El hombre de las estrellas
Sinopsis de la película
Sicilia, años cincuenta. El pícaro Joe Morelli, con su obsoleta cámara Ascania a cuestas, asegura que es capaz de hacer realidad los sueños de cualquiera que aspire a ser una estrella de cine. Con el pretexto de descubrir nuevas caras para una película, llega a un pueblecito y exige a los ingenuos lugareños 1.500 liras por hacer realidad sus sueños.
Detalles de la película
- Titulo Original: Luomo delle stelle
- Año: 1995
- Duración: 120
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Opinión de la crítica
Película
6.8
36 valoraciones en total
Siempre se agradece la incursión de una que otra película en el complejo mundo del metacine, ya sea desde el atribulado subconsciente del director (8 1/2 de Fellini), del guionista (el ladrón de orquídeas) o incluso del sonidista (Historia de Lisboa, de Won Wenders).
En este caso, la ilusión cinematográfica (ya trabajada en Cinema Paradiso) se centra en una cruel historia de mentiras e ignorancia: un hombre recorre los pueblos más pobres de Sicilia ofreciendo a sus habitantes la posibilidad deconvertirse en estrellas de Hollywood mediante un rudimentario casting, por el cual cobra una módica suma.
Más allá de la censura moral de lucrar a costa del candor de personas pobres, lo que rezuma este film es la ilusión cinematográfica, ese contraste entre la fantasía del celuloide y la cruda realidad (algo similar, aunque en otra dimensión, a lo que sucede en Bailarina en la obscuridad ).
Es un film muy a la italiana, donde no falta el humor, el sexo, el drama, la historia de amor, la tragedia.
Posguerra significa pueblos arrasados, gente que lo ha perdido todo, hombres tristes y amargados porque ya no encuentran lo que más les importaba en la vida, mujeres prostituidas para poder sobrevivir, individuos dedicados al asalto para obtener lo que desean… y oportunistas sacando provecho de la necesidad de los humildes para engatusarlos y sacarles lo que les queda.
Así, y con muchos más problemas, quedó Italia tras la Segunda Guerra Mundial. Y es en estos tiempos -cuando ya se han ido agresores y libertadores-, que la gente se aferra a cualquier esperanza de seguir con vida. Y es un día de estos que, a uno de aquellos pueblos, llega un hombre que se identifica como representante de una productora de cine (Universalia), buscando nuevos rostros que, según dice, enseñará a los directores y será la oportunidad de convertirse en actores.
Armado de una cámara, algunos accesorios de rodaje, y un buen número de fotografías que lo muestran al lado de grandes estrellas de cine, con su verbo fluido y conocedor de nombres, Joe Morelli llena de ilusiones a los moradores de aquel pueblo de Sicilia, quienes hacen fila para presentarse al casting y se ingenian, como pueden, la manera de hacerse al dinero que les costará ponerse delante de la cámara.
Giuseppe Tornatore, consigue con EL HOMBRE DE LAS ESTRELLAS, otra nostálgica experiencia donde, el alma de los hombres de pueblo, se debate entre el dolor y la esperanza… y al final, abandona o sobrevive con su fe y con los rayos de sol que alientan cada día.
Ante aquella cámara veremos muchos rostros con escaso aliento para asirse a la ilusión, veremos a otros seres que, aquella ocasión de ser escuchados por alguien, la aprovecharán para desahogar sus muchas tristezas o sus ansias casi perdidas… y habrá algunos, como Beata, que se aferrarán a aquella esperanza y estarán dispuestos a sacrificar su dignidad con tal de escapar del hambre y la miseria.
Sergio Castellito como Morelli, borda un interesantísimo personaje que se debate entre su falta de escrúpulos para la estafa y el respeto que le van mereciendo algunos de los seres, muy humanos, que van poniéndose delante de su cámara. La debutante Tiziana Lodato, como la chica que nació de la virgen y se crió en un convento, logra también una magnífica personalidad dual, con osadas salidas de muchacha putona, y con un ímpetu de chica pujante y enamorada de la vida, que nos conmueve muy hondo.
Tornatore toca fibras muy sensibles, sin caer en recursos fáciles como la lástima o el melodrama. Sus personajes se defienden, se esfuerzan, sacan aliento de donde no lo tienen… y algunos afloran su rabia para cobrársela a quienes pretenden aprovecharse de ellos. Al final, siente uno que ha visto un cuadro humano de connotada relevancia y muy digno de tomar en cuenta. El acierto es indudable.
