán el valor suficiente para luchar por una ciudad mejor. Pero el precio que pagarán será muy alto.
Extraordinaria película, dura, contundente y violenta. Narrada con ritmo y vigor Karlson no hace concesiones y pone sobre el tapete la corrupción, violencia y degeneración humana imperantes en la ciudad de Phenix. Es todo un imperio del mal contra el valor y la dignidad humana. No es que te partan la cara, es que te quitan la vida. Así que el valor debe sopesarse, y mucho. Queda mucha gente por el camino, demasiada. Lo cierto es que Karlson pasa del realismo al pesimismo. A medida que avanza la historia el mensaje va perdiendo ambigüedad para hacerse descorazonador y lacerante. Y eso sí se lo reprocho a Karlson. A los valientes, a los honrados, a los generosos de alma y mente hay que agradecerles eternamente la lucha, el coraje y el valor. Una cosa es que no nos atrevamos a entrar en la batalla y otra muy distinta negarles nuestra admiración y respeto.
Otro ejemplo del saber hacer de Phil Karlson, que logra aquí una áspera y muy dura descripción de una ciudad corrompida hasta la médula, sosteniendo la necesidad de que sus ciudadanos tomen partido para combatir la situación.
Partiendo de hechos reales, Karlson adopta un tono documental, como ejemplifican el extenso prólogo (13 minutos concebidos al modo de un reportaje televisivo, con entrevistas a verdaderos testigos), y el recurso de la voz en off. Consecuentemente, las imágenes tratan de retratar verazmente el ambiente viciado y violento de la ciudad de Phenix, Alabama, lográndolo plenamente, como así queda demostrado en la secuencia del local de juego, con un magnífico número musical y una perfecta descripción visual, con pausadas panorámicas. A destacar también los travellings que recorren la calle 14, mostrando sus aceras plagadas de borrachos, prostitutas, soldados ansiosos por dejarse la paga en las máquinas, etc.
En una ciudad como la descrita, dominada por los hampones locales, que controlan el ayuntamiento y la policía, se pone el énfasis dramático en la indefensión de los ciudadanos, que se sienten empujados a recurrir a la fuerza, esto es, a sumarse a los actos violentos que rechazan en principio. Precisamente la película trata de descartar esta opción, oponiendo a ella el imperio de la ley y la fuerza de la voluntad democrática, ideales que encarnan los Patterson, tanto el padre como el hijo, y también Zeke, el militar de color, personaje aparentemente secundario pero con un importante y simbólico papel en la historia.
Llama la atención la crudeza con que el director muestra la violencia, los asesinatos se suceden sin que se nos ahorre nada de ellos, pues los vemos de principio a fin en casi todos los casos, algunos de los cuales me han sorprendido por su dureza, infinitamente superior a la que suele mostrarse en otras películas del género negro. Todo ello, bien amalgamado por la precisa dirección de Karlson, un guión excelente y una eficaz labor del reparto, contribuye a generar una sensación desasosegante en el espectador, que no tiene ningún respiro, asistiendo a una lección magistral acerca de lo que es un lugar dominado por el miedo y la impunidad.
Parece ser que esta peli está basada en unos hechos reales ocurridos unos meses antes en Phenix, una pequeña ciudad de Alabama, donde el juego, la prostitución y la violencia eran el pan nuestro de cada día.
La película comienza a modo de documental donde se entrevista a personas que vivieron aquello para luego dar paso a la narración propia de una cinta de género negro.
Aquí Karlson se maneja hábilmente mientras nos cuenta, lo que a mí me ha parecido, dos películas.
Una, la inmediatamete visible. Una cinta de mafiosos con una violencia inusitada para la época, bien manejada con elementos de tensión y ritmo, con cierto efectismo, pero terriblemente eficaz para mantener la atención del espectador.
Y otra, la reflexión del cómo una ciudad, se supone que democrática y con ciudadanos respetables, consiente en vivir sometida al imperio de cuatro malnacidos que campan a sus anchas con el respaldo de las autoridades.
Esta segunda pelicula es más interesante. ( spoiler).
Escenas impactantes y apuntes sutiles, se mezclan en el conjunto para ofrecer una notable crónica que aúna el cine de género con la denuncia social, con gran pericia por parte de este realizador que tiene cintas muy interesantes en su haber. Y bastante completo para tan escaso metraje.
Un final dubitativo, Karlson se muestra pesimista. ! No, hombre, no!. Claro que al fin se gana la guerra. El problema es que, en seguida, comienza otra.