El hombre que susurraba a los caballos
Sinopsis de la película
Grace (Scarlett Johansson) y su amiga Judith salen a dar un paseo a caballo y son atropelladas por un tráiler. Judith y su caballo mueren, mientras que Grace y el suyo (Pilgrim) resultan gravemente heridos. En un intento desesperado por recuperar a Pilgrim que, desde el accidente, se ha convertido en un caballo salvaje, Anie (Scott Thomas), la madre de Grace, decide ir a Montana a ver a Tom Booker (Robert Redford), un vaquero que posee un don especial para hablar y curar a los caballos.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Horse Whisperer
- Año: 1998
- Duración: 169
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes conseguir una copia de esta película en formato HD y 4K. Seguidamente te añadimos un listado de posibilidades de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
5.8
84 valoraciones en total
A todo aquel que en ningún momento le ha atraído el cine en demasía, y de pronto le esté empezando a coger el gustillo a las películas, tiene en El hombre que susurraba a los caballos una oportunidad inigualable para pegarse el pegote cara a la galería e incluirla en su lista de películas favoritas. Porque en esta, tiene todos los requisitos necesarios para ello,
– La dirige Robert Redford. Lo que es al cine como para la música lo sería decir que quien canta el tema son The beatles . O sea, un nombre ilustre. Da igual que en tu vida te compraras ni un cd y/o vinilo de esos, da caché admirarlos.
– La pareja protagonista son el propio Redford y Kristin Scott Thomas. Más puntos a favor con que sea ella precisamente la actriz, porque es tirando a feota. Y si admiras a una actriz no agraciada dejas ver que lo que buscas en una actuación es su calidad y no su encanto visual.
– Es un drama lento, lento, lento. Característica importante para tirarse el moco. En la intimidad de tu casa te pondrás para distraerte Rambo II, Titanic ó Arma letal IV. Pero a la hora de puntuar en público tienes que decir que El hombre que susurraba a los caballos es a tus ojos poesía y belleza. Ah!!, y reniega de las que sí viste.
– Además de lo anterior, la cinta tiene un título elegante. Y lo que hace al título verdaderamente grande es qué en ningún momento aparece nadie susurrando a un caballo…
… Sí aparece, por el contrario, unas ganas de no repetir con ella en varios lustros, porque aunque pasable, es en todo su global un tostón de campeonato. Pero shhh!!! que no se entere nadie.
El comienzo de la película es lo más impactante, es algo soberbio ver los caballos en la nieve y a sus lomos dos preciosas niñas…Una trágica desgracia y la vida cambiará radicalmente para toda la familia. La prioridad para la madre es salvar al caballo como si con ello consiguiera también salvar a su hija psicológicamente enferma, por ello ambas, madre e hija emprenden un duro viaje a una tierra lejana donde encontrará el amor del que ya hace tiempo carece su vida. El desenlace es profundamente emotivo.
Robert Redford ha demostrado con sus películas ser un muy buen actor y director, pero en muchos casos, como lo es éste, ello no es suficiente.
Se trata de una película muy bien realizada e interpretada, con una historia sencilla pero atrayente, si bien existe un grave problema: una excesiva duración.
Bien es cierto que hay muchas películas más largas que ésta, pero en este caso el dacaimiento es tal en su tramo final, que echa por tierra todo el buen hacer de la parte anterior, lo cual es una auténtica pena pues, con un metraje más controlado, hubiera resultado una excelente película.
Estoy de acuerdo con Ennis en que podría haber sido una maravillosa película con un control más adecuado del tempo, del ritmo interno, con supresión de escenas sobrantes y excesivamente edulcoradas, bueno, todo eso ciertamente supone un cambio radical en el guión, pero la dirección de Redford es buena y totalmente adecuada, como ya demostrara también en El rio de la vida , el problema está en el enfoque, que pienso que no es el más idóneo, con excesivo metraje y una parte final que no se corresponde con el arranque magnífico del film, como ya se ha reseñado.
Algunas escenas son ciertamente poéticas, aunque yo nunca confundiría poesía con esteticismo, una cosa es querer hacerlo bonito y otra cosa es emocionar de verdad, es como confundir arte y artesanía, y pienso que hay mucha gente que confunde ambos conceptos.
Redford tiene arte para emocionar al espectador, y le sobra cierto pasteleo más bien propio de las producciones de Hollywood, supongo que serán cosas incompatibles, y no será fácil lidiar con esas reses. El hombre hizo lo que pudo, es decir susurró hasta un cierto límite.
Ante su próximo pase por televisión y como curiosidad por lo opinado sobre ella en Filmaffinity he entrado en el enlace de la película y visto lo visto y aunque hace tiempo que la vi y no la puedo juzgar ahora objetivamente si me gustaría decir que recuerdo que en su momento me gusto mucho y, a pesar de su duración, me mantuvo enganchado en todo momento. Yo también reconozco que quizás tampoco soy del todo imparcial, pues además de coincidir con César Acebal en ser un admirador de Robert Redford, también lo soy de la protagonista femenina de la película: Kristin Scott Thomas.
Suscribo plenamente lo dicho por él en relación a la escena del baile (a mí es una de las que más me ha llegado de las muchas que he visto en el cine) y al cierto parecido de la historia de ésta película con la de Los puentes de Madison.
Para mí la escena del baile no solo demuestra la categoría y sensibilidad de Robert Redford como director y actor, sino que pone de manifiesto, sin lugar a dudas, la esencia del cine: que una imagen vale más que mil palabras. A mí no creo que el mejor escritor, con sus mejores párrafos, consiguiese reflejarme las sensaciones que me dio Robert Redford con las miradas de los actores de esta escena.