Título para Latinoamérica: FABRICANTE DE ESTRELLAS
Terminando de ver LUomo delle Stelle (1995) de Giuseppe Tornatore con Sergio Castellitto, Tiziana Lodato, Franco Scaldati, Leopoldo Trieste, Nicola Di Pinto, Jane Alexander, entre otros. Drama italiano donde no falta el humor, el sexo, la historia de amor, la tragedia, el engaño, el crimen, etc., nominada al Oscar como mejor película de habla no inglesa, la historia nos traslada a la Sicilia de los años 50, en plena Edad de Oro del cine, donde todo el mundo sueña en convertirse en estrella, allí, un hombre promete hacer realidad todos esos sueños, visitando pueblos arrasados, con gente que lo ha perdido todo, donde veremos a hombres desolados, porque ya no encuentran lo que más les importaba en la vida, a mujeres prostituidas para poder sobrevivir, a individuos dedicados al crimen para obtener lo que desean… y oportunistas sacando provecho de la necesidad de los humildes, para engatusarlos y sacarles lo que les queda, es un tiempo de postguerra, donde la gente se aferra a cualquier esperanza para seguir con vida. El desfile de personajes y situaciones que se suceden a lo largo del metraje son bastante cómicos y pintorescos, y el director sabe utilizarlos muy adecuadamente. En especial, Sergio Castellitto como Morelli el hacedor de estrellas, borda un interesantísimo papel, pues llega un momento en que se debate entre su falta de escrúpulos para la estafa, y el respeto que le van mereciendo algunos de los personajes que van poniéndose delante de su cámara, y la debutante Tiziana Lodato, como la chica que nació de la virgen y se crio en un convento. Ella logra también una magnífica personalidad dual, con osadas salidas de muchacha putona, y con un ímpetu de chica pujante y enamorada de la vida. Sin embargo, la relación entre estos 2 personajes es polémica, pues Lodato es apenas una niña, y bien podríamos hablar aquí de abuso sexual contra menor, al tiempo de otros delitos tipificados en varias legislaciones, desde la misma estafa, hasta el robo, el asalto, el abuso del poder, etc., todo para reflejar la realidad de un país que se reconstruye también a punto de golpes. La factura técnica es notable, una gran ambientación, con la banda sonora de Ennio Morricone, pero no es gran cosa mostrar los escenarios y el paisaje típico italiano, pero aun así, está muy bien fotografiado, así como elementos del encuadre, y la edición. Pero el final es muy pobre, y no es extraño saber que Tornatore no pudo cerrarlo de la manera planeada por problemas de presupuesto. Lo que se preveía era que Morelli, después de cruzar El Estrecho de Mesina, encontrase por casualidad en Calabria, a un director, Pietro Germi, en el rodaje de una película Il Brigante di Tacca del Lupo, y que por casualidad, termina en posesión de la película caducada de Morelli. Pocos días después, al revelarla en Roma, puede ver en cámara lenta las caras de las personas entrevistadas allá en Sicilia, todas superpuestas, puesto que Morelli filmaba una y otra vez sobre el mismo material. Impresionado, ese director procura encontrar al autor de todo aquello, y lo encuentra ya viejo y en estado lamentable, en una sala de cine en la capital, en cuya pantalla, él se imagina a sí mismo y a su querida Beata como actores… En definitiva, la obra nos muestra una situación actual muy lamentable, que como seres humanos ya debió ser superada: El abuso contra las personas humildes que buscan un futuro mejor.
NO RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Una bella obra de arte, en esta película, Tornatore encontró la belleza natural de las personas.
Giuseppe Tornatore nos entrega un film costumbrista no exento del lirismo y la melancolía que caracteriza el grueso de su obra.
En esta película rodada en el sur de Italia, en las regiones de Basilicata y Sicilia (donde nació Tornatore) el director se inspira claramente y demuestra su admiración por otros dos clásicos absolutos de la historia del cine italiano: La Strada (1954) y Almas sin conciencia ( Il Bidone , 1955) ambas del gran genio italiano Federico Fellini.
Aquí nos encontramos con un pícaro oportunista llamado Joe Morelli (correcto Sergio Castellito), que va con su camioneta y su vieja cámara surcando los pueblos del sur de Italia haciendo creer a los lugareños que está realizando un casting en busca de nuevas estrellas para el rodaje de una película, y así usurparles a cada uno 1.500 liras (un dinero en aquellos tiempos) por prueba realizada.
En uno de sus viajes conoce a una tímida pueblerina (Tiziana Lodato) y ésta ante tal panorama de desolación en su pueblo y en su ansia por convertirse en estrella a toda costa, decide acompañar a nuestro protagonista en su periplo con todas las consecuencias. Esta idea argumental de la chica y su énfasis por acompañar a Joe es claramente deudora del antes mencionado film de Fellini La Strada .
El desfile de personajes y situaciones que se suceden a lo largo del metraje son bastante cómicos y pintorescos, y el director sabe utilizarlos muy adecuadamente.
Especialmente destacable la aparición del mítico Leopoldo Trieste ( Los Inútiles 1953, El Padrino II 1974, El Nombre de la Rosa (1986) o Cinema Paradiso 1988, entre otros títulos) como uno de los ingenuos que se presenta al casting. Por este papel fue galardonado como mejor actor secundario en los Premios David de Donatello que entrega anualmente la Academia
de Cine Italiano.
También es justo mencionar la mágica y emotiva banda sonora a cargo del gran Ennio Morricone, que lleva colaborando con el director desde que realizase la partitura de Cinema Paradiso en 1988.
A pesar de su argumento algo repetitivo y circular, nos encontramos ante una obra muy recomendable y con secuencias memorables